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La fascinante vida de la estrella de Hollywood Lita Milán

Perteneciente a una familia judía que consiguió escaparse del holocausto nazi, la otra parte sucumbió en el humo blanco y negro de las cámaras de gas, vivió una infancia en un entorno curioso que alimentó de alguna manera sus sueños.

Próximamente se cumple el 60º aniversario del asesinato de Rafael Leónidas Trujillo en La República Dominicana y la que fue esposa de su hijo Ramfis, la estrella cinematográfica Lita Milán, continúa una vida repleta de luces y sombras que puede provocar cualquier cosa menos indiferencia.

Conozco a Lita desde hace mucho tiempo, desde que yo tenía veinte años, y si hay algo que puedo decir, sin ninguna duda, es que es una auténtica superviviente de sí misma y de sus circunstancias. Lita es mucho más que una exactriz de Hollywood, la nuera de un dictador o un miembro de la yet-set internacional a la que ella misma tanto critica... Lita es una mujer profunda que disfruta de la literatura, el cine, el teatro y que ama profundamente a su gente, algo por lo que ha tenido que pagar un precio demasiado alto... Entre un tumulto de mascarillas llego a su piso en el Paseo de la Habana, me abre la puerta su doncella y me dice que la señora acaba de sufrir un desmayo. Me invita a entrar en su regio dormitorio repleto de muebles palaciegos con un dosel que ampara cada una de sus desdichas. Después de unos minutos viviendo una secuencia cinematográfica... vamos al salón para hablar de esa impactante vida.

Sus comienzos en New York. Perteneciente a una familia judía que consiguió escaparse del holocausto nazi, la otra parte sucumbió en el humo blanco y negro de las cámaras de gas, vivió una infancia en un entorno curioso que alimentó de alguna manera sus sueños. Aquella niña esbelta, de cara angulosa y con unos ojos abiertos a la fantasía más versátil sintió, desde muy pequeña, una gran predisposición por las artes y la interpretación. Sus comienzos profesionales estuvieron vinculados al mundo de la moda y la publicidad, con apenas 12 años estaba promocionando Ajax y al salir del colegio pasaba modelos para los propietarios de los grandes almacenes de la ciudad. Después bailó en Las Vegas y conoció a Nat King Cole con el que mantuvo una bonita amistad.

Poco a poco, sin darse cuenta de la caja de Pandora que estaba abriendo, se fue ilusionando con el mundo del cine que le abrió sus puertas de par en par. Descubierta por un importantísimo representante de manera casual en un restaurante italiano, comenzó su carrera cinematográfica al lado de Edward G. Robinson, Glenn Ford y Barbara Stanwyck, que la odió desde el minuto cero. Ahí comenzó una leyenda que todavía dará que hablar aunque ella se considere solamente una manzana golpeada. “Barbara era muy importante en aquellos momentos y yo era una cosita insignificante que no tenía ni nombre para ella...Sin embargo, Edward G. Robinson fue mi protector.”

Contemplo a Lita sentada en el diván con flores estampadas situado en un salón al que considera ridículo, a pesar de tener casi cuarenta metros. Ya no son los tiempos de la mansión de 1500 metros en La Moraleja... Le pregunto si se arrepintió de haber abandonado su exitosa carrera en Hollywood... “Sí, me arrepiento de casi todo lo que he hecho y de lo que no he hecho. Creo que cualquier persona pensante tiene que arrepentirse de muchas cosas. Es absurdo afirmar lo contario”.

Conocer a Ramfis Trujillo giró la ruleta de la fortuna y su destino cambió para siempre. El hijo del dictador se enamoró de aquella jovencita a la que no dudó en raptar... “Después del paso de los años tengo la misma reacción que en aquel momento. No ha pasado ni un minuto para mí. El rapto fue una tragicomedia, porque fue algo surrealista y, claro, a mí lo surrealista me encanta, me excita. Aquella fue como una fuerte tormenta, como el enemigo o el amigo invisible, yo no sabía, y todavía no sé su verdadera esencia... El rapto creo que tuvo mucho que ver con la sensación de enamorarme la primera vez y también la última. Fue el principio de un bonito encuentro con un amante.”

