Alerta en tierra y mar por los precios a la baja de los alimentos
Mujeres de la Pesca instan a revalorizar el pescado y UUAA se moviliza por el pollo
El sector primario gallego reclama precios justos para sus productos, tanto en tierra como por mar. De hecho, la Asociación Nacional de Mujeres de la Pesca (Anmupesca), a través de su presidenta, Rita Míguez de la Iglesia, dirigió recientemente una carta al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, en la que le mostró la preocupación de las profesionales de la pesca por la bajada de los precios del pescado y el marisco en los meses de octubre y noviembre por los efectos de la pandemia.
En la misiva, Anmupesca destacó que tras la campaña de verano la caída de los dos últimos meses fue “evidente y calamitosa”, lo que debilitó aún más “las débiles economías de las mujeres de la pesca”. “Como bien sabe, nuestra dependencia de la venta de los productos que recogemos del mar es total y cualquiera variación en sus precios supone un grave impacto en nuestras economías, avocándonos casi a un estado de supervivencia”, señala Rita Míguez de la Iglesia.
La entidad justifica estas circunstancias por el descenso generalizado del consumo de pescado y marisco en estos meses y por tratarse de temporada baja en el sector turístico, por otro lado, uno de los especialmente damnificados por las consecuencias de la COVID.
Anmupesca solicita al ministro que repare en esta realidad y se pone a su disposición para una reunión de carácter técnico para estudiar la adopción de medidas que palien este impacto de cara a la campaña de Navidad. “Se trata de una situación sin precedentes que merece que todos sumemos y nos unamos en aras de la minimización de sus efectos”, señala la carta. También se acuerdan del impacto en otras actividades, como el de las rederas.
Mientras, Unións Agraria (UUAA) denunciaba ante un supermercado en Compostela la venta de pollo por debajo de los costes de producción. Miembros del sindicato, entre ellos su secretario xeral, Roberto García, informaban a los clientes que la venta de pollo a 1,99 euros el kilogramo, un precio “40 céntimos por debajo de lo que cuesta producir” en las granjas.
García sostuvo que eso supone “un incumplimiento de la ley” y un “desafío claro” a la normativa adoptada recientemente contra ese tipo de prácticas, que además pone en peligro al sector.
Según UUAA, Galicia es la segunda comunidad productora de pollo en España, una país que “no produce lo suficiente para el consumo”, y destacó que este año, debido a la pandemia y al descenso del turismo, varias granjas tuvieron que permanecer “cerradas más de tres meses sin cobrar”.
Advirtió de que el dumping puede llevar al cierre de granjas, lo que implicará la necesidad de importar “miles de pollos de Brasil o de China” y repercutirá en las más de 670 explotaciones que hay en Galicia.
García indicó que las familias gallegas compran una media de 60 euros al año en pollo y precisó que el ahorro con ese tipo de reclamo es insignificante, por lo que invitó a los consumidores a “no participar” en esas “campañas de engaño”.
El dirigente de UUAA subrayó que las cadenas de distribución han utilizado “de forma permanente determinados productos como reclamo” para ganar clientes, entre ellos leche, aceite de oliva, azúcar o ahora pollo, porque incitan a los consumidores a creer que ahorran dinero en sus compras.