Santiago
+15° C
Actualizado
martes, 23 abril 2024
16:11
h

El más grande de todos los fotógrafos del culturismo

Son ya muchos los años que tenía la intención de escribir un artículo que sirviera no solo para presentar a Arax, un virtuoso de esa técnica que consiste en capturar imágenes empleando para ello la luz, proyectándola y fijándola en forma de imágenes sobre un medio sensible, sino también, para homenajear una vida dedicada a las personas a través de la fotografía.

Mi descubrimiento de la figura de Arax se remonta al año 1989, fecha en la que cayeron en mis manos unas extraordinarias fotografías originales del Mr. Universo Profesional español Juan Ferrero fechadas en 1945. Krikor Djololian, como oficialmente se llamaba Gregor Arax, nació el 27 de febrero de 1897 en Adapazar (Turquía) en el seno de una familia muy humilde y pobre.

A muy corta edad tanto Krikor como sus dos hermanos Haig (nacido en 1893) y Hagop conocido también por Siruni (nacido el 6/04/1890) se quedan huérfanos de padre (Arakel Djololian, pintor de profesión), por ello y dado que las necesidades económicas acuciaban, se mudaron junto con su madre Mariam a Constantinopla (actualmente Estambul), donde encontró un trabajo que le permitía que los niños pudieran seguir sus estudios en diversas escuelas de prestigio como la Essayan Escuela de Guetronagan.

Durante la Primera Guerra Mundial y debido a las atrocidades del genocidio armenio de 1915, los tres hermanos Djololian corrieron diferentes suertes. Al inicio del genocidio, Hagop Sirouni que destacó como periodista, escritor y editor de varios periódicos, fue identificado como uno de los intelectuales armenios, logrando escapar de la redada del 24 de abril durante la cual 650 intelectuales armenios de Constantinopla son arrestados, deportados y luego masacrados en su mayor parte. Gracias a una familia griega que lo mantuvo oculto durante cerca de tres años, pudo evitar ser ejecutado, por lo qué en 1920 tras sobrevivir al genocidio, Hagop Sirouni se fue a Rumania donde desarrolló una destacada carrera literaria. Hagop fallece en Bucarest el 7 de abril de 1973. Peor suerte corrió el segundo de los hermanos, Haig que era un talentoso deportista que acabó siendo asesinado en 1916 mientras militaba en el ejercito otomano.

Krikor, el más joven de los tres hermanos, fue arrestado y deportado en 1915. Terminada la guerra, regresa a Constantinopla, reuniéndose con su familia. Desde 1918 hasta 1922 asume un papel de liderazgo dentro de la Comunidad Armenia de sobrevivientes, y se dedica a la organización de competiciones atléticas. Durante este período comienza a experimentar y desarrollar sus habilidades fotográficas.

En 1922, Krikor y su madre, Mariam, emigran a París, en donde reanuda sus actividades como fotógrafo. Abre un estudio en el número 9 de la Rue Papillon al que llama Studio Arax. A principios de la década de 1930 se traslada al número 31 de Boulevard Raspail. Durante esta etapa se dedica a los retratos de estudio, a los campeonatos de baile de salón y a trabajar como reportero gráfico colaborando con numerosas publicaciones armenias y parisinas retratando la vida social de la comunidad Armenia parisina. En esta etapa de su vida laboral resurgirá un interés también por fotografiar la capital francesa durante la guerra, la liberación de París y la posguerra.

De 1934 1975, con un pequeño paréntesis provocado por la Segunda Guerra Mundial, comienza a colaborar con la revista británica Health and Strength. Durante esta época, recorre las carreteras de Francia en su curioso y singular automóvil (un Fiat 500 que era más conocido por el alias de Topolino), para fotografiar e inmortalizar a los ganadores de los certámenes de culturismo de las federaciones de ‘cultura física’ de Francia, y en alguna ocasión de Bélgica, Suiza y Reino Unido.

Cinco jóvenes, muy populares mundialmente por sus carreras de actor, Steve Reeves, Reg Park, Mickey Hargitay (marido de Jayne Mansfield), Sean Connery y el propio Arnold Schwarzenegger, son inmortalizados por su cámara cumpliendo los criterios de simetría, armonía y proporción que habían sido utilizados por los jueces en el mítico certamen de culturismo de Mr. Universo NABBA, el evento más importante del mundo de éste deporte, la puerta abierta hacia el éxito en nuestra disciplina, que encumbra a los mejores culturistas que muestran el arte que se lleva impreso en el cuerpo, reflejando las proporciones ideales de las antiguas estatuas griegas.

En 1936, Gregor Arax contrae matrimonio Ebrouhie Nalbandia, una rica heredera de los Nalbandianos, propietarios de fábricas y otras propiedades en la ciudad de Sis, en Cilicia. De esa unión nacieron tres hijos: Claude, Eddy y Patrice, quién sin conocerme tuvo la amabilidad y la gentileza de ayudarme en la elaboración de este artículo-homenaje a su padre.

