Entrevista | José Manuel López Vilariño Presidente del Clúster Tecnolóxico Empresarial das Ciencias da Vida (Bioga)

“Hace años al biotech gallego le costaba atraer fondos, ahora nos llaman ellos”

José Manuel López Vilariño, nuevo presidente de Bioga

José Manuel López Vilariño, nuevo presidente de Bioga / roi rodríguez

El responsable de I+D en Hijos de Rivera asume el relevo de Carme Pampín, tras más de una década como presidenta del Clúster, como un reto “muy interesante” y con la intención de seguir creciendo. Bioga integra a 104 entidades tras incorporar 21 nuevos socios el último año.

Después de 12 años al frente de Bioga, en los que consiguió situar al sector biotecnológico gallego a la vanguardia, Carme Pampín le cede el testigo. ¿Cómo asume el reto?

Carme ha estado desde el principio. Consiguió establecer el Clúster, madurarlo y ahora estamos ya en una etapa de crecimiento. Es una herencia muy buena y deja unas expectativas maravillosas. Es un Clúster que funciona muy bien, todo el que participa viene con mucho ánimo de colaborar y yo creo que es uno de los grandes éxitos de su buen trabajo. Ha logrado que la gente ponga un poquito de su parte para el beneficio de todos. Trabajando en un ámbito tan complejo como la biotecnología, muy difícil de entender y más hace diez años, ha conseguido hacerle un hueco en una comunidad como la gallega y ahora parece que está en boca de todos. Desde luego es un reto muy interesante.

¿Qué objetivos tienen el sector y en el Clúster Bioga para el período 2023-2024?

El principal reto ahora mismo es el crecimiento. Y al mismo tiempo empezamos a realizar una pequeña internacionalización de las empresas que trabajan en Galicia, que va a ser necesaria impulsar durante varios años porque no es algo que se pueda conseguir en poco tiempo. Una de las cosas buenas que tiene la biotecnología es que trabajando desde una región periférica como es Galicia te permite posicionarte sin problema en el resto de Europa e incluso Estados Unidos o Japón. Ahí está tal vez el reto más desafiante, pero también de más interés.

¿Sigue la actividad manteniendo el impulso en la creación de empresas que llevó a Galicia a estar a la cabeza de España?

Sí, este año también vuelve a tener un gran crecimiento. Prácticamente cada mes tenemos solicitudes. El hecho de ser la segunda o la comunidad de España puede ser circunstancial. Lo importante es la trayectoria de estos años, en los que se ha conseguido que Galicia sea una región realmente activa en la creación de empresas, pero también en que muchas salgan adelante. Esa es una de las cosas que pensamos que se están haciendo bien desde el Clúster, porque ellas nos lo dicen, que en una etapa inicial en la que es muy complejo todo se están encontrando apoyadas y ven referentes en otras compañías que empezaron hace años y lograron un crecimiento sostenido. Estamos consiguiendo que ya no solo por números Galicia esté muy bien colocada, sino también por sensaciones. Lo que nos transmiten desde otros sitios es que Galicia está sonando como una Bioregión importante a nivel europeo. Eso es un de las empresas, del Clúster y de la Administración, que nos está apoyando porque ve que los indicadores que damos son los que esperaban.

¿Su llegada a la presidencia de Bioga desde una empresa como Hijos de Rivera, vinculada a la producción, distribución y comercialización de bebidas, puede ser un guiño a esta apuesta por la hibridación del biotech con otras actividades?

Hay muchas empresas que utilizan la biotecnología de manera tradicional, por ejemplo en la elaboración de pan o de vino, que también son sectores claramente biotecnológicos. Yo creo que realmente la apuesta que hay detrás de esto es que incorpores una tecnología que puede llegar a ser clave para crear productos que son disruptores en el mercado, que es lo que te permite hacer algo diferencial para dar un salto. La biotecnología sí que es cierto que ha nacido un poco asociada a la biomedicina, pero es clave para otros sectores como pueda ser el agroalimentario, medio ambiente, sostenibilidad, circularidad... La biotecnología puede ser clave para ayudar a muchas empresas a generar negocio a corto y a medio plazo.

¿Ayudó la pandemia a crear esta conciencia sobre la utilidad de la biotecnología?

