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La figura de la madre en la literatura

El primer domingo de mayo es siempre un día especial donde celebramos el Día de la Madre. Numerosos escritores han incluido su figura y el concepto de maternidad en sus novelas, en ocasiones con inspiraciones autobiográficas. Este listado de madres de ficción es tan variado y está tan cargado de matices como la propia realidad.

Las relaciones entre madres e hijos, la maternidad, es uno de los temas clásicos de la literatura que se hace más vigente que nunca a principios de cada mes de mayo, cuando se acerca la celebración del Día de la Madre.

Las siguientes son algunas propuestas de novelas que hablan de madres y de hijos.

El verano que mi madre tuvo los ojos verdes’, de Tatiana Tibuleac (Impedimenta). Aleksy aún recuerda el último verano que pasó con su madre. Han transcurrido muchos años desde entonces, pero, cuando su psiquiatra le recomienda revivir esa época como posible remedio al bloqueo artístico que está sufriendo como pintor, Aleksy no tarda en sumergirse en su memoria y vuelve a verse sacudido por las emociones que lo asediaron cuando llegaron a aquel pueblecito vacacional francés: el rencor, la tristeza, la rabia. ¿Cómo superar la desaparición de su hermana? ¿Cómo perdonar a la madre que lo rechazó? ¿Cómo enfrentarse a la enfermedad que la está consumiendo? Este es el relato de un verano de reconciliación, de tres meses en los que madre e hijo por fin bajan las armas, espoleados por la llegada de lo inevitable y por la necesidad de hacer las paces entre sí y consigo mismos.

Plena de emoción y crudeza, Tibuleac muestra una intensísima fuerza narrativa en este brutal testimonio que conjuga el resentimiento, la impotencia y la fragilidad de las relaciones maternofiliales. Una poderosa novela que entrelaza la vida y la muerte en una apelación al amor y al perdón. Uno de los grandes descubrimientos de la literatura europea actual.

‘Paula’, de Isabel Allende (Plaza & Janés). Paula es un libro de memorias que deja el alma al descubierto, como una novela de suspenso, que se lee sin respirar. El punto de partida de estas páginas conmovedoras es una trágica experiencia personal. En diciembre de 1991, Paula, la hija de Isabel Allende, enfermó gravemente y poco después cayó en coma. Durante meses en el hospital, la autora comenzó a escribir la historia de su familia para su hija que permanecía inconsciente. Escrita como un exorcismo de la muerte; Allende explora el pasado y cuestiona a los dioses. El resultado es un libro mágico que lleva al lector del llanto a la risa, del terror a la sensualidad y a la sabiduría. Los gloriosos personajes de la ficción de Allende: clarividentes, revolucionarios, y, sobre todo, la mujer inquisitiva que avanza a través de la narración, pueblan esta autobiografía, que se establece como uno de los mejores trabajos de Allende.

‘También esto pasará’, de Milena Busquets (Anagrama). Cuando era niña, para ayudarla a superar la muerte de su padre, a Blanca su madre le contó un cuento chino. Un cuento sobre un poderoso emperador que convocó a los sabios y les pidió una frase que sirviese para todas las situaciones posibles. Tras meses de deliberaciones, los sabios se presentaron ante el emperador con una propuesta: “También esto pasará.” Y la madre añadió: “El dolor y la pena pasarán, como pasan la euforia y la felicidad”.

Ahora es la madre de Blanca quien ha muerto y esta novela, que arranca y se cierra en un cementerio, habla del dolor de la pérdida, del desgarro de la ausencia. Pero frente a este dolor queda el recuerdo de lo vivido y lo mucho aprendido, y cobra fuerza la reafirmación de la vida a través del sexo, las amigas, los hijos y los hombres que han sido y son importantes para Blanca. El tono de la novela, tan ajena a cualquier concesión a lo convencional, evoca aquella Bonjour tristesse de Françoise Sagan, que encandiló a tantos (y escandalizó a no pocos) cuando se publicó en 1954. Todo ello en el transcurso de un verano en Cadaqués, con sus paisajes indómitos y su intensa luz mediterránea que lo baña todo.

Milena Busquets, a través de la historia de Blanca y la enfermedad y muerte de su madre, a través de las relaciones con sus amantes y sus amigas, combinando prodigiosamente hondura y ligereza, nos habla de temas universales: el dolor y el amor, el miedo y el deseo, la tristeza y la risa, la desolación y la belleza de un paisaje en el que fugazmente se entrevé a la madre muerta paseando junto al mar, porque aquellos a quienes hemos amado no pueden desaparecer sin más.

