Salto del banquillo al estrellato: Pablo Durán

Elegido por la afición como mejor jugador del equipo, Pablo Durán se convirtió en el gran protagonista del Compostela en la segunda mitad de la temporada, precisamente cuando la SD entró en el bache que le llevó a caer de los puestos de promoción de ascenso, y en el que encadenó su peor racha del curso. El joven delantero de Tomiño, que llegó el verano pasado procedente del Porriño Industrial, sin embargo, fue una de las excepciones en un panorama de bajada general de rendimiento de la escuadra blanquiazul.

Fue el octavo jugador con más minutos de la plantilla a lo largo del curso, pero su participación cuenta con particularidades. Entró en el descanso del partido inaugural, ante el Pontevedra, y anotó el tanto que valió el empate a uno en Pasarón.

En las siete primeras jornadas formó parte del banquillo de suplentes y en todas entró. Tanto en ese primer encuentro de liga, como en el segundo ante el Cristo Atlético, como en el séptimo, frente al Marino, comenzó su participación al inicio de la segunda parte. Ocupó el lugar de Parapar en los dos primeros partidos y sustituyó a Samuel en la jornada siete.

Rodri Veiga le dio su primera oportunidad como titular en Llanera. En el Pepe Quimarán respondió a la confianza que le dio el entrenador con los dos tantos, su único doblete del curso, que le permitió al Compos conseguir la primera de las dos victorias logradas a domicilio. También tuvo un sitio en el once inicial en el siguiente compromiso, en casa ante la Gimnástica Segoviana.

Volvió a la suplencia en las seis citas posteriores. Su participación se redujo e incluso en el triunfo por 3-2 sobre el Real Avilés, registró su primera ausencia en un partido.

En el último compromiso de 2021 volvió a la titularidad. Jugó los noventa minutos en la visita al Ceares en Gijón. Desde entonces dio un paso de gigante que supuso la confianza plena del entrenador.

Se convirtió en una pieza importante. Dio el salto al once inicial en las cuatro primeras jornadas de la segunda vuelta, hasta que, tocado, no fue convocado para jugara ante el Bergantiños.

Se vio obligado a tener que volver a coger el ritmo. Fue suplente en casa ante el Salamanca y ante el Arenteiro. Pero a partir de la jornada 24, en la que el Compostela acudió a Luanco para medirse al Marino, se perdió pocos minutos y solo fue suplente en la visita al Adarve.

De las once últimas jornadas, en las que únicamente no fue titular en la visita al Vicente del Bosque, completó la totalidad de minutos en seis compromisos y fue sustituido en cuatro, aunque siempre más allá del minuto 70, lo que dejó en evidencia la confianza que depositó Rodri Veiga en Pablo Durán para resolver los problemas ofensivos que mostró el equipo. Con ocho dianas, acabó solo un tanto por detrás de Primo, máximo goleador del equipo.

Casas: “Se lo merece todo”. El capitán del Compos aplaudió el crecimiento de Durán. El ariete tomiñés, en la entrega del premio Mahou al jugador cinco estrellas, agradeció el respaldo que le dio en el vestuario albiazul a un chico que llegaba desde dos categorías por debajo y que salía por primera vez de su casa para una experiencia futbolística.

“Se lo merece todo, por las ganas que exhibe, el profesionalismo y el fútbol que ha mostrado”, subrayó el central compostelanista, que recuerda las dudas que generó su contratación en parte de la afición el verano pasado: “Cuando se le fichó, pensé en hacer capturas de las cosas que se decían en las redes sociales. La gente que ahora lo alaba y le dice lo bueno que es, criticaba que se firmase un delantero de Preferente”.

También destacó de Pablo Durán la capacidad de trabajo que ha mostrado para crecer y convertirse en una parte importante del cuadro blanquiazul: “Se desvive por el fútbol. Entrena como el que más, por las mañanas él solo y por la tarde con el equipo”.

“Lo da todo, cuando no jugaba no puso una mala cara. Entrenó como el que más. Todo lo que venga, se lo merece”, añadió el capitán del equipo blanquiazul sobre su compañero de la SD Compostela.

Pato: “Lo puedo ver vestido del color que él quiera”. La voz de la experiencia en el vestuario del Compostela es la de Patricio ‘Pato’ Guillén. El portero uruguayo, que roza la veintena de años en diferentes equipos, ha visto pasar numerosos futbolistas con condiciones que no llegaron a cristalizar.

Por eso, cuando opina de un jugador joven como Pablo Durán, la atención que se le presta es mayor. “Es un niño que llegó aquí cuando nadie lo conocía, y a la semana de verlo notabas que era diferente. Tenía hambre y condiciones, y sobre todo, cabeza”, señala el meta, que desconoce cuál puede ser el techo del delantero tomiñés: “Lo puedo ver vestido del color que él quiera”.

“Tiene todo para poder hacer, si la suerte le acompaña, cosas bonitas en el fútbol”, añadió Pato, que reconoció haber disfrutado de él en la temporada que acaba de terminar, aunque espera que no sea la última: “Nos encantaría compartir con él más, aunque, todo lo bueno que le venga, me hará sentir contento”.

El portero, uno de los capitanes del Compostela y una voz de peso en el vestuario, aplaude la capacidad y las ganas que demostró Pablo Durán durante el curso: “Es un niño al que le gusta entrenar y trabajar, que se cuida y es profesional”.

“Tiene la cabeza bien asentada, pide consejos, es humilde y no ha dado problemas”, concluyó.