Karlotta deja huella en las cuatro provincias gallegas, generando más de 600 incidencias en el día

La Xunta activó un plan ante el riesgo de inundaciones

Las rachas de viento superaron los 100 km/h en varios puntos

Muro derribado por los efectos de la borrasca Karlotta en el barrio de Telleiras de Ferrol, ayer

Muro derribado por los efectos de la borrasca Karlotta en el barrio de Telleiras de Ferrol, ayer / EFE

Vuelve el invierno a la comunidad o, mejor dicho, regresa el tiempo invernal a las provincias gallegas. Karlotta, nombre elegido para la primera borrasca de este mes de febrero, tuvo a parte de la costa y del interior bajo alerta naranja por lluvias, con acumulaciones superiores a 80 l/m2, dando el máximo en Fontecada (Santa Comba) con más de 145 l/m2. Además, el viento también sopló con fuerza con rachas superiores a los 100km/h en algunos puntos del territorio, destacando los 202.4 km/h registrados en Penedo do Galo (Viveiro), y con olas de más de cinco metros en la costa. En total se registraron 610 incidentes ligados al temporal, según datos del 112 Galicia.

Los ríos también acapararon la atención, dado que la Xunta activó el INUNGAL (Plan especial de Protección Civil ante el riesgo de Inundaciones en Galicia) el pasado miércoles ante los valores de las cuencas y los fenómenos meteorológicos previstos. Sobre todo, en los ríos Dubra, Tambre, Miñor y el Verdugo a su paso por Ponte Caldelas. Las autoridades hicieron hincapié en alejarse de los cursos fluviales, tratando de aparcar los vehículos lo más lejos posible.

Por provincias, la más afectada (por incidencias registradas) fue la provincia de A Coruña con 249 desde las 6 de la madrugada. Por detrás le siguieron Lugo (208), Pontevedra (126) y Ourense (25). En Ferrol, Karlotta provocó la caída de un muro en el barrio de Telleiras y otro en el de Esteiro, provocando este último un escape de gas. En la ciudad de A Coruña el viento se llevó el tejado de una guardería y provocó el desprendimiento de una instalación de obra en la Rúa Juan Flórez, sin causar daños personales.

En los transportes el día estuvo condicionado por el viento, los desprendimientos y las caídas de árboles. En la provincia de Lugo se cortó al tráfico la N-642 en el término municipal de Ribadeo. A su vez, la A-54 (autovía Santiago-Lugo) sufrió la caída de ramas sobre la calzada. La LU-P-2925 corrió peor suerte, ya que permanecerá cortada dos días por desprendimientos de tierra. En la N-640, que conecta las ciudades de Lugo y Ourense, también se produjeron desprendimientos, teniendo que desviar el tráfico rodado. En la N-540, en el municipio de Ourense, se registró la caída de un andamio y en el centro de O Barco de Valdeorras también cayeron árboles, al igual que en la N-525 en Allariz.

Viveiro registró la mayor racha de viento de la jornada con un valor de 202.4 km/h

La circulación ferroviaria se vio afectada por este episodio meteorológico adverso en dos puntos de la comunidad: el tramo Moeche-Cerdido y el de Catoira-Pontecesures. Estas interrupciones por árboles caídos en la vía motivaron la interrupción del servicio de Ferrol-Ribadeo y Pontevedra-Santiago. Esta última incidencia se resolvió en un plazo de una hora. Los vuelos también se vieron afectados con dos regresos a Madrid de aviones destino A Coruña y uno que cubría la ruta Bilbao-Santiago que tuvo que aterrizar en Madrid.

Fontecada (Santa Comba) tuvo la mayor acumulación de lluvia de la comunidad con más de 145 l/m2

La previsión para hoy se prevé más estable que la del día de ayer, ya que las alertas meteorológicas desaparecen del mapa y se dibuja un escenario de lluvia con algunos claros. Aunque para mañana se espera que regrese la alerta naranja por oleaje en la costa, desde las Rías Baixas hasta la Mariña lucense.