Un golpe en la mesa: el Obra testa su momento dulce ante otro grande

Gusta, convence y vence este Monbus Obradoiro de la pandemia. El proyecto 2020/21 está exhibiendo un juego más vertical, más directo, con un movimiento de balón más rápido y un ritmo mayor, pero sobre todo con una capacidad excepcional por parte de prácticamente todos sus jugadores de fabricarse sus propias canastas sin depender del eterno enroque de pases que tanto lastraba el dinamismo de las jugadas no hace tanto.

Engancha el conjunto compostelano, hay quien lo etiqueta incluso como equipo revelación, un adjetivo consecuencia una vez más no tanto por la capacidades de su cuerpo técnico, de sobras conocidas ya después de 10 temporadas consecutivas en la Liga Endesa, sino por la incursión en esta ACB de desconocidos como Laurynas Birutis, Beliauskas o Kassius Robertson, pero si bien el obraodoirismo, desde la distancia aún, ha celebrado con pasión las victorias ante Fuenlabrada, Manresa, Betis, GBC y Gran Canaria, las derrotas frente a Real Madrid y Valencia -Bilbao es de momento el partido tonto del curso- han dejado el resquemor de quien roza la gesta pero se le escapa entre los dedos. Nadie quiere que esa sensación se repita hoy (12.30 horas) ante otro grande como el Unicaja.

Visita el cuadro santiagués a un cuadro malacitano al que le costó asentarse en este inicio de temporada, pero que el viernes evidenció, superando sin contemplaciones al Casademont Zaragoza (63-92) de Diego Ocampo, que parece haber enderezado ya el rumbo. Aún no ha ganado el plantel de Luis Casimiro sin el apoyo de su Marea Verde -sus tres partidos en casa se traducen en tres derrotas ante Barça, Manresa e Iberostar- pero ya está respondiendo, tanto en ataque como en defensa, como se espera de un equipo llamado por calidad, presupuesto y abolengo, a la parte noble de la clasificación, con la clasificación para la Copa del Rey como primer objetivo inmediato.

“Unicaja está siguiendo claramente una línea ascendente acorde con su potencial y acorde con su historia. Como todos los equipos de esta Liga también se ha visto golpeado con temas relacionado con la covid, haber parado, partidos que se suspenden, muchas lesiones, y ahora que está alcanzando una línea de normalidad ya estamos viendo en los últimos partidos que está siendo capaz de ser lo que es, uno de los grandes equipos de España y de Europa”, avisa el técnico del Monbus, Moncho Fernández.

Porque es imposible que el Obradoiro peque de confianza ante su anfitrión de hoy, un rival sobrado de puntería en su línea exterior, que rezuma veteranía en sus hombres grandes y a un Alberto Díaz en modo “robot”, como asumía esta semana su amigo Pepe Pozas, se añade ahora el retorno a la dirección de un Jaime Fernández hambriento por mantener el excepcional nivel de juego que atesoraba antes de su inoportuna operación de los dos talones ya en mayo. “El potencial de su perímetro está al alcance de muy pocos equipos porque todos sus jugadores tienen muchísima pólvora, cuentan con un perímetro increíble y además por números Málaga es el equipo que le provoca más pérdidas al rival con mucha diferencia respecto al segundo en la Liga Endesa”, advierte el técnico compostelano: “Eso habla de su capacidad defensiva, de su agresividad, del trabajo en las líneas de pase, en los bloqueos directos... Es un equipo que tiene de todo”.

Y todo esto lo corroboraba el viernes Luis Casimiro, que ponía en acento en el trabajo atrás de los suyos como clave para superar al Zaragoza: “Hemos hecho un muy buen trabajo defensivo, muy concentrado, sin cometer errores y dominando el rebote, lo que nos ha dado mucha tranquilidad para ir al ataque y tener mucha confianza”.

En alerta. “Tienen un juego en transición muy potente, un perímetro donde cualquiera sería una estrella en cualquier otro equipo porque tienen una capacidad de anotación altísima. Está Alberto Díaz que parece un súper hombre, Brizuela, Bouteille, Francis Alonso que está jugando increíble, Waczynski... Son un equipo potentísimo y por ahí vienen muchos de sus peligros, junto a la veteranía de Thompson y la intimidación de Guerrero y de Nzosa”, replica Moncho Fernández.

Por eso reitera el entrenador del Obra “que nuestro ataque va a condicionar nuestra defensa y debemos evitar todas esas pérdidas que genera el Unicaja en el rival y que les permiten acciones rápidas de transición”. “Por ahí pasarán nuestras opciones”, alerta.

El de hoy será el tercer partido en cinco días para el Unicaja, los dos primeros los resolvió con victoria, pero si el Obra exhibe el juego, la solidaridad, el descaro y el hambre que ha marcado su inicio de temporada, cuando menos le tocará sufrir.