¿Por qué Hacienda recauda más si ahora fumamos menos?

La facturación en enero y febrero de 2024 por la venta de cigarrillos es la mejor de la serie histórica desde 2013, pese a que se comercializaron un 14% menos de cajetillas

Los impuestos suponen ya prácticamente el 80% del precio del paquete

Dos varones fuman en un espacio público de la ciudad de Ourense

Dos varones fuman en un espacio público de la ciudad de Ourense / Iñaki Osorio

La facturación por la venta de cigarrillos consolidó su ascenso en Galicia mientras el Ministerio de Sanidad terminaba de ultimar los detalles de su Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo, presentado a las comunidades en la primera quincena de marzo, y que busca introducir mayores restricciones en el consumo de tabaco así como incrementar sus precios, con el objetivo de combatir la adicción a esta sustancia.

Concretamente, la cifra de negocio alcanzada por los ‘pitillos industriales’ durante los dos primeros meses de 2024 –con casi 88 millones de euros– es la mejor en la serie histórica en ese periodo desde 2013. Así se desprende de los últimos datos publicados en el informe estadístico del Mercado de Tabacos que elabora el Ministerio de Hacienda.

Paradójicamente, a pesar de este sostenido incremento en la cifra de negocio de las cajetillas, el número de unidades vendidas en los estancos gallegos ha sufrido un importante descenso a lo largo de la última década. Durante los dos primeros meses de 2014, los establecimientos habilitados despacharon 19.984.270 paquetes de veinte cigarrillos, mientras que en el presente año comercializaron 17.546.808 cajetillas. Es decir, un descenso en las ventas que se aproxima al 14%.

Los cambios tras la COVID

Para tratar de comprender esta bajada en las ventas de los cigarrillos industriales hace falta echar la vista atrás hacia la pandemia de la COVID. Fue entonces cuando muchos fumadores habituales de este tipo de tabaco decidieron dejarlo o pasarse a la picadura de liar debido a su mayor rentabilidad económica, es decir, más cantidad de producto por igual o menor precio.

De hecho, entre 2019 y 2021, los kilos comercializados de tabaco en Galicia se incrementaron en un 12,5%, mientras que en el mismo periodo el número de cajetillas vendidas descendía un 6%.

A pesar de que la situación epidemiológica se ha normalizado, el factor económico ha continuado siendo determinante para los fumadores a la hora de escoger su tabaco. Y es que mientras el volumen de cigarrillos industriales comercializados no ha logrado recuperar los registros con los que cerró el 2019, las ventas de picadura de liar en los estancos de la comunidad continúan al alza y registraron al término de 2023 su máximo histórico, con más 306.000 kilos comercializados.

“Cuando comenzó el estado de alarma me pasé al tabaco de liar. Estaba en casa y no necesitaba esa inmediatez que te da el cigarrillo industrial. Me habitué y desde entonces no he vuelto a comprar una cajetilla, porque al final te das cuenta de que es mucho más económico”

Laura Gómez

— Vecina de Santiago

Laura Gómez, vecina de Santiago, fue una de esas fumadoras que cambió la cajetilla por la picadura de liar durante la pandemia. “Cuando comenzó el estado de alarma me pasé al tabaco de liar. Estaba en casa y no necesitaba esa inmediatez que te da el cigarrillo industrial. Me habitué y desde entonces no he vuelto a comprar una cajetilla, porque al final te das cuenta de que es mucho más económico”, explica.

¿Bajan las ventas y sube la facturación?

A pesar de que cuantitativamente se comercializan menos cajetillas, la facturación aumenta. Esto se produce debido a que el precio ha ido ascendiendo de manera sostenida en el tiempo, sobre todo, debido a la especial tributación con la que cuentan estos productos y que supone en estos momentos prácticamente el 80% de su coste.

Sin embargo, el precio del tabaco, a pesar de las alzas que ha sufrido en los últimos años, continúa siendo mucho más barato en comparación con el resto de países de la Unión Europea. Mientras que el precio promedio de una cajetilla se sitúa en España en los 4,9 euros, este coste se eleva por encima de los 6 euros en Alemania y Bélgica y en Francia es ya de más del doble, por encima de los 10 euros.

Es por ello, que tanto los expertos en la lucha contra el tabaquismo como la Unión Europea vienen recomendando a España en los últimos tiempos elevar todavía más el precio, con la intención de alejar a los consumidores –por la vía económica– de este producto, nocivo para su salud y que en Galicia consumen a diario 410.656 personas y 53.768 de forma ocasional, según los datos del último Observatorio de la Asociación Española contra el Cáncer.

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