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Caballero logra mejorar unos resultados para el PSdeG que considera “insatisfactorios”

Quiere seguir al frente de los socialistas gallegos. Mantiene que “ninguén chega e bica ao santo”

El secretario general del PSdeG y candidato a la presidencia de la Xunta, Gonzalo Caballero, rechazó ayer la posibilidad de arrojar la toalla al frente de la organización pese al revés cosechado en las urnas al quedar anclado en los 14 diputados que ya tenía mientras que el Bloque más que triplicó los suyos al pasar de seis a 19.

En su comparecencia ante los medios para valorar la jornada, Caballero calificó los resultados de “insatisfactorios”, no sólo por los suyos propios de ser incapaz de liderar la alternativa a Alberto Núñez Feijóo sino porque no se logró el objetivo de apartar al popular de la Xunta.

Puso en valor el hecho de que el partido del puño y la rosa subió punto y medio respecto a los comicios de hace cuatro años, de casi el 18 por ciento al 19, 5 por ciento, pero sin alcanzar las cifras deseedas. “Son uns resultados que non esperábamos”, abundó.

Aún así, el líder de la formación insistió en que sigue pensando en “liderar” el PSdeG, al tiempo que se mostró convencido de que cumplió “dignamente” con la labor encomendada y que durante todo este tiempo hizo “o mellor que podía facer” al frente de los socialistas gallegos.

Sobre esta misma cuestión y a preguntas de lo periodistas Gonzalo Caballero recordó los reveses electorales de otros candidatos la primera vez que se presentaron a las urnas y que lograron sus objetivos en las sucesivas convocatorias. “E difícil chegar e bicar o santo”, consideró.

Oposición digna desde el parlamento Por eso, indicó que ahora espera cumplir con su tarea de hacer oposición política al presidente popular de la Xunta Alberto Núñez Feijóo “dende o Parlamento”. “Tentarei facer unha oposición responsable e digna. Ese é o meu compromiso e a iso me debo”, añadió.

Desechó, de esta forma, su dimisión al frente del PSdeG para regresar a su labor docente en las aulas de la Universidade de Vigo para impartir la materia de Economía Aplicada si bien indicó que tiene una vida universitaria “satisfactoria” como docente que no le limita a tener que aferrarse a los cargos orgánicos ni institucionales.

El dirigente declinó entrar ayer en análisis profundos sobre los resultados cosechados en las urnas, tarea que pospone para estos próximos días. Pero, si algo adelantó es que el partido estaba mejor situado que ahora para dar la batalla en los comicios del pasado 5 de abril, que tuvieron que ser pospuestos por la pandemia del coronavirus. Según su criterio, en marzo el PSdeG estaba en un momento “moi potente”, mientras que tras la pandemia “non tivo a activación” de los meses precedentes.

En todo caso, Gonzalo Caballero indicó que felicitó a Alberto Núñez Feijóo que, en su opinión, obtuvo un triunfo en las urnas este domingo “claro”, hecho que le permitirá gobernar Galicia desde la Xunta con toda la legitimidad durante los próximos cuatro años de la legislatura. “Agora correspóndelle o protagonismo a Feijóo”, zanjó.

Muy lejos del objetivo de movilizar el 31 % de las generales

Santiago. Los peores presagios de los socialistas se cumplieron ayer en las urnas . El PSdeG tenía dos espejos en que mirarse, las autonómicas de 2016, en las que las siglas se abismaron al peor resultado de la historia, y las generales de noviembre de 2019 en las que la formación logró un empate técnico con el PP. Gonzalo Caballero apelaba a la movilización ciudadadana para lograr un resultado similar al cosechado con Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, pero su llamamiento cayó en saco roto.

En los comicios autonómicos de 2016 la formación obtuvo el 17,88 por ciento de las papeletas y sólo catorce escaños en el Pazo do Hórreo. El entonces cartel a la Xunta, Xoaquín Fernández Leiceaga, quedó por detrás en porcentaje de votos que En Marea, el partido instrumental formado por Podemos, Esquerda Unida y Anova, que presentó como candidato a al Xunta al magistrado lucense en excedencia Luís Villares. Los rupturistas cosecharon en las urnas también entonces 14 asientos en el Hemiciclo, pero sus papeletas se elevaron al 19,07 por ciento, un punto y casi dos décimas más que los socialistas relegados a la tercera plaza en el Hemiciclo. El BNG había quedado muy lejos, con 6 escaños, y el 8,36% de los sufragios, un resultado que a los nacionalistas encabezados entonces en su estreno por Ana Pontón les supo a gloria porque los pronósticos eran de debacle.

Ayer, Gonzalo Caballero logró arañar un punto y medio más que en los comicios gallegos de 2016 a costa del hundimiento del rupturismo, que supuso un pírrico escaño más a falta de cerrar el escrutinio. Fue la nacionalista Ana Pontón la que recogió todos los restos del naufragio de Podemos, EU, Anova y Mareas, logrando superar en escaños el histórico resultado de Xosé Manuel Beiras de 18 actas en los años noventa del pasado siglo. Así las cosas, el partido del puño y la rosa en Galicia sigue de tercero, y este dato refleja que la asignatura pendiente de Caballero de alinear a todas las familias internas bajo un mismo objetivo no fue su prioridad. Si el 10 de noviembre de 2019, el PSOE consiguió un empate técnico con el PP en las generales al lograr ambos 10 diputados en Cortes y alcanzar el 31 % de los votos, y ese era el objetivo final de Caballero ayer su fracaso es de dimensiones colosales. De poco más del 19 % hasta el 31 la diferencia se mide entre el éxito y el fracaso. Y Caballero fracasó.

13 jul 2020 / 13:28
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