Una peli de suspense con final feliz para el Obra

Llegaba en racha el Morabanc Andorra, pero el Monbus Obradoiro sacó su versión de los días de gala en el Multiusos de Sar para firmar la séptima victoria de la temporada (81-73) y ganar oxígeno en una zona baja de la Liga Endesa que no concede ninguna tregua a nadie.

En la noche de los Premios Goya, la Caldeira presenció una película de suspense, porque el conjunto santiagués dominó durante casi todo el encuentro pero, involuntariamente, puso emoción al desenlace del choque con un tercer cuarto desastroso. Eso sí, hubo final feliz.

En un partido en el que brillaron Scrubb (22 puntos, 25 créditos de valoración) y Birutis (19 tantos, 29 de valoración), Braydon Hobbs fue el amo y señor mandando, dirigiendo y haciendo que sus compañeros lo echasen de menos sin él en la pista. Terminó con 15 puntos, 9 asistencias y 24 de valoración.

Con su habitual quinteto de gala (Hobbs, Robertson, Scrubb, Ellenson, Birutis), el Obra arrancó el partido con las ideas claras en ataque, buscando a Birutis en cuanto se presentaba la ocasión, y con intensidad y actividad en el lado defensivo. Fruto de ello logró las primeras ventajas ante un rival desacertado (10-3, min. 4). El técnico visitante, David Eudal, buscó más tiro introduciendo a Crawford y Morgan, pero sus jugadores sufrían al no poder correr por el alto acierto del equipo santiagués, que se escapó en el marcador con un 2+1 de Ellenson (19-6, min. 7).

Comenzaron las rotaciones, más tempranas en el Andorra, y quien se convirtió en un dolor de cabeza para la defensa local fue Víctor Arteaga, haciendo daño en la pintura con la ayuda del exobradoirista Nacho Llovet para reducir la distancia (20-14, min. 10). Con cuatro tiros libres seguidos, uno de Robertson y tres de Scrubb al recibir falta cuando lanzaba un triple, se cerró el primer cuarto con la renta del Obradoiro en dobles dígitos (24-14, min. 10).

Entraron Muñoz y Beliauskas para dar un respiro a Robertson y Scrubb, y el Andorra no fue capaz de aprovechar que los árbitros comenzaron a pitar los pequeños contactos para situar al Obra con cinco personales en apenas dos minutos y medio. Bailando al son de un inconmensurable Braydon Hobbs, que hace que toda la orquesta suene bien cuando está inspirado (siete asistencias al descanso), el cuadro de Moncho Fernández estiró un poco más su renta (37-20, min. 15).

Entonces el acierto local decayó ligeramente y eso significó que el Andorra pudo correr al contraataque con más frecuencia, con Codi Miller-McIntyre sacando rédito en tres acciones consecutivas (37-26, min. 17). Con Mekel de vuelta tras su larga lesión el conjunto pirenaico estrechó todavía más el marcador (41-31, min. 19). Al descanso, un 46-35 que fue premiado por la Caldeira con una ovación a los suyos en reconocimiento al esfuerzo y al buen baloncesto desplegado.

EN PROBLEMAS. El Obra siguió a lo suyo en el inicio del tercer periodo, pero en menos de dos minutos recibió un mazazo con la tercera falta personal de Braydon Hobbs. El marcador era de 50-39 para el cuadro local, que comenzó su progresivo derrumbe. Arteaga siguió haciendo daño en la zona, Mekel empezó a crecer y tras un parcial de 4-12 (54-51, min. 26) Moncho Fernández tuvo que recurrir a Albert Oliver ante los problemas de Fernando Zurbriggen para poner orden en ataque.

Tampoco el base de Terrassa fue la solución. Dos triples de Moussa Diagne culminaron la remontada visitante (56-57, min. 29) y Sar se quedó de piedra ante el desplome local. El Andorra incluso incrementó su renta para afrontar el periodo definitivo (57-61, min. 30).

Moncho Fernández no esperó más. Pese al riesgo, devolvió a Hobbs a la pista y su entrada fue un bálsamo porque curó todos los males del Obra. Anotó, dirigió y comandó un parcial de 9-0 en cinco minutos que devolvió la esperanza a Sar (66-61, min. 35).

Tras cinco minutos, Hannah firmó la primera canasta del Andorra en el último cuarto y con 68-64 llegó otro momento crítico: cuarta falta de Hobbs. Moncho llamó a Zurbriggen y tras varios minutos sin que el marcador se moviese, un triple de Hannah y un tiro libre del base tras técnica al entrenador local por protestar provocó el empate (68-68, min. 38).

De nuevo regresó Hobbs para los dos últimos minutos de infarto y su presencia resultó fundamental para cerrar el partido. Un triple del propio base estadounidense y dos tiros libres convertidos por Ellenson pusieron la directa de cara al último minuto (73-68, min. 39) y el Obradoiro sentenció la victoria desde la línea de personal. El partido acabó en una fiesta de la grada y la Caldeira se permitió ovacionar a Scrubb al grito de “¡MVP, MVP!”.

Sin demasiado tiempo para recrearse, el Monbus Obradoiro vuelve a Sar el miércoles para recibir al Coosur Betis (20.30 horas).