La mirada de Lita es profunda e inmensamente triste. Parece que la fascinación que le produjo su marido no tuvo que ver con su condición y estatus económico... “La gente que estábamos en el mundo artístico en Hollywood no estábamos muy pendientes de lo que sucedía en La República Dominicana, ni lo que, realmente, suponía la dictadura de Trujillo, solamente sabíamos bailar el merengue... Créame que no pensé en nada económico. Cuando trabajas en Hollywood... conoces a muchas personas con un gran potencial financiero y, la verdad, yo nunca me preocupé de eso.”

Zsa Zsa Gabor, la también famosa actriz perteneciente a la conocida saga del mundo del espectáculo, fue realmente la culpable de un primer acercamiento entre ambos... “Ella era una especie de ‘madame’ del espectáculo. A ella le gustaban todas esas cosas y es cierto que fue la primera intermediaria telefónica. La primera vez que me vio estaba con ella, Porfirio Rubirosa y su amante de aquellos momentos, Kim Novak, una de tantas en la inmensa lista de amantes que tuvo, ¿qué iba a hacer un hombre joven, excesivamente encantador, seductor, el típico latin lover, en Hollywood...?

En muy pocos años protagonizó 50 películas. Las cortinas se abren. Su ritmo de trabajo era abrumador, tanto, que, en ocasiones, y a pesar de su buena memoria, no recuerda algunos de los telefilmes que realizó para la televisión americana... “Mi vida era una montaña rusa. Hay que decir que todo ha sido muy dramático. Yo era un niña que me quería comer el mundo y, ahora, solamente quiero comer chocolates Lindor... Reconozco que mi existencia es bastante contradictoria y, por eso, a los demás e, incluso, a mi misma, les cuesta tanto comprenderme. Yo soy un riachuelo de conciencia y me cuesta mucho concretar y sintetizar, pero, sí, es cierto que hice muchos trabajos con gente importante.”

Nadie mejor que ella para interpretar una personalidad que ha deambulado por un mundo de espejos cóncavos y convexos... “Soy dramática, histriónica, maldita, oscura, irónica y negativa...”

Su vida real es mucho más que “El grito” de Munch... “Es imposible entenderla, hay que sentirla para que pueda tener una determinada coherencia. La verdad es que siempre he estado conforme con tal de que fuera original y diferente”.

Paul Newman, Anthony Quinn y Steve McQueen. Entre todos aquellos rodajes surgieron anécdotas, romances con estrellas y un caudal de agua dorada sobre el que le complace desviar la mirada de lo cotidiano. Los agentes y productores parecía que la cuidaban... “ Los agentes y los poderosos del cine te cuidan si ganan dinero contigo, como casi todo el mundo...” Protagonizar con Paul Newman “El zurdo” la colocó todavía mejor en un ambiente en el que la lucha por el éxito se podía palpar... “Yo no era tan consciente entonces. Cuando oigo a Garci y a Torres-Dulce decir que soy lo mejor de la película, me quedo con la boca abierta. Además, quiero recordar que en aquel rodaje viví una relación con mucho romanticismo, unos términos que parece que cubren muchas cosas. Paul tuvo mucho que ver en el desarrollo de mi carrera, me motivó decisivamente. Lo mismo me ocurrió con Anthony Quinn. Fueron los dos actores que me dieron un empuje para seguir. Yo no tenía ningún método, tenía el mío, y esperaba cruzando los dedos confiando en que saliera al gusto de la mayoría.”

