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Alcoa sucumbe ante la presión y huye

Moncloa, Xunta y plantilla se unen frente al grupo estadounidense, que denuncia el acoso a sus dirigentes // Alega que propuso sin éxito una venta con las cubas encendidas y limitando despidos

No va más en la negociación por el expediente de regulación de empleo (ERE) de Alcoa San Cibrao. El acuerdo es inviable. Termina, además, casi de la peor manera posible: con la dirección de la compañía encargada de la negociación a la fuga, tras ser recibidos con abucheos, insultos y lanzamiento de huevos; y con los representantes del comité de empresa llamándoles “auténticos buitres” y criticándolos por “hacerse las víctimas” al no comparecer para finalizar la negociación.

Según detallaron en un comunicado desde Alcoa, culminado el plazo del periodo de consultas, “ya en la mañana del 5 de agosto, la representación legal de los trabajadores solicitó a los representantes de Alcoa que las partes se reunieran de nuevo en el día de hoy –jueves– para revisar y firmar el acta con el contenido de dicha reunión”.

Un acta de desacuerdo de casi cuarenta páginas. “Lamentablemente, los representantes de Alcoa no pudieron acudir”, apuntan, “pues un importante grupo de personas con monos de trabajo y distintivos de la planta de San Ciprián –en sus notas de prensa la compañía nunca la nombra como San Cibrao– impidieron su acceso con intimidación y violencia. Ello ha obligado a los vehículos a abandonar el lugar”.

Continúan su alegato: “En un escenario en el que se impide el acceso y se teme por la integridad física de los representantes de la empresa, no pueden celebrarse reuniones presenciales”. Apuntan que informaron a la parte laboral de esta imposibilidad y revelan que han puesto los hechos “en conocimiento de la autoridad a los efectos de las acciones que legalmente procedan”. Su intención es cerrar las negociaciones por vía telemática y firmar las actas lo antes posible, contando con la mediación de la Xunta y la Delegación del Gobierno.

Por contra, el presidente del comité, José Antonio Zan, que llegó a salir en determinado momento a calmar los ánimos de los trabajadores congregados para presionar a la compañía estadounidense, puso en duda el origen de tal ataque al señalar irónicamente que “igual era un amigo de ellos, de otra empresa”. Dirigiéndose a los medios presentes, les apuntó que “vosotros visteis dónde está el personal, está abajo junto al río, no en la entrada”.

“Hasta la Policía Nacional pudo corroborar que no había ningún problema para que entraran”, manifestó.

Con todo, Zan apuntaba que no se puede comparar el “tirar un huevo a un autobús” con un despido colectivo como el que plantea la empresa, que afectaría a 534 trabajadores de la planta situada en el municipio lucense de Cervo.

Desde la compañía. Volviendo a Alcoa, esta argumenta que tras las muchas horas negociando –computan 14, no cerca de 30 como el comité– el periodo de consultas del ERE culminaba en la medianoche del pasado día 4 sin acuerdo. Sostienen que el equipo que comanda el presidente en España, Álvaro Dorado, propuso distintas alternativas “que no sólo habrían permitido explorar una potencial venta de la planta de aluminio con las cubas funcionando, sino además habrían evitado despidos a través de un ERTE en el supuesto de que dicha venta no llegara a producirse”. Todo ello habría permitido, dicen, mantener el empleo, al menos, hasta julio de 2022.

“Lamentablemente, todas las alternativas propuestas fueron rechazadas por la comisión representativa de los trabajadores”, apunta Alcoa, que cuenta ahora con 15 días para comunicar su decisión. “Ha sido inviable una solución”, alegan los estadounidenses, que quieren evitar pérdidas semanales que cifran en un millón de euros.

Comité en espera. “Estáis viendo todos que es imposible negociar con esta empresa, por lo que exigimos que la autoridad competente y la Xunta se metan en este proceso y se sienten en la mesa con nosotros también, porque necesitamos que alguien arbitre esto”, aseguraba Zan. Ante la huida de los directivos apuntaba que “esto ya pasa de castaño oscuro, llevamos desde las 9 de la mañana esperando por estos señores”. Esperaron mucho más allá de mediodía, aunque desde la Xunta les infiormaron de que no irían.