Transcurridos ya unos años desde que finalizara la Segunda Guerra Mundial, creció de forma sostenida la fotografía relacionada con el culto al cuerpo, surgiendo entonces la verdadera Edad de Oro para las revistas de cultura física. Obviamente, los editores se dieron cuenta del filón comercial de este nuevo producto fotográfico, adquirido en su mayoría por un público elitista, de gran poder adquisitivo, que no escatimaba en gastos y que, siempre o casi siempre, las recibían de forma clandestina bajo el título de revistas artísticas. Este producto llevó a las revistas a publicar imágenes cada vez más sensuales y eróticas, pero siempre sin mostrar los genitales, sin embargo, los que deseaban hacerse con fotos de desnudos integrales (que incluían erecciones y rara vez actos sexuales explícitos) las podían conseguir pidiéndolas por encargo.

Curiosamente en un país tan puritano como era entonces los Estados Unidos, es donde surge la mayor demanda, que hace que proliferen los estudios fotográficos. Arax rápidamente es reclamado por las publicaciones norteamericanas atraídas por su talento y su ya consolidada reputación, y sin pensárselo mucho se suma al carro ampliando su negocio con una nueva cartera de modelos de físicos más artísticos que deportivos, y con un estilo de posar que producía imágenes que solían mostrar desnudos frontales con total naturalidad, dedicando una gran parte de su producción a estas imágenes. Para poder llevar a cabo la venta por correo postal de este tipo de imágenes pero que dejasen al descubierto los genitales, Arax ideó el sistema de cubrir con una fina capa de gouache en forma de falsa hoja de higuera los atributos viriles del modelo, que desaparecía fácilmente con un poco de agua una vez en las manos del comprador.

A pesar que todos los fotógrafos físicos tuvieron que lidiar durante los años cincuenta, sesenta y setenta, con el hostigamiento y aplicación estricta de las vagas leyes de la “obscenidad”, y las dificultades de la Iglesia, que no veía con buenos ojos el fenómeno que tachó de inmoral, este fue un período muy productivo, muy gratificante y sobre todo muy rentable en sus carreras y en sus economías, y todo pese a que fue reglamentado y obstaculizado por los regímenes autoritarios, en particular en Italia con el fascismo, donde la producción del desnudo masculino cesó casi del todo hasta finales de la década de 1970.

Paradójicamente, un reflejo de esta tradición cultural se podía rastrear en el arte de los regímenes totalitarios, que consideraron conveniente para sus propios fines la “exaltación del cuerpo” propuesta por el Movimiento de la Cultura Física. Así se explica porque a veces se puede encontrar una sensibilidad homoerótica en imágenes fotográficas oficiales producidas por el fascismo o incluso por el nazismo como fue en la película Olympia, de la directora cinematográfica Leni Riefenstahl, considerada una obra maestra a pesar de que fue encargada expresamente por el régimen nazi.

Pero si todos estos años fueron muy prósperos para Arax, también fueron bastante tumultuosos cuando un grupo de fotógrafos como él dio vida a ese fenómeno llamado foto beefcake. Esta palabra evoca inmediatamente la imagen de un joven haciendo alarde de su físico, pero en realidad se ha utilizado como un término general para un género de fotografía que es tan estadounidense como la música jazz y, sin embargo, fue activamente reprimido por la propia Oficina de Correos de los Estados Unidos y censurado por los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, que creían que la forma masculina desnuda era inherentemente pornográfica. A principios de los años setenta, ARAX estaba tan harto de estas persecuciones que llegó a decir: “Comparar mi fotografía con la pornografía es como comparar la música clásica con el rock and roll”.

En 1978, la revista estadounidense Grecian Guild Pictorial ganó un pleito a la Corte Suprema de los Estados Unidos, que finalmente reconoció las fotografías de desnudos masculinos como una forma legítima de expresión artística.

En 1973, la Federación de Fisicoculturismo NABBA, a través de su mítico presidente Oscar Heidenstam, homenajeó a Arax por sus 25 años al servicio de la citada federación, y en reconocimiento a su condición de Fotógrafo Oficial del certamen de Mr. Universo, le concedió una medalla y un trofeo honoríficos, reconocimientos estos que se sumaban a los muchos ya recibidos en su dilatada carrera, en el que destacaba, la Medalla de Honor de Oro de la Educación Física y los Deportes que le otorgara el “Ministerio de Educación Nacional de Francia” por su dedicación y compromiso con el deporte en la República. El 27 de junio de 1975, Gregor Arax fallece en París, siendo enterrado en el Cementerio de Bagneux, dejando un legado extraordinario que será recordado como uno de los fotógrafos más destacados del siglo XX.

30 may 2021 / 00:00
  • Ver comentarios
Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego
Tema marcado como favorito