Mi madre’, de Yasushi Inoue (Sexto Piso). Narración delicada y conmovedora de los últimos años en la vida de una mujer que zozobra en la senilidad, Mi madre es probablemente la obra más bella, emotiva y personal de uno de los autores clave de las letras japonesas del siglo XX, candidato al Premio Nobel de Literatura. En unas páginas autobiográficas inolvidables, Inoue plasma con sobrio lirismo el imparable proceso que lleva a su madre a desvanecerse en vida, a fallecer de mil pequeñas maneras antes de cruzar los umbrales definitivos de la desaparición.

Esta es, a fin de cuentas, una historia tan vieja como el mundo, una prueba por la que casi todo ser humano ha de pasar: ser testigo de la muerte de aquellos que le dieron la vida, y antes, padecer el trance de ver cómo la edad convierte a los progenitores en niños indefensos en brazos de sus propios hijos, de pronto devenidos padres, cuidadores. Inoue trata el tema con gran sutileza, deja espacio y tiempo a los hechos, los detalles, los pequeños momentos, que brillan aquí y allá a lo largo de ese declive, otorgándoles una humilde solemnidad. Más allá de las sombras que se proyectan en él, Mi madre es, en realidad, un libro lleno de amor que se erige, en última instancia, en un canto imperecedero a nuestra finitud, a nuestra fragilidad y a la eterna e ineludible figura de la madre

‘Tú no eres como otras madres’, de Angelika Schrobsdorff (Periférica y Errata Naturae). La narración de Angelika Schrobsdorff reconstruye la vida real e inconformista de su madre, una mujer nacida en una familia de la burguesía judía de Berlín, liberada de los prejuicios de su tiempo y deseosa de casarse con un artista (y no con el excelente partido que le han buscado, un comerciante opulento y maduro). Así, Else vivirá de lleno el nacimiento de un nuevo mundo junto a la culta bohemia berlinesa de los locos años veinte, un periodo en el que tendrá tres hijos de tres padres diferentes, fiel a las dos promesas que se hizo de joven: vivir la vida con la máxima intensidad y tener un hijo con cada hombre al que amara. Ésta es, por tanto, la historia de una mujer singular y sedienta de independencia, que será arrollada por aquello mismo en lo que se negaba a creer al principio: el presente. Sin embargo, en la dura prueba del exilio, Else encontrará una realidad nueva y reveladora tras una vida que hasta entonces ha estado enteramente dedicada a las fiestas, los viajes y el amor.

A corazón abierto’, de Elvira Lindo (Seix Barral). Partiendo de un episodio ocurrido en Madrid en 1939, la narradora de esta historia cuenta la apasionada y tormentosa relación de sus padres, y cómo la personalidad desmedida de él y el corazón débil de ella marcaron el pulso de la vida de toda la familia. Desde la mirada empática y curiosa de una gran observadora que sabe transformar en ficción cada destello de la memoria, Elvira Lindo convierte a sus padres en personajes literarios para aproximarse a ellos con libertad, lucidez y sabiduría.

‘Las manos de la madre’, de Massimo Recalcati (Anagrama). Para qué sirven las manos de la madre? ¿Para acariciar, cuidar, acoger, según sostienen las interpretaciones canónicas, o más bien para salvar al hijo del abismo de la falta de sentido?

Después de haber analizado en libros anteriores la transformación de las figuras del padre y del hijo en nuestros días, Massimo Recalcati aborda la última pilastra de la tríada familiar. Y lo hace impelido por sus lectores y movido por su propio deseo de ser justo con las madres y reconocerles su papel, esencial e insustituible. Ahora bien, lejos de toda visión simplificadora, para Recalcati la madre es siempre una compleja figura de múltiples facetas, de la que no soslaya ni los lados luminosos ni los oscuros: la madre ángel, pero también la madre cocodrilo; la madre castradora, pero también la que sabe desprenderse de su hijo; la madre narcisista, pero también la que es capaz de guiar al hijo en la adopción simbólica de la vida. Para ello nos presenta una caleidoscópica galería de figuras maternas, extraídas de su experiencia clínica y de la actualidad, pero también de la Biblia, de libros y películas y, en última instancia, de su propia vida, presente aquí como en ninguna otra de sus obras.

Así, nos ayuda a reconocer el perfil de una madre real, no ideal, cuyos mil rostros representan en realidad uno solo, aquel en el que el hijo sabe reconocer el suyo propio. Y, sobre todo, subraya la importancia de no olvidar nunca, en contra de la interpretación patriarcal de la madre asexuada y anulada como mera ama de cría, que una madre nunca debe dejar de ser mujer, esposa y amante, y que la única base posible de una maternidad sana es la feminidad.

