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PLENO AL 15 del compos /13. póker de goles en logroño El partido ante el colista de Primera era el último antes de la recta clave: las diez últimas jornadas de liga // En un día espectacular, la SD logró su mayor goleada del curso, 0-4 // Doscientos seguidores blanquiazules lo festejaron allí TEXTO A. Pais

Todo salió bien en Las Gaunas

PLENO AL 15 del compos /13. póker de goles en logroño El partido ante el colista de Primera era el último antes de la recta clave: las diez últimas jornadas de liga // En un día espectacular, la SD logró su mayor goleada del curso, 0-4 // Doscientos seguidores blanquiazules lo festejaron allí

1. SD Compostela-Real Sociedad Jornada 1 0-2

2. Real Oviedo-SD Compostela Jornada 2 2-2

3. SD Compostela-Valladolid Jornada 3 1-0

4. Celta de Vigo-SD Compostela Jornada 6 1-2

5. Real Madrid-SD Compostela Jornada 8 1-1

6. Albacete-SD Compostela Jornada 10 1-3

7. SD Compostela-Real Zaragoza Jornada 16 3-2

8. Atlético de Madrid-SD Compostela Jornada 17 1-1

9. SD Compostela-Barcelona Jornada 23 1-2

10. Deportivo-SD Compostela Jornada 24 1-0

11. SD Compostela-Celta de Vigo Jornada 25 2-0

12. SD Compostela-Real Madrid Jornada 27 1-1

13. Logroñés-SD Compostela Jornada 28 0-4

14. SD Compostela-¿? Jornada - ---

Pleno al 15. SD Compostela-¿? Jornada - ---

¡Qué bonita es Logroño, qué gran tierra es La Rioja! Qué grande es su gente y qué buenos productos ofrece: el vino es mundialmente famoso, pero hay mucho más. Y qué bien trató esa tierra a la SD Compostela un soleado 9 de abril de 1995: esa dulce jornada, la 28 de Liga, en un campo con solera como Las Gaunas, el equipo blanquiazul logró su triunfo más amplio de la temporada 1994-95: un póker de goles en el que, como sucede en los grandes equipos, ninguno de sus jugadores marca más de uno (aquel antiguo Liverpool que ganó 1-9 en la liga inglesa... y los nueve goles tuvieron nueve firmas).

Una semana después de haber empatado en San Lázaro frente al Real Madrid, esa pequeña proeza, una semana antes de entrar en lo que los sabios del fútbol, encabezados por Luis Aragonés, dijeron que se decidía todo, o casi todo, en las ligas: las diez últimas jornadas, el Compos sabía que en Logroño lo estaba esperando una oportunidad única de vencer a domicilio y dar otro paso hacia la salvación. Llegó a Logroño con tres negativos.

La oportunidad no había que dejarla pasar, en juego estaba vivir más tranquilo, dentro de lo que cabe hablar de tranquilidad en el fútbol. El rival era el colista, un Logroñés que esa temporada fue un verdadero desastre: tuvo cinco entrenadores, contando las tres jornadas que el lucense Fabri se sentó en su banquillo. Ese día lo dirgió Antonio Ruiz, que tampoco tuvo fortuna en los doce partidos con el equipo (bueno, entonces el Logroñés era ya una suma de jugadores desmotivados).

Cambiar de entrenador es mala señal. El Logroñés, con sus cinco técnicos (Rubén Galilea, de la casa, sólo lo entrenó las cuatro últimas jornadas de liga) ganó ese curso dos partidos; empató nueve y perdió... 27. Sumó al final 13 puntos, marcó 15 goles y encajó 79... una temporada realmente calamitosa.

En la jornada 28, el equipo riojano estaba ya herido de muerte: sólo un milagro futbolístico lo podía salvar del descenso. Y a Logroño fue el Compos, al que acompañaron (casi todos viajaron toda la noche en autobús, algunos en coche) 200 seguidores, con los Compos Tolos y su pancarta gigante a la cabeza; pero también otras peñas: Vidán, Korai, San Caetano, Vilas (con esos dos gigantes en humanidad, los hermanos Paco y Moncho Vilas).

Allí se reunió con los Vilas, permítanme contar, un amigo suyo de la niñez, de juegos de fútbol en el patio cubierto de la casa familiar, en tantos días lluviosos: don Antonio Pais, mi señor padre.

El joven Pais vio el abrazo entre amigos eternos. En el campo, después, vivió una extraña situación: con el palco en obras, creo recordar, tocó ver el partido a pie de campo, en una modesta silla de madera: inusual en Primera. A ras de suelo el fútbol puro, el esfuerzo de los titanes, se aprecia mucho mejor; pero la visión es peor.

En la crónica de ese 9 de abril en EL CORREO GALLEGO ya se apuntó que un 0-4 puede llevar a la idea equivocada de que un partido de fútbol puede ser fácil. Mentira: nunca existe un partido fácil.

Tampoco lo fue el de Logroño, pese al 0-4 final. El Compostela sabía que en el inicio iba a estar lo más complicado: hasta el primer golpe, el Logroñés iba a mantener una cierta moral, la defensa alta del boxeo. Un gol, propio o del rival, puede cambiarlo todo en un partido. Y así, nada más empezar, cuando ya don Agustín Abadía había recibido aplausos procedentes de una grada que no lo había olvidado, en el minuto 6 Iru realizó una buena parada tras remate de Juanma.

DOMINIO. El Compos no encajó el 1-0, el Logroñés no encontró esa vía de salida a su laberinto. Y en una mala primera parte sólo contó para el marcador el tanto del Compos. Llegando a la media hora del partido, Paco Llorente entró por la derecha, su centro lo rechazó la defensa y Passi anotó de volea: 0-1.

Ese tanto dejó tocado, pero no hundido, al Logroñés. El partido continuó con mucha lucha, con poco fútbol. Tras el descanso, más de lo mismo hasta que llegó el típico pase en profundidad de Fabiano a Ohen y el noveno gol del nigeriano en la temporada: 0-2. Ese tanto sí que mató al equipo local, silbado por su afición. Dos minutos después, Villena, con un gran lanzamiento de falta, marcó el 0-3: su primer gol con el Compos.

Y ya en la recta final, la guinda: Vendaval Suso Moure anotó su primer gol en Primera con la SD. Moure había marcado en todas las categorías inferiores con la SD. El récord, qué grande, cerró el triunfo en un día perfecto.

03 may 2020 / 22:08
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