La Guardia Civil investiga el caso de los chats con contenido porno en los que agregaron a menores de Ames

Los agentes tratan de localizar estos grupos de WhatsApp para intentar esclarecer su autoría y saber si detrás de ellos hay adultos

La Benemérita apela a la colaboración ciudadana para poder esclarecer lo ocurrido

Cuatro adolescentes caminan a la salida de un instituto

Cuatro adolescentes caminan a la salida de un instituto / EP

Jaime Pena

La Guardia Civil ha abierto una investigación de oficio sobre los chats de WhatsApp con contenidos pornográficos y violentos a los que, según pudo saber este diario, fueron agregados sin su consentimiento decenas de estudiantes de secundaria de O Milladoiro (Ames). Fuentes de la Benemérita confirmaron que se está tratando de localizar estos grupos de mensajería para intentar esclarecer su autoría y determinar si detrás de ellos hay personas adultas o son chats que han sido puestos en marcha por otros menores.

Los agentes apelan a la colaboración ciudadana para poder esclarecer este asunto, que ha generado una enorme preocupación en la localidad. Cualquier persona que tenga conocimiento de la existencia de estos grupos puede ponerse en contacto con el Instituto Armado. Desde la Benemérita señalan que se respetará el anonimato de los menores.

A ver si llegamos a los 500” y “A ver si llegamos a los 1.000” eran los nombre de los chats a los que fueron agregados los menores, estudiantes del IES do Milladoiro, hace apenas unos días. Muchos de los niños, tal y como relataron dos madres a EL CORREO GALLEGO, salieron de estos grupos una vez vieron el contenido que se difundía en ellos.

Con todo, a algunos de los menores les dio tiempo a ver que ellos no eran los únicos participantes añadidos, sino que también estaban muchos de sus compañeros de instituto, de primero y segundo de la ESO, aunque en ningún caso se han presentado denuncias ante la Guardia Civil. Asimismo, los estudiantes relataron a sus madres que en esos grupos también había adolescentes que residían en otras comunidades.

Por su parte, tanto el propio centro educativo como el ANPA del mismo, Anpamilla, aseguran que desconocían que se hubiera dado esta situación entre los menores. La dirección del instituto envío este miércoles una nota a la comunidad educativa en la que explica que en el centro “no hay constancia” de estos sucesos y rechazan “contundentemente” la propagación de contenidos pornográficos o violentos, ya que suponen “la vulneración de los derechos y del bienestar de nuestro alumnado”.

En ese sentido, el IES do Milladoiro remarca que el conjunto del profesorado y la comunidad educativa trabajan para “erradicar estos contenidos”, así como para educar en un buen uso de las tecnologías de la comunicación. Además, recuerdan que el uso de los dispositivos móviles está prohibido en toda la jornada escolar.

Casos en otras comunidades

Este no es el primer caso de menores agregados a grupos de WhastApp con contenidos violentos y pornográficos que se da en España, aunque sí el primero del que se tiene conocimiento en la comunidad gallega.

La alerta saltó a comienzos de este curso, cuando ya en el mes de septiembre estudiantes cántabros fueron agregados a este tipo de chats. Apenas un mes después, los casos comenzaron a darse también en Cataluña y hace unos días ocurrió lo mismo en otras dos autonomías: Euskadi y Madrid.

Estos dos últimos casos son en los únicos en los que, por el momento, constan denuncias, después de que algunos padres acudieran a la Policía, que ya investiga estos chats, con nombres como “Meter gente hasta hacerse famoso”, con el propósito de localizar a los creadores de los mismos.

Entre las medidas de precaución que deben adoptar los padres, fuentes policiales recomiendan controlar las facturas, por si aparece algún gasto que pueda ser sospechoso. También aconsejan estar especialmente atentos a los juegos en línea, en los que los menores están en muchas ocasiones en contacto con personas que no conocen.

El guardia civil Iván Carril en una charla de ciberdelincuencia  / cedida

El guardia civil Iván Carril en una charla de ciberdelincuencia / cedida / susana lópez carbia/ belén teigajaime pena

Iván Carril: “Prohibir los móviles a los niños no es la solución para combatir la ciberdelincuencia, hay que enseñarles a usarlos”

Iván Carril es Guardia Civil y formador del Plan Director que combate la ciberdelincuencia. Como instructor en el correcto uso de los dispositivos móviles, explica que los padres deben conocer de primera mano las aplicaciones y redes en las que navega su hijo en Internet, además de enseñarles a emplear el teléfono de manera segura.

¿Qué precauciones debemos tener ante la ciberdelincuencia?

Debemos aplicar el sentido común. Los padres tienen que saber que Internet es una ventana abierta ya no solo a Galicia, sino a todo el mundo. Es muy peligroso que sus hijos naveguen por cualquier lado sin control.

¿Es importante que los padres tengan conocimientos digitales?

Es muy difícil que los tengan. La velocidad a la que los niños cambian de aplicación es imposible de seguir. Cuando los padres logran entender cómo funciona una aplicación, Snapchat, por ejemplo, sus hijos ya están usando otra. Es una moda muy fugaz.

¿Acabaría con el problema la prohibición del móvil a los menores?

No. Prohibir los móviles no es la solución para combatir la ciberdelincuencia. Restringir por completo la actividad de un niño puede acarrear que no acepte las normas e intente incumplirlas de maner reiterada. Hay que enseñarles a usar un teléfono, no arrebatárselo. La clave está en acercarse a los niños y acordar cuándo y cómo pueden usar los dispósitivos móviles. También existen aplicaciones que utilizan herramientas de control parental que son muy útiles, como Family Link, que es totalmente gratuita. Este programa establece una conexión entre teléfonos que permite a los padres estar informados de lo que descargan sus hijos y limitar el tiempo que usan cada aplicación.

¿Deben los padres controlar el teléfono de sus hijos?

Yo no diría controlar, sino acompañar. El mejor consejo que les puedo dar es que consigan que sus hijos usen los teléfonos móviles o tabletas en lugares comunes como el salón. De esta forma, podrán saber en qué aplicaciones o redes navega más su hijo y hablar con ellos sobre lo que están haciendo. La comunicación entre padre e hijo es vital. Si logran que los niños, en cuanto reciban un enlace a un grupo con contenido pornográfico, por ejemplo, los avisen al instante, se reducen mucho los peligros de la ciberdelincuencia.

¿Qué recomendaciones hay que darle a los niños cuando son añadidos a un grupo de WhatsApp?

Hay que explicarles que cuando observan cualquier cosa, ya sea enlaces o invitaciones a grupos que no conocen, deben ignorarlos. Bloquear estos chats, y si por error ya han entrado, salir cuanto antes. Tienen que saber que nadie les obliga a quedarse en ese grupo. Y, por supuesto, deben contárselo a los padres. La mejor instrucción que se le puede dar a un hijo es que sepa que puede contárselo todo a sus padres.