‘Apegos feroces’, de Vivian Gornick (Sexto Piso). Gornick, una mujer madura, camina con su madre, ya anciana, por las calles de Manhattan, y en el transcurso de esos paseos llenos de reproches, de recuerdos y complicidades, va desgranando el relato de la lucha de una hija por encontrar su propio lugar en el mundo. Desde muy temprano, Gornick se ve influenciada por dos modelos femeninos muy distintos: uno, el de su madre, una mujer neurótica, terca e inteligente que dedica toda su energía al cuidado de su familia, que coloca el amor en el centro de su existencia y renuncia a cualquier otro ideal; el otro, el de Nettie, la joven vecina apasionada, inexperta y dependiente, viuda y madre de un bebé, que sólo se siente segura frente a los hombres, consciente de que es sensualidad en estado puro. Ambas, figuras protagónicas en el mundo plagado de mujeres que es su entorno, representan modelos que la joven Gornick ansía y detesta encarnar, y que determinarán su relación con los hombres, el trabajo y otras mujeres durante el resto de su vida.

Ésta es la historia de un vínculo delicado y fatigoso, de un nexo que define y limita al mismo tiempo, pero también es el retrato de una sociedad y una época, y una extensa meditación sobre la experiencia de ser mujer. Pocas veces en la literatura se ha retratado de manera tan humana, vital y honesta la relación entre una madre y su hija como en Apegos feroces, las memorias de la escritora y activista Vivian Gornick.

Madre que estás en los cielos’, de Pablo Simonetti (Alfaguara). Con setenta y siete años a cuestas, Julia Bartolini decide pasar sus últimos días escribiendo sus memorias. Los recuerdos le brindan la fortaleza necesaria para enfrentar su enfermedad. Cree que así podrá recuperar la sensación de que tuvo una vida que valió la pena. Marcada por la inmigración italiana al país iniciada a fines del siglo XIX y la rígida idea de familia impuesta por la Iglesia católica a lo largo del XX, Julia deshilvana los rencores fraguados en su infancia, para los que no tuvo solución en la adultez. Intenta descifrar la figura de un marido autoritario, pero devoto, y en especial la relación con dos de sus hijos, quienes desafiaron los códigos de conducta de su tiempo y sus esperanzas. Sobre todo, quiere encontrar la explicación para haber fracasado en aquello que mayor importancia tenía para ella: formar una familia feliz.

Madre que estás en los cielos es el relato de los miedos y conflictos de una mujer que ya puede reflexionar sobre su vida sin engañarse, así como también un testimonio de redención frente a sus seres queridos.

‘Una madre’, de Alejandro Palomas (Siruela). El retrato de una ciudad acogedora y esquiva a partes iguales, de una familia unida por los frágiles lazos de la necesidad y del amor y la mirada única de una mujer maravillosa en un momento extraordinario.Faltan unas horas para la medianoche. Por fin, después de varias tentativas, Amalia ha logrado a sus 65 años ver cumplido su sueño: reunir a toda la familia para cenar en Nochevieja. Una madre cuenta la historia de cómo Amalia entreteje con su humor y su entrega particular una red de hilos invisibles con la que une y protege a los suyos, zurciendo los silencios de unos y encauzando el futuro de los otros. Sabe que va a ser una noche intensa, llena de secretos y mentiras, de mucha risa y de confesiones largo tiempo contenidas que por fin estallan para descubrir lo que queda por vivir. Sabe que es el momento de actuar y no está dispuesta a que nada la aparte de su cometido.Un cartel luminoso que emite mensajes desde una azotea junto al puerto, una silla en la que desde hace años jamás se sienta nadie, una Barcelona de cielos añiles que conspira para que vuelva una luz que parecía apagada, unos ojos como bosques alemanes y una libreta que aclara los porqués de una vida entera; Una madre no es solo el retrato de una mujer valiente y entrañable, y de los miembros de su familia que dependen de ella y de su peculiar energía para afrontar sus vidas, sino también un atisbo de lo que la condición humana es capaz de demostrarse y mostrar cuando ahonda en su mejor versión.

‘Maternidad’, de Sheila Heti (Lumen). ¿Qué gana y qué pierde una mujer al convertirse en madre? ¿Puede una creación artística reemplazar a un hijo? Enfrentada al conflicto de toda mujer que se acerca a los cuarenta sin haber tenido hijos, mientras sus amigas se preguntan cuándo van a ser madres, la narradora de Maternidad se pregunta si realmente quiere serlo. La importancia de la creación en su vida, la relación fría que mantiene con su madre o la resolución tomada por su pareja de no intervenir en una decisión que considera que es ella quien debe tomar son algunos de los factores que Sheila Heti pone encima del tablero para llegar a la mejor conclusión posible. Aunque tal vez sea mejor que el azar resuelva las cosas: por eso arroja una moneda al aire cada vez que hace una pregunta esencial. Heti aborda con franqueza, originalidad y humor la necesidad, o no, de ser madre. Un libro valiente, profundo y original que desencadenará animadas conversaciones sobre el feminismo, la paternidad y sobre cómo y para quién vivir.

02 may 2021 / 00:16
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