Un doblete de Durán da la victoria al Compostela

Después de cuatro empates a un tanto consecutivos, el Compostela volvió a la senda de la victoria. Un mes después de aquél triunfo ante el Móstoles, consiguió ganar por primera vez como visitante. Se impuso al Llanera en el incómodo Pepe Quimarán, y mantiene la pelea por los puestos de privilegio. Pablo Durán estrenó su titularidad con un doblete que supuso tres puntos.

Con variantes en su forma de jugar se presentó el cuadro preparado por Rodri, que no arriesgó en las salidas, sino que buscó balones en largo para provocar transiciones rápidas, y que buscó hacerse fuerte en las acciones a balón parado.

Antes de alcanzar el cuarto de hora, dos saques de esquina desde el sector izquierdo generaron sobresalto en el área local. En ambas oportunidades, Samu fue el ejecutor, quien botó cerrado y a media altura, lo que provocó la intervención de Miguel para evitar posibles rebotes de peligro.

Un pelotazo de Pato desde su propia área, para aprovechar las cortas dimensiones del Pepe Quimarán, minutos más tarde, encontró a Escudero en carrera emparejado con el último hombre local, ligeramente escorado. El remate se marchó desviado.

Tras un primer cuarto de hora en el que, a pesar de las circunstancias, el Compostela ejerció de dominador, su rival logró nivelar el desarrollo de la contienda, con un aumento en las asperezas en la parcela ancha, que llevó al colegiado a mostrar tres cartulinas amarillas.

El primer tanto del partido fue visitante y llegó en una acción de laboratorio específica para el Pepe Quimerán. Roque sacó de banda, los hombres altos arrastraron a la defensa hacia el área pequeña y desde el segundo palo apareció Pablo Durán en el punto de penalti para conectar un derechazo por la escuadra.

Con el 0-1 el desarrollo del partido varió poco, aunque, desde ese momento, el Llanera comenzó a encontrar una mayor profundidad en sus acciones de ataque, especialmente en el balón parado. Primero logró cabecear dos veces en el área visitante. El último, de Espinar, encontró la respuesta de Pato.

En el minuto 41 llegó el empate, en un saque de esquina. El cuero, al segundo palo, volvió a encontrar la cabeza de un jugador local, quien devolvió el esférico al centro, en el borde del área pequeña. Saha logró manejar el equilibrio de su cuerpo para mandar un remate poco ortodoxo a la red.

El Compostela se asentó en la segunda parte y, sobre todo, ganó en solidez en la mitad defensiva de su juego. Mantuvo el guion de no complicar su salida de balón y controló los intentos de su oponente.

En ataque volvió a ser todo lo dinámico que le dejó el terreno de juego y sus dimensiones. Pero estuvo hábil para intentar sacar provecho de los fallos de su rival. Casi acierta Pablo Durán en el 50, con la complicidad de Miguel. Peleó el balón con la última línea y sacó un remate bombeado desde la frontal que se le escurrió al cancerbero y se marchó junto al palo.

Otia casi bate a su portero, que se rehizo y salvó el gol con un paradón, en el minuto 58, y nueve minutos más tarde, el meta evitó el tanto en un remate a bocajarro de Escudero tras un saque de banda de Roque que tocó Guille en el primer palo.

Un saque de portería fue el preludio del 1-2. Pato golpeó desde su área, y el balón viajó, peinada mediante, a la zona de peligro de campo local, allí maniobró Pablo Durán, que se filtró entre los centrales y definió raso ante Miguel.

El Llanera buscó la heroica. Se estiró y trató, a base de pelotazos, de meter al Compostela en su campo. Sin embargo, el cuadro preparado por Rodri supo resistir e incluso disfrutó de oportunidades para poner tierra de por medio. Rafa Mella se topó con la respuesta de Miguel, y Primo estuvo cerca en un centro atrás, en la prolongación. El 1-2 devolvió la alegría a un Compostela que suma ocho partidos sin perder en el arranque de temporada.