Galicia se posiciona como la tercera comunidad autónoma con mejor nota en educación pública

En los centros públicos la inversión por cada estudiante es de 7.747 euros anuales, mil euros más que la media estatal // Sindicatos apuntan que “a inversión nunca é suficiente” e que “as ratios inflúen en todas as etapas”

Dos niños atienden durante una clase en el colegio

Dos niños atienden durante una clase en el colegio / cedida

Galicia es la tercera comunidad autónoma con mejor nota en educación pública, un 6,75, según los datos que desprende el estudio ‘SoCiEducación 2023’, llevado a cabo por la Asociación Sociedad Civil por la Educación, en colaboración con CCOO, UGT y la FAPA Giner de los Ríos de Madrid. La inversión por alumno en los centros públicos gallegos, la ratio de alumnos por cada profesor o la tasa de abandono temprano de los estudios, son algunos de los elementos que analiza esta investigación, hecha a nivel estatal, y en los que la educación gallega se sitúa, en todos ellos, entre los siete mejores puestos.

Las políticas que se aplican en cada uno de los territorios, así como los fondos con los que cuentan en este ámbito y su gestión hacen que la calidad de la educación pública no universitaria varíe de forma muy notable entre comunidades. Ejemplo de esto es que, mientras que el Producto Interior Bruto (PIB) medio que se dedica en España a la educación se sitúa en el 4,26%, hay otras como la Comunidad de Madrid que solo destinan el 2,27%, frente al 5,85% de Extremadura, la que más invierte. Galicia se sitúa levemente por encima de la media estatal al movilizar para la enseñanza el 4,31% de su PIB.

“Galicia está por enriba da media en inversión en educación, pero á par doutros territorios que teñen unha poboación similar no rural, posto que non é o mesmo manter uns servizos de calidade nestes lugares que en grandes urbes nas que está concentrada a poboación”, explica Luz López, secretaria xeral de Ensino en CCOO Galicia. Impresión similar tiene la secretaria de Ensino de UGT en Galicia, Sandra Montero, quien apunta que “estase lonxe de atender ben ao rural ou a diversidade nas aulas, hai que seguir invertindo, tamén na formación do profesorado”.

El informe refleja que el dinero que se emplea en los centros públicos es de 7.747 euros por cada estudiante, una cifra que supera en más de mil euros a la media estatal de 6.540 euros. En total, hay matriculados en centros educativos públicos gallegos 292.812 alumnos, el 72,92% del total de los escolarizados, lo que la sitúa con el quinto porcentaje más alto de toda España. De estos, 40.852 están en Educación Infantil, 93.831 estudian Primaria y 66.430 están en Educación Secundaria Obligatoria.

“As ratios inflúen en todas as etapas, a súa baixada é o xerme de todas as dificultades”, puntualiza López. El análisis coloca a nivel estatal la ratio de alumnado por docente de los centros educativos en 10,38, mientras que en el caso de Galicia lo hacen en 8,85. De esta manera, la secretaria de Ensino de UGT en Galicia remarca que “este es un debate que lleva años” y que “cada profesor debe de tener menos estudiantes si queremos tener una atención que sea más individualizada”.

Aunque la Comunidad, se sitúa en casi todos los parámetros evaluados en los mejores puestos, López subraya que “canta máis atención lle poda proporcionar o profesorado a cada estudante, mellores serán os resultados académicos porque non todos teñen o mesmo punto de saída nin as mesmas necesidades”. En esta línea, hace hincapié en que esto también influye en que la tasa de bruta de población que se gradúa de la ESO, que en el caso de Galicia se encuentra en el 86,22%, cuatro puntos porcentuales por encima de la media de España y tan solo dos por debajo de País Vasco, con el mejor dato.

Destaca en el estudio la tasa de abandono temprana, es decir, el porcentaje de jóvenes de entre 18 y 24 años que, con titulación máxima alcanzada de Graduado en Educación Secundaria Obligatoria, no han continuado con sus estudios. Galicia, con un 8,08%, es junto a País Vasco y Cantabria, la única comunidad que no supera el 9%, el objetivo acordado en la UE para el año 2030. Sobre esto, Montero manifiesta que “para que os mozos estén motivados hai que ter recursos materiais e tamén facer un ensino máis atractivo para eles, para que sigan en Formación Profesional ou na universidade”.