Alcoa plantea un ‘stand by’ de dos años en San Cibrao con permisos retribuidos
Habría un cese temporal para la electrolisis y la planta de ánodos, sin EREs en 4 ejercicios // Asamblea de la plantilla para decidir
Como la intervención pública de la planta de Alcoa ni está, ni se la espera, y de la posible venta a un tercero nada se sabe, la propia multinacional del aluminio ha dado un paso para una “solución a medio-largo plazo” para la fábrica de A Mariña. En un comunicado informaba de que trasladó al comité de empresa en Cervo (Lugo) una propuesta de acuerdo que prevé ceses temporales de la actividad a cambio de “un permiso retribuido” a la plantilla afectada y el compromiso de “no iniciar ningún despido colectivo por un periodo de cuatro años”.
Explica el grupo estadounidense que con “los desorbitados precios de la electricidad” sigue haciendo hoy “inviable la planta”. Pero, que “en un esfuerzo por encontrar una solución”, propuso a los representantes de los trabajadores “una opción para mantener el empleo, promover la viabilidad futura de la planta y frenar las importantes pérdidas que se acumulan”.
¿Qué ofrece la compañía? Un acuerdo que contempla el cese temporal de la actividad de electrolisis y de la planta de ánodos por dos años. Apagar las cubas. Ese tiempo trabajarán “urgentemente para firmar preacuerdos de suministro de energía mínimamente competitivos a partir de 2024, siendo esos preacuerdos la premisa para iniciar el cese temporal de dos años”.
En segundo lugar, plantea “proporcionar un permiso retribuido a los empleados afectados durante el cese temporal de dos años”, y también propone “operar la fundición para asegurar el suministro de metal a los clientes”.
Los otros puntos de su propuesta se refieren a “reiniciar toda la actividad a partir de enero de 2024” y a “no iniciar ningún despido colectivo por un período de cuatro años”.
Alúmina intocable. Alcoa precisa que la refinería de alúmina de San Cibrao no se ve afectada por este acuerdo propuesto y “seguiría funcionando con normalidad”.
“Creemos que esta propuesta es una solución razonable para los trabajadores, permitirá la viabilidad futura de la planta de aluminio y detendrá las pérdidas significativas que está acumulando la planta”, manifiesta el director comercial de Alcoa Corp, Tim Reyes, que añade que “con los precios de la energía en niveles desorbitados, es de interés para todos cesar la producción temporalmente una vez que se obtengan preacuerdos de energía razonables, con el compromiso de su reinicio completo en dos años”. Reencender las cubas.
Fuentes de la empresa añaden que las pérdidas operativas solo en noviembre estarán, estiman, por encima de los 20 millones de dólares, “sin contar el efecto que tiene la huelga en la liquidez de la compañía”. El coste de la electricidad es más del 60 % del total de costes de producción.
Concretan que durante el permiso retribuido la multinacional del aluminio habla de “planes de formación” y “rotación”, entre otras medidas. También especifican que con el compromiso de que no haya despido colectivo no habría “ni ERE ni ERTE” y que el cese de actividad se plantea para electrolisis y electrodos.
Valoración. Tras recibir la oferta, “abierta” y que la firma “invita a negociar”, el comité convocó, informa Europa Press, un pleno extraordinario para este martes a las 9.30 horas para que los sindicatos valoren la propuesta.
Piden una reunión con representantes de la Xunta y del Gobierno central para recabar su posición al respecto. Mantienen además la asamblea general convocada este martes, a las 12.00 horas.
Muchas llamadas y mensajes cruzados este martes entre administraciones, sindicatos, comités de empresa y también Alcoa. Tras meses de inmovilismo, al menos algo se mueve, aunque toca aguardar a ver si de aquí acaba cuajando una solución que contente a todas las partes.
El Ministerio de Industria remitía un comunicado en el que analizaba los claroscuros de la propuesta de la aluminera –estabilidad laboral a cambio de dos años de apagado de las cubas de electrólisis, pero con compromiso de encendido–, señalando que la posición del Gobierno de España siempre se orientó hacia dos objetivos “que han de ir necesariamente de la mano: el mantenimiento del empleo y el mantenimiento de la capacidad productiva de aluminio primario de la planta, a medio y a largo plazo”.
Industria aguarda mantener una reunión en los próximos días donde Alcoa explique a todas las partes –Gobierno, Xunta y comité de empresa– los términos de la propuesta con mayor detalle y en particular, el plan industrial que detalle las inversiones necesarias para garantizar las capacidades industriales y la competitividad de la planta. Asimismo, ven necesario “un mayor detalle sobre las actuaciones que garanticen la base actual de clientes y sus contratos de suministro”. Reclaman trabajar todos juntos para llegar a una solución definitiva que garantice el futuro.
Todo en un día en el que la Comisión de Industria del Senado expresó su apoyo a los trabajadores de Vestas y a las movilizaciones que llevan a cabo en defensa de sus empleos, así como su solidaridad a los ciudadanos de A Mariña “que están sufriendo también las consecuencias del anuncio de cierre”.
El apoyo del Senado se materializó este lunes en una moción del Grupo Socialista respaldada por todos los grupos (PSOE, PP, ERC y PNV) excepto JxCat, con resultado de 25 votos a favor y una sola abstención, refleja Efe.
La moción insta además al Gobierno a “recabar el compromiso del conjunto de las administraciones para sumar esfuerzos en defensa del empleo y el mantenimiento de las capacidades industriales” y a “dar el apoyo y la asistencia que pueda precisar la Xunta de cara a aquellas actuaciones que esta deberá llevar a cabo (...) para mantener el empleo y las capacidades industriales y también como máxima autoridad laboral”.
En su argumentación se afirma que el cierre, “además de la amenaza que supone para 115 empleos directos, de consumarse supondrá un nuevo y duro golpe económico especialmente para la comarca de A Mariña de Lugo sometida al impacto de una progresiva desindustrialización, incluyendo el intento de deslocalización de la multinacional Alcoa”. Máxime, citan, en pleno auge de las renovables.
Pese a la práctica unanimidad, la aprobación de esta iniciativa no ha estado exenta de debate. Así, el senador socialista César Mogo afirmaba que “no se solucionan las crisis industriales mirando para otra parte y haciendo escapismo”, en referencia a la política industrial de la Xunta, que calificó de “ficción”. Por su parte, el PP planteó una enmienda de adición, rechazada por el PSOE, para que el Gobierno transfiriera a las comunidades autónomas los Fondos europeos Next Generation en materia de industria y comercio, precisamente “para poder ejercer sus competencias exclusivas”.
El parlamentario del PP Francisco Javier Lacalle subrayó el “respaldo incondicional” de su formación a los trabajadores de Vestas y manifestó que le consta “que se está trabajando desde todas las instituciones” para mantener la actividad de la planta, aunque “mucho y bien desde la Xunta” mientras que desde el Gobierno, comentó, “tenemos más dudas”.
La representante de ERC, Laura Castel, que aprovechó su intervención para pedir la derogación de la reforma laboral “ya”, mostró también su apoyo a los trabajadores afectados y explicó que, aunque normalmente no se pronuncian en asuntos que no afectan a Cataluña, en este caso hacían una excepción “porque la lucha de las clases trabajadoras va más allá de los territorios”.