“No se reúnen con la ministra y no comparecen a firmar el acta de desacuerdo”, sostenía Zan. El comité pretendía volver a poner sobre la mesa su contrapropuesta, que era una prórroga de seis meses para facilitar la venta de la factoría a la empresa británica Liberty House Group, perteneciente a Alliance GFC. Dicha propuesta contemplaría además la celebración de una reunión semanal, a través de una mesa multilateral, para mantener puntualmente informados de los avances de esas negociaciones tanto al propio comité como a la Xunta, el Ministerio de Industria y los sindicatos UGT, CCOO y CIG.

Además de todo esto, en el texto acordado por los tres sindicatos se explicita que el proceso de venta se desarrollaría “sin parar ninguna cuba”, de modo que las instalaciones podrían venderse a Liberty House Group con la planta en funcionamiento.

Por último, y tan sólo en el supuesto de “que la venta no llegara a producirse a 20 de septiembre”, el día 21 del mismo mes las partes se reunirían para finalizar el período de consultas en los términos que se acuerden.

Apoyo metalúrgico. La Asociación de Industriales Metalúrgicos de Galicia (Asime) apoyó la venta de la planta de Alcoa San Cibrao, ya que consideró que se puede permitir garantizar el mantenimiento su actividad industrial y sus puestos de trabajo.

A través de un comunicado, la patronal gallega del metal destacó la “relevancia estratégica” de la fábrica en distintas cadenas de valor del sector y, en concreto, en la automoción, el naval, la aeronáutica y la eólica. Si el metal es un 21 % del PIB gallego, Asime estima que un 8 % de estas actividades están vinculadas directo o indirectamente a la industria del aluminio.

Su secretario general, Enrique Mallón, ha recalcado que el Gobierno central debe acometer las gestiones necesarias para evitar “a toda costa” el cierre del complejo fabril.

Valoración de conde
Una busca irse, otra venir

··· La Xunta, como autoridad laboral, carece de “potestad jurídica para poder parar el ERE” de Alcoa. Lo tuvo que reconocer el conselleiro de Economía, Emprego e Industria, Francisco Conde, en una entrevista en la Radio Galega que recoge Europa Press, No pueden “autorizarlo o desautorizarlo”, sino que su cometido es el de velar por que el periodo de consultas haya sido “garantista”, para lo cual se han emitido hasta “seis advertencias” con el fin de “garantizar que se estaba trabajando de buena fe”. Alcoa le comunicará ahora si hubo “acuerdo o desacuerdo”. Lo que sí constató la Xunta es que “no tiene un problema estructural”, por lo que “sí se puede dar continuidad a la actividad industrial sin parar las cubas”.

··· Según Conde, “hay una empresa que se quiere marchar de Galicia, que se llama Alcoa”, y hay otra interesada en comprar, “que se llama Liberty House”, por lo que apela a “aunar los intereses de comprador y vendedor”. Considera que la multinacional estadounidense “se equivocó” al no asistir a la reunión de la mesa multilateral convocada el miércoles por el Gobierno, “porque lo que toca ahora buscar soluciones” y “no es el momento de enrocarse en su posición e impedir que se produzcan avances”. “Perdió una oportunidad para sumarse al esfuerzo de todas las partes”, agrega. Considera que la aluminera “tiene una corresponsabilidad por el pasado y el presente”, por lo que “no puede poner atrancos por el futuro”. “Debe dejar paso y colaborar”, opina el conselleiro.

··· Promete el conselleiro que seguirán “trabajando conjuntamente” con el Gobierno y los sindicatos con el “objetivo de dar continuidad a la actividad industrial”. Y es que hay un “objetivo muy claro de que se pueda producir la venta por la parte de Alcoa”. Avisa de que el nuevo comprador lo que necesita es un precio eléctrico y ahí el Gobierno “tiene que asumir el liderazgo”. “No habrá ninguna empresa que venga a operar a pérdidas”, sentencia. “Tendremos un escenario industrial para Alcoa San Cibrao a partir de hoy si realmente podemos trabajar y el Gobierno asume que tiene que dotar de ese precio competitivo a la planta”, avisa.

··· Remarca que si el Gobierno lo hubiera hecho desde hace año y medio no se hubiera pasado por esta situación “lamentable”. Por tal motivo, aboga por que en la próxima reunión esté presente la ministra de Transición Ecológica, además del Ministerio de Industria. Liberty House trasladó esta semana en la reunión mantenida con la Xunta que necesita un “precio competitivo” para los próximos tres años. Por todo ello, pide a Alcoa que, dado que “no tiene interés con continuar con la producción de aluminio primario”, venda sus instalaciones “a precio de mercado”.

06 ago 2020 / 21:00
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