Un ciclón llamado Arzúa arrolla al colista Estudiantil en O Viso

El Arzúa goleó al Estudiantil por 6-1 en un partido aplazado de la quinta jornada que dejó sentenciado ya en el minuto 20. El conjunto local logró así su máxima recompensa goleadora en la temporada y media que ha disputado en Tercera División, y castigó a un rival que sigue sin saber lo que es ganar y que es colista de su subgrupo.

El partido comenzó con velocidad aunque con escasa precisión. Precisamente de ese ida y vuelta llegó el 1-0. Pedro Delgado despejó un balón suelto cerca de su área y se generó una transición de tres contra tres, en la que Brais Pedreira condujo desde el centro del campo, abrió a derecha para Lodeiro quien centró al punto de penalti. Allí apareció nuevamente Brais Pedreira para cabecear a gol.

Tres minutos más tarde, Manu surgió desde segunda línea para sacar partido de un intento visitante de dejarle en fuera de juego. Controló el balón, lo picó y superó por alto a Óscar Santiago y, tras recogerlo en el área pequeña, marcó a puerta vacía. Sólo habían pasado siete minutos. Marqueta salvó, en la respuesta visitante, un doble intento de Rubén Márquez.

Íker, en el minuto 20, dejó el choque visto para sentencia en un tanto en el que le ayudó la fortuna. Después de un despeje de la zaga tras una falta botada desde la izquierda, Brais Pedreira disparó desde fuera del área en semifallo y el cuero cayó en las botas del goleador, quien no perdonó.

Con el 3-0 apareció el Estudiantil, que logró estirarse y visitar el área contraria. Así encontró premio en una falta que cabeceó Rubén Márquez a la red. Ese tanto obligó al Arzúa a ser menos ambicioso. Dio un paso atrás y supo controlar al equipo compostelano, que no se encontró cómodo en el césped artificial de O Viso muy mojado ante el temporal.

Esa reacción visitante se acabó en el descanso, y a la vuelta de vestuarios el choque tuvo color local. En el minuto 55, Brais Pedreira abrió a la izquierda para Íker, quien en el borde del área recortó hacia su pierna derecha y marcó el cuarto gol. Ese tanto desarboló por completo al Estudiantil, que se desorientó. Borja Míguez cerró la goleada con otros dos goles.