Las listas de espera para recibir un órgano en Galicia se reducen a la mitad en una década

El número de operaciones se situó en 331, lo que supone 10% más en un año

“Es una ventana de esperanza”, indica la directora de ADOS

Trasplante de órgano en un hospital gallego

Trasplante de órgano en un hospital gallego / Cedida

España destaca en el mapa mundial por ser uno de los países que año tras año alcanza una de las mejores tasas de trasplante de órganos. El 2023 cerró con su propio récord, médicos de todo el país realizaron casi 6.000 operaciones en tan solo doce meses. Así lo constata la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) en su informe anual, que detalla que, de media, cada día ocho personas donaron uno de sus órganos durante este período, la mayoría de ellas una vez ya fallecieran.

En este ejercicio de solidaridad, Galicia no se queda atrás. A lo largo de 2023 se llevaron a cabo un total de 331 trasplantes, lo que se traduce en el mayor número de intervenciones en los últimos cuatro años. Estas cifras hay que entenderlas teniendo en cuenta que, además, en la comunidad gallega tan solo dos hospitales están autorizados para llevar a cabo trasplantes: el Hospital Clínico Universitario de Santiago (CHUS) y el Hospital Universitario de A Coruña (CHUAC). 

A estas positivas cifras en cuanto el número de trasplantes, se suma una reducción drástica en las listas de espera. Al cierre del año eran 216 personas las que aguardaban por una operación que les cambiase la vida, la mitad que hace una década. La mayoría de estos pacientes están a la espera de un riñón, según puntualizó este miércoles la Axencia Galega de Doazón de Órganos e Sangue (ADOS), que dio a conocer el balance del último año en esta materia en un acto celebrado en Santiago. Para su directora, Marisa López García, estos son “los mejores resultados de la historia del programa de nuestra comunidad” y “una ventana de esperanza” para todas las personas que confían en que llegue un órgano que sea para ellos.

Los trasplantes de riñón, los más comunes

Una vez más, los transplantes de riñón supusieron algo más de la mitad de la actividad en los quirófanos de la capital gallega y la ciudad herculina. A estos le siguieron los de hígado, que también se llevan a cabo en los dos centros hospitalarios. El resto de intervenciones, es decir, los trasplantes de páncreas (4), corazón (22) y pulmón (49), tan solo se realizan en A Coruña, uno de los centros de referencia, sobre todo a nivel cardiaco, en todo el Estado.

Desde enero del año 1981, cuando por primera vez en un quirófano gallego se llevó a cabo una operación de trasplante de riñón, se han hecho 9.550 intervenciones de este tipo.  Un camino referente que hace que la comunidad cuente con una tasa de trasplantes más alta que la de la media estatal, con 123 por cada millón de habitantes. 

El papel de los donantes

Para poder llevar a cabo un trasplante, lo primero que hay que conseguir es un donante. El año pasado hubo en la comunidad 109 donantes en cadáver, siendo el 55% de la provincia de A Coruña. López, resaltó en muchas ocasiones los familiares se niegan a la donación de órganos porque desconocen "cuál era la voluntad del fallecido". "Lo que importa es que la familia sepa de tu voluntad", manifestó, al tiempo que emplazó a las personas a comunicar a sus familiares su intención de donar órganos y su alta en el correspondiente registro.

En este sentido, el director general de Asistencia Sanitaria del Sergas, Jorge Aboal, que también participó en la presentación del balance, celebró el descenso en la tasa de negativa familiar a la donación de órganos. "Le estamos dando la vuelta a la tendencia; era un caballo de batalla que teníamos en Galicia porque era una tasa de negativa familiar importante y que a través de los programas formativos, de concienciación, el cambio cultural de la sociedad y, sobre todo, concienciar a los más pequeños y a los jóvenes hemos conseguido cambiar esta tendencia", afirmó Aboal.

La causa de fallecimiento más común entre los donantes fue el accidente cerebro-cardiovascular, mientras que los accidentes de tráfico apenas representan el 6%. Asimismo, en cuanto al perfil, la edad media es de 60,6 años. A este respecto, la directora de ADOS detalló que el más mayor del año 2023 tenía 85, mientras que los menores de 30 representaron menos del 3% de las donaciones en cadáver. 

Desde el inicio del programa de trasplantes en la comunidad hasta el cierre del pasado año, más de 24.000 gallegos han solicitado la tarjeta de donantes. De ellas, 2.612 fueron expendidas en los últimos meses. Esta tarjeta es un documento a través del que se declara la voluntad de que se proceda a la donación de órganos y tejidos tras el fallecimiento del solicitante.

Donar médula, un proceso diferente

Los trasplantes de médula ósea son muy diferentes del resto, por lo menos en lo que se refiere a su procedimiento. Al contrario que los demás, este no requiere de una operación quirúrgica, sino que se sustituyen las células madre de la médula ósea enferma por las sanas de un donante. Estas se inyectan en el torrente sanguíneo, usualmente a través de una sonda.

Para poder ser donante de médula hay que cumplir una serie de requisitos: tener entre 18 y 40 años de edad y no padecer ni haber padecido ninguna enfermedad grave transmisible por la sangre. Esta tiene carácter anónimo, altruista, voluntario y universal, es decir, se dona para la persona que lo necesita en cualquier parte del mundo. 

A lo largo del año pasado hubo un total de 15 donaciones de gallegos “efectivas”, lo que supone prácticamente el doble que en 2022, cuando fueron ocho. A esto hay que sumar los casi 14.400 inscritos en Redmo (Registro de Donantes de Médula Ósea).