Cuando empezó la pandemia, el sector ya estaba aflorando. Lo que permitieron las soluciones que se encontraron en ese marco fue dar a conocer estas empresas al público. En el ámbito de la biotecnología a muchas empresas les es difícil explicar lo que hacen , porque son muy técnicas y trabajan en aspectos muy específicos. De pronto hemos tenido todos un máster en conocimiento de biotecnología que era totalmente inesperado y eso permitió que mucha gente entendiera lo que se hace y que puede ser clave para la sociedad. Más allá de las cifras permitió una visibilidad mucho mayor.

Una visibilidad que se está traduciendo en que el capital se esté interesando y a Galicia lleguen fondos de otras comunidades o países de fuera. ¿Qué se puede hacer para que esta tendencia se mantenga o incluso se incremente?

Lo que hay que hacer es trabajar bien. Sí que es cierto que hace unos años nos costaba atraer a fondos de inversión para que vinieran a Galicia, que se desplazasen desde Madrid, Barcelona, País Vasco y dieran oportunidades a las empresas gallegas, y ahora nos encontramos con que son ellos los que nos llaman. Ya más que cuantitativo, el sector dio un salto cualitativo enorme. De pronto te llama gente con la cual ni te has puesto en contacto porque le ha llegado el comentario de que aquí se están haciendo cosas, entonces quieren estar. Recientemente nos comentaban que un fondo internacional colocaba a Galicia como una de las cinco Eurorregiones más importantes dentro del sector. Estamos pegando ya un salto en la internacionalización. Estamos consiguiendo que empiece a sonar el nombre fuera y eso es importantísimo tanto para lo que es inversión como oportunidad de negocio. Las marcas regionales funcionan. Yo estoy en una empresa (Hijos de Rivera) que le ayuda un montón la marca regional, lo bien recibidos que son los productos gallegos fuera de la comunidad y el hecho de que en la biotecnología se empiecen a asociar los desarrollos y las empresas que salen de aquí a proyectos en los que vale la pena apostar es clave porque el inversor es lo que quiere. Lo que se está viendo es que las startups que nacen en Galicia tienen bastantes posibilidades de crecer, madurar y expandirse y eso es lo que quiere un inversor. Lo que hay que hacer es conseguir que eso siga siendo posible. Es también una labor del Clúster porque al final nos apoyamos entre todos generando negocio, oportunidades...

¿Qué importancia pueden tener iniciativas como el Polo biotecnológico de A Sionlla, en Santiago, a donde Bioga traslada su sede?

La creación del biopolo puede ser un factor que permita generar una cierta inflación en el desarrollo de la creación de nuevas startups. El factor de inversión inicial que requieren estas empresas muchas veces es algo limitante para que surjan. Coger una nave convencional y transformarla en un laboratorio requiere una inversión muy elevada respecto a otra tipología de negocios como puede ser el ámbito TIC tener unas instalaciones que son adecuadas para las empresas del sector va a apoyar no solo a las que empiezan sino a las que están en una primera etapa de crecimiento y va a ayudar a que surjan más compañías. Además van a estar agrupadas, con lo cual sin duda se van a generar sinergias y Bioga tiene que estar ahí. La apuesta está clara, para nosotros el Biopolo es estratégico, siempre hemos querido estar con las empresas y pensamos que es la manera de que esto funcione. Estar todos en el mismo sitio para que surjan oportunidades, ideas y propuestas va a facilitar que surja un crecimiento más acelerado.

¿Como responsable de I+D de Hijos de Rivera, nos puede avanzar si habrá alguna innovación en el ámbito de las bebidas que nos vaya a sorprender en los próximos meses?

Nuestro objetivo es siempre sorprender. Creo que llevamos varios años consiguiéndolo haciendo con una innovación dentro de una cultura de producción artesana, que siempre ha buscado respetar los orígenes, pero con una apuesta muy definida. Yo creo que se está consiguiendo y aunque en I+D nunca hay corto plazo, a medio y largo plazo sí que contamos con que va a haber productos que sean disruptores en el mercado, algo que posiblemente nos costaría muchísimo si no se hubieran desarrollado tanto los grupos de investigación, centros tecnológicos y stratups que nos apoyan en nuestros estudios porque uno solo no lo puede hacer todo. Al final tener un entorno de alta tecnología nos facilita muchísimo hacer estos estudios en los que estamos trabajando y de los que, por el momento, no podemos contar muchos.