Un Barça sublime pero no inalcanzable

“Somos capaces de ser competitivos contra estos equipos. Lógicamente son rivales de máximo nivel, líderes en Euroliga, con un potencial enorme y el reto es más difícil, pero no inalcanzable, ni mucho menos. Jugamos por derecho propio en la Liga Endesa, no vamos a un torneo al Palau, y desde el punto de vista del jugador creo que disfrutan mucho estos encuentros porque si eres un competidor quieres enfrentarte a los mejores. Además ahora el Palau presenta un ambiente fantástico y son partidos especiales y de alta motivación”.

No necesita Moncho Fernández más arenga para los suyos. El Monbus Obradoiro visita esta mañana al FC Barcelona (12.30 horas), se mide a una de las mejores plantillas de Europa y a uno de los conjuntos con mayor potencial, calidad, experiencia, físico y trabajo táctico del continente, pero hasta los Goliath cuentan con debilidades, con días grises, y la misión del equipo compostelano es encontrar esa mínima opción y estrujarla al máximo. Quiere el grupo reivindicarse, como lo hizo en el derbi frente al Río Breogán, como lo ha hecho en otros momentos de su trayectoria en la elite del baloncesto español cuando más negro semejaba el horizonte, pero la afrenta exige de un paso adelante que el propio entrenador compostelano ha marcado: mantener la línea en defensa de las últimas jornadas, reducir al mínimo las pérdidas de balón, y acertar de una vez de cara al aro, especialmente en el tiro de 3 puntos, su mayor lastre desde el inicio de la Liga.

“Como siempre que hablamos de equipos de este nivel, hay que hacer muchas cosas bien en el aspecto defensivo y en el aspecto ofensivo para poder tener opciones de victoria”, sopesaba el técnico santiagués en la previa. “Porque no solo son un gran equipo desde el punto de vista del ataque, creo que no hay mucho que decir al aficionado de la calidad individual de sus jugadores o de la calidad como colectivo, sino que defensivamente son top, de los equipos que mejor defienden sin ningún tipo de dudas en la media pista de toda la Liga. Lo dicen los números”, añadía.

Una telaraña. Y lo interioriza la propia plantilla blaugrana, consciente de que sus 73,1 puntos encajados en la competición doméstica le convierten en el mejor equipo en la retaguardia. Su telaraña apenas si resulta franqueable pues sólo Baskonia (78-91) y Manresa (95-96) superaron la barrera de los 90 puntos, y por ahí cimentaron su victoria. “Veo al equipo muy bien, estamos preparados. Ellos no están haciendo muy buena temporada pero seguro que van a venir con muchas ganas y hay que estar preparados”, confesaba Rolands Smits a El Mundo Deportivo ayer antes de continuar: “La clave será la defensa, tenemos que seguir defendiendo muy bien”. En 66 puntos dejó el Barça al Bayern de Munich el martes y en 66 al Panathinaikos el jueves... en el vestuario culé se busca la semana perfecta antes de un nuevo clásico frente al Real Madrid el próximo viernes.

Enfermería. Sin Higgins -que medita aún si pasa por el quirófano para solventar su fascitis plantar- ni Abrines ni Oriola, Saras Jasikevicius dirige con tono marcial a un grupo poco dado a dejarse sorprender. Las opciones del Obra en el Palau pasarán por la batalla en la cancha, con las armas y las trampas tácticas ideadas y trabajadas a lo largo de una semana en la que Moncho Fernández apenas si ha podido contar con Braydon Hobbs, que hasta el jueves no se reincorporó al grupo tras superar el covid.

“Veo la mejoría en algo que se le ha pedido al equipo, que es la defensa, pero ahora tenemos que conseguirla en las pérdidas y en un aspecto que nos está matando desde el inicio de la Liga que es la falta de acierto en el lanzamiento de 3”, admitía este viernes Moncho Fernández. “Me da miedo que cada vez que los tiradores se enfrenten a un tiro solos eso genere una sicosis, lo que pasa a veces con los tiros libres cuando un jugador de buen porcentaje coge una mala racha”, admitía y continuaba: “Tenemos que hacerles ver que cuando estén solos tienen que tirar porque la confianza vuelve tirando, no hay otro camino. Seguro que muchos habrán leído el artículo de Toni Nadal en el que decía que para conseguir lo que había conseguido Rafa había fallado miles de veces y la única forma era seguir adelante. Porque esa es la manera de lograrlo”.

La perseverancia también debe ser hoy aliada del Obra en el Palau. Como la agresividad, la intensidad, la concentración, el carácter y el trabajo. Enfrente está un grande, un Barça extraordinariamente bien trabajado como colectivo y sublime en su armamento individual.