En las distancias cortas parece que Paul no era tan afrodisíaco como en las películas...”No, para mí era otra cosa. Paul no tenía la sensualidad, esa atracción sexual que te vuelve loca. Steve McQueen sí, se lo puedo garantizar. Él tenía ese atractivo para los hombres y las mujeres. Nosotros tuvimos un romance de jazz. Después de trabajar íbamos en su moto a los clubes y éramos diversos y abiertos a todas las posibilidades... Aquella fue una relación para recordar.”

Con el paso del tiempo Lita Trujillo fagocitó a Lita Milán...”Lita Trujillo es una especie de personaje de la jet, un personaje casi literario, pero Lita Milán era una actriz con una carrera emergente.”

Como no podía ser de otra forma era una estrella diferente, un personaje atípico al que no le gustan las joyas, las pieles ni las fiestas...”En Hollywood me decían que cuando iba a las pruebas para un papel parecía una pobre inmigrante que perdió la guerra, una chica que estaba muriéndose de hambre...”

Parece que las procedencias humildes vendían mucho...”Es una especie de postura snob. Anthony Quinn decía que había comido ratas y que en su juventud había sido chapero. Hoy creo que el mundo es todavía más obsceno. Cuando yo vivía en Hollywood ya había pasado la época dorada y había que ser miserable, sufrido, pobre...Teníamos que ser existencialistas y bohemios. Menos mal que yo tenía como maestro legendario a Albert Camus y me resultaba sencillo el posicionamiento.

No siente ningún rubor al afirmar que Quinn quiso moldearla, poseerla...”Anthony es uno de los personajes más importantes de mi existencia. Era mentiroso, encantador, seductor, literario y muy profundo. Yo creo que él, por encima de todo, estaba enamorado de sus personajes. Para mí fue una especie de svengali.

Su vida con el hijo de Trujillo.Lo que todavía parece más sorprendente es que una chica tan independiente termine en la vida del hijo de un dictador...”Es algo increíble. Pero tengo que decir que a mi suegro solamente lo conocí seis meses en la vida. Por eso, ahora, después de la función que ha protagonizado Juan Echanove, ya solamente puedo pensar en Juan como suegro. Aquel señor a mí me trató maravillosamente bien. Para él era una actriz de Hollywood a la que intentaba explicar un montón de cosas que yo casi no entendía porque apenas hablaba castellano. No entendía mi mundo porque decía que no comprendía a los que querían ser otros.”

Hay que suponer que su familia estaría muy preocupada... “Supongo que estarían muy asustados, no tenían mucha formación intelectual, pero eran muy sabios. Ellos y yo nos encontramos con que me habían llevado a otro planeta, en todos los sentidos. Aquello no tenía que ver con ninguna parte. Yo no entendía la parte política, no tenía nada que ver con mis ideales, como comprenderá, pero yo casi no viví aquella vida. Cuando mataron a mi suegro yo vivía en París. Mi vivencia con Ramfis tuvo mucho que ver con estar atrapada. Viví en una jaula de oro en la que comencé a sentirme muy cómoda. Nosotros teníamos una especie de relación revolucionaria por motivos muy distintos”.

La muerte de Trujillo empañó los oropeles y las mantitas de Chinchilla... “Todo se transformó en un verdadero terror por existir. No existía Lita Milán y todo fue muy difícil.”

Su marido falleció como consecuencia de un accidente, con solo 39 años, y Lita se quedó atrapada en una vida que no era la suya... “Me sentí muy presionada. Fue muy difícil sobrevivir al shock y vivir en un país que no sentía como mío. Estaba en una tela de araña y creo que fui una víctima también. Yo recibía llamadas de personas que me decían como me iban a cortar en pedazos. Para ir a pasear a mi bebé tenía que ir con tres personas alrededor del cochecito. Yo tenía terror...

Su catarsis la vivió después, en la intensa vida social que disfrutó durante décadas... “Me convertí en una quinceañera que no quería parar, una vida inmersa en una frivolidad aparente.”

Una existencia de leyenda entre los cristales que atraviesan como cuchillos

04 abr 2021 / 01:00
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