Productores lácteos alertan del suicidio del sector si se retrocede en la Ley de la cadena

Además de las consecuencias de la sequía, los elevados costes de producción o la renovación de la mayoría de los contratos de entrega, que vencen el 31 de julio, los productores lácteos gallegos suman una nueva preocupación: la posibilidad de una vuelta atrás en la Ley de la cadena alimentaria, concretamente en el artículo que defiende que no se puede vender por debajo de los costes de producción. Un escenario que, de producirse, sería un suicidio para el sector, denuncia el sindicato Unións Agrarias (UUAA), como verbalizaron este miércoles en rueda de prensa en Santiago el secretario xeral de la organización, Roberto García, y el responsable de coordinación sectorial, Félix Porto.

Por un lado, indicó Porto, la Federación de Industrias Lácteas (Fenil), “que aglutina el 90 % de la leche que se comercializa y se recoge en toda España”, traslada propuestas por escrito a través de un decálogo diciendo que hay que mejorar la situación del sector productor y hacer atractivo el rural, pero en realidad hace lo contrario: “presentan a finales de 2022 un contencioso administrativo, donde básicamente lo que pide es que se elimine lo que se regula como compra de leche a pérdidas”, criticó. “Trata de eliminar la modificación de la ley de cadena y que se suprima la parte donde se obliga a todos los eslabones de la cadena a pagar como mínimo lo que le cuesta producir a la anterior”.

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Lo que está trasladando la industria, recalcó Porto, es eliminar esa cláusula que se introduce en todos los contratos donde se comprometen a cubrir los costes de producción. El próximo miércoles, avanzó, la Fenil presenta en el Tribunal Supremo una pericial “para intentar atacar una legislación que nosotros defendimos ”. A las diez de la mañana, puntualizó el reprensentante de UUAA, se van a ratificar ante el Supremo tanto la pericial que presenta la Fenil como la que también presenta UUAA, “que concuerda con la de la abogacía del Estado”, y que defiende la validez de la norma.

Renovación de contratos

Por otra parte, recordó Porto que el el 1 de agosto se tienen que renovar la mayor parte de los contratos de entrega de leche. Antes del 1 de junio, según establece la norma, la industria tiene que presentar sus ofertas y a partir de ahí hay dos meses para llegar a un acuerdo. Un período en el que instan a la administración a poner en marcha instrumentos que son “fundamentales” para los ganaderos, como el observatorio lácteo, de cara a contar con índices “objetivos” y oficiales que ayuden a cumplir la ley de la cadena alimentaria, “especialmente el artículo donde se dice que los precios que se perciben por parte de los ganaderos no pueden estar por debajo de los costes de producción”.

La situación hasta hace dos meses era “aceptable”, recalcan desde Unións. En abril, sin embargo, denuncian que la industria les trasladó una primera bajada de precios importante y “unilateral”. “Nos presentó unos contratos de adhesión que no permiten ni negociar y a los que la mayor parte de los productores se tuvieron que adherir con bajadas importantes, de entre 7 y diez céntimos el litro en Galicia”. En este momento, avanza la organización, los compradores están trasladando su intención de una nueva bajada, “que nos preocupa más después de la subida de costes en esta última etapa”, pues aunque es cierto que hay una bajada de elementos como el petróleo, esta “no repercute” en los costes de producción del sector. Ante esta fotografía, requieren que la administración “actúe” y que articule las medidas que “venimos reclamando desde hace tiempo y que permanentemente se anuncian pero que no están funcionando y no están publicadas en los diarios oficiales”, se quejan.

La industria láctea consuma en abril una rebaja del 10% en el precio que abona a los ganaderos

Después de que en 2022 España se produjera menos leche que el año anterior por primera vez, Roberto García avisa de que “nos podemos encontrar” con una segunda anualidad donde se de una disminución del volumen, debido al cierre de explotaciones por envejecimiento y falta de rentabilidad, además del encarecimiento de los costes de producción y la sequía”. De hecho, esgrime que en el sur de España está aumentando el número de vacas que van a matadero ante la falta de forraje.

Con la última bajada “unilateral”, sin razón de marcado, que la industria tomó en Galicia el 1 de abril, “los ganaderos gallegos cobramos cada mes 24,7 millones menos”, cuantificó el secretario xeral de UUAA. El 1 de agosto “tenemos que poner todos pie en pared”, enfatizó, no solo para que no se produzca una nueva bajada, sino para que si continúan subiendo los costes se hable de una recuperación de precios”. Si no hacemos nada, dijo, “tendremos que seguir sumándonos a un contrato que si no lo firmamos no nos recogen la leche”. Por ello, insta a la Xunta a que publique los datos de la Conta Láctea para que sirvan de elemento de referencia antes de que se produzca esta negociación y no a posteriori de que los contratos estén firmados.“No pretendemos ganar más, pero tampoco que nos bajen el precio si el coste no baja”, zanjó.