Los portugueses ya no repostan en España

La raya para repostar aprovechaban para hacer compras y eso ha afectado a negocios

Un profesional llenando el depósito de un vehículo en una gasolinera

Un profesional llenando el depósito de un vehículo en una gasolinera / Jesús Prieto

Alberto Ferreras/EFE

Estaciones de servicio y otros establecimientos comerciales de municipios españoles situados en el entorno de "la raya" fronteriza con Portugal han visto reducidas sus ventas desde principios de año como consecuencia de que los precios del combustible en ambos países se han igualado y los vecinos lusos ya no cruzan la frontera para repostar sus vehículos en España.

La situación, generalizada en toda la zona rayana desde Tui hasta Ayamonte, se ha notado especialmente en lugares como Alcañices (Zamora), una localidad de un millar de habitantes que vive en gran parte del comercio de la frontera y que atraviesa la carretera Nacional 122 española, una de las principales vías de comunicación entre Oporto y Francia que conecta con la Autopista A-4 portuguesa.

En la gasolinera Fertol del casco urbano del pueblo, que cuenta con catorce trabajadores, su gerente, Domingo Fernández, ha explicado que desde que se quitó la bonificación generalizada de los combustibles las ventas han bajado un 50 % ya que "ahora mismo tenemos los precios más o menos como en Portugal o quizá un pelín más caros", ha declarado a EFE.

De cuatro a dos gasolineros por turno

Por ello, en esa estación de servicio han pasado de cuatro a dos empleados por turno y tendrán que recortar la plantilla si la situación no mejora porque es "insoportable, si no vendes y tienes que pagar muchas nóminas al final acabas perdiendo dinero", ha razonado.

También ha hecho hincapié en la repercusión indirecta en supermercados, carnicerías y otros comercios del pueblo, ya que los ciudadanos portugueses que se desplazaban para repostar en España por el menor coste de los combustibles de paso aprovechaban para hacer compras.

Uno de los que sí ha repostado en esa gasolinera ha sido Zakaria Rachidi, que reside en Braganza, la capital de la región lusa de Tras os Montes, aunque ha aclarado que lo ha hecho porque le quedaba de paso porque antes sí cruzaba la frontera para llenar el coche de combustible pero ahora ya no le es rentable.

Antes ahorraban hasta 20 euros

"Antes había una gran diferencia, podías ahorrar hasta 20 euros -por repostaje-, ahora es igual el precio", ha señalado.

Muchos de esos clientes, ya que cruzaban la raya para repostar aprovechaban para hacer compras y eso ha afectado a negocios como el centro comercial Agroturiel de Alcañices, cuyo responsable, Fernando Turiel, ha admitido que lo nota "bastante, porque el 80 por ciento de mis clientes son portugueses".

Aún así ha recordado que las fluctuaciones entre un lado y otro de la frontera según oleadas es algo cíclico ya que antes de la llegada del euro ya se daban dependiendo del nivel adquisitivo de cada moneda nacional y posteriormente se han producido tanto por los combustibles como por otros productos en los que existen diferencias de precio o acceso según al lado de la raya al que se esté.

Salvados por el descuento de la petrolera

En Fuentes de Oñoro (Zamora), otra de las principales vías de comunicación entre Castilla y León y Portugal, también se han reducido las ventas de combustible, según ha reconocido el encargado de la estación de servicio La Pedresina, Pedro Navarro, que ha explicado que a ellos al menos les ha ayudado algo que Cepsa mantenga el descuento de 10 céntimos por litro a sus clientes, pero cuando a finales de marzo lo quite todo puede empeorar.

Al ser una gasolinera de paso también les ha beneficiado que los precios de los combustibles en el interior de Portugal siguen siendo algo más caros, aunque en la zona de frontera están prácticamente igualados.

Recortes de plantilla en el comercio

Navarro ha asegurado que la ausencia de clientes portugueses que antes cruzaban la frontera con el único objetivo de repostar también ha afectado a otros comercios de Fuentes de Oñoro como el supermercado de una gran cadena distribución, carnicerías y panaderías y algunos de esos comercios ya han reducido plantilla.

Su gasolinera al menos mantiene a sus doce empleados e intentará "aguantar el tirón, pero si sigue la cosa así después del verano habrá que