Las gallegas cobran de media 4.500 euros menos al año que los hombres y cuatro de cada diez no llegan al SMI

El informe de la CIG sobre la situación sociolaboral femenina revela que las mujeres soportan aún un 30% de temporalidad

Empleada del hogar, sector más feminizado del mercado laboral, desempeñando sus tareas

Empleada del hogar, sector más feminizado del mercado laboral, desempeñando sus tareas / Gustavo Santos

El sindicato CIG, mayoritario en Galicia, publicó hoy un informe sobre la situación sociolaboral de las mujeres en la comunidad en 2023. El documento sale a la luz a pocos días del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, para dar a conocer “toda una serie de desigualdades que no tienen causas objetivas basadas en el desempeño del trabajo”, explica Nicolasa Castro, secretaria de Mujeres de la CIG. Como resultado global el análisis arroja que “todas las brechas de género crecieron”, explica Castro, en referencia a “los salarios, la temporalidad y la parcialidad en la contratación” de mujeres.

En lo relacionado con la brecha salarial presente entre hombres y mujeres, se observa que desde el año 2017 se ha ido reduciendo hasta el 2022 (últimos datos publicados por la Agencia Tributaria). En este último año, sin embargo, la diferencia ha experimentado un repunte de una décima, “pasando de tener en 2021 una brecha media del 18,6% a una en 2022 del 18,7%”, indica Castro. Este porcentaje se traduce en aproximadamente 4.500 euros al año menos para la población femenina. Para la CIG se trata de un dato “muy significativo” que se produce “un año después de la última reforma laboral”.

Las mujeres soportan el 75,7% de las jornadas parciales en Galicia, algo que desde la CIG explican que está “muy ligado a las diferencias salariales”, dado que 4 de cada 10 gallegas no alcanzan el SMI (Salario Mínimo Interprofesional). A su vez, la figura de los contratos fijos discontinuos también se encuentra feminizada, siendo un 60% el porcentaje de mujeres en esta modalidad. Además, en materia de temporalidad, la población femenina soporta alrededor de un 30%, frente a un 18,2% de contratos temporales en el caso de los hombres

Castro afirma que “la precariedad está en aumento”, invitando a “hacer una reflexión sobre las políticas que se están adoptando”, ya que “todo indica que la última reforma laboral está yendo en contra de la igualdad de las mujeres en el trabajo”. Las consecuencias de esta realidad no terminan con la jubilación, dado que las condiciones vividas a lo largo de la etapa laboral generan que la pensión media femenina, en 2023, se situase en 832,9 euros mensuales frente a la masculina, de 1.254,78 euros.

Factores de la precariedad

Natividade López, miembro del gabinete técnico de Economía del sindicato, explica que se comprueba que “los empleos con más presencia femenina son los que tienen los salarios más bajos”. Uno de estos sectores sería el de las empleadas del hogar, con un 97,6% de mujeres. Asimismo, su compañera Nicolasa Castro comenta que “al trabajar menos horas, vas a cobrar menos”, en referencia a la temporalidad

La afluencia de jornadas parciales en la población femenina “no está solo ligada al cuidado de personas dependientes”. Según Castro, los datos revelan que las mujeres aceptan un contrato parcial por “no encontrar un empleo a jornada completa”, una realidad que afecta al 57,2%, frente al 23,5%, que optan por reducir su horario laboral para el cuidado de familiares. La sindicalista apela a los servicios públicos para que “garanticen los cuidados” a los dependientes y reducir así el impacto de este factor en el mercado laboral.