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Alerta máxima de incendio en treinta y cinco parroquias
de una veintena de concellos

Ourense acumula la mayoría con más riesgo, con un total de 27, frente a cinco en A Coruña, dos en Pontevedra y una en Lugo

Galicia cuenta con 35 parroquias de alto riesgo de incendio en 2022 –en más de una veintena de municipios–, lo que supone la misma cifra que en 2021, si bien hay cambios al salir cuatro de la lista y entrar otras cuatro. Así figura en el plan de lucha contra el fuego de Galicia (Pladiga) de este año, texto provisional al que tuvo acceso Europa Press y que será aprobado en el último Consello de la Xunta.

Un año más, la provincia Ourense acumula la mayoría de las parroquias con más riesgo de incendio, con un total de 27. A más distancia se encuentran: A Coruña (5), Pontevedra (2) y Lugo (1).

Las parroquias de alto riesgo de incendio (PAAI) son aquellas que acumulan una media anual de siete fuegos o más en el último lustro, al igual que las que haya sufrido dos incendios o más superiores a las 200 hectáreas en los últimos 10 años. Hay 17 casos que cumplen el primer criterio, 15 en el segundo criterio y otras tres con ambos supuestos. De tal forma, de este listado salen en 2022 las parroquias de: Ribasieira (municipio de Porto do Son), Covas (Cea), Soutipedre (Manzaneda) y A Ponte (A Veiga).

En cambio, las cuatro que pasan a incluirse son las de: Meiraos (Folgoso do Courel), A Gudiña (A Gudiña), O Pereiro (A Mezquita) y Calvos (Calvos de Randín).

El municipio ourensano de A Gudiña es el único que acumula cuatro parroquias de alto riesgo de incendios (O Tameirón, A Gudiña, Parada da Serra, Pentes). Le sigue Vilariño de Conso, con tres (Chaguazoso, Castiñeira, Sabuguido). Hay 4 parroquias que suman medio centenar de fuegos o más en el último lustro. Lidera O Pereiro (A Mezquita), con 78 incendios. Después están Castro de Escuadro (Maceda), con 52; O Tameirón (A Gudiña), con 52; y Carballo (Carballo), con 50. Las parroquias con una mayor superficie arrasada en la última década son: San Paio de Araúxo (Lobios), con 3.875 hectáreas; Río Caldo (Lobios), con 2.900; O Pindo (Carnota), con 2.256; y Montes (Cualedro), 1.957 hectáreas.

De tal forma, la lista de municipios con parroquias incendiarias es la siguiente. Cinco en A Coruña, con una cada uno, Carballo, Boiro, Lousame, Ribeira y Carnota. Dos en Pontevedra, también con una en cada ayuntamiento, Dozón y Salceda de Caselas. El único ayuntamiento de Lugo es Folgoso do Courel.

En lo tocante a Ourense, son los siguientes municipios: Maceda, Ourense, Chandrexa de Queixa (2), Manzaneda (2), Cualedro (2), A Gudiña (4), Laza, A Mezquita (2), Oímbra, Vilariño de Conso (3), Calvos de Randín (2), Lobeira, Lobios (2), Muíños, Rairiz de Veiga y Vilar de Barrio.

Pladiga

El plan de lucha contra el fuego de Galicia (Pladiga) para 2022 incluye novedades como la modernización del centro de coordinación –con sede en Santiago–, el aumento hasta alcanzar las 148 videocámaras –seis más que en 2021– y la compra de nuevos drones. La Xunta se fija el objetivo de que no ardan más de 16.187 hectáreas, cifra resultante de la media de la última década.

Así figura en el Pladiga de este año, documento provisional al que ha tenido acceso Europa Press y que se prevé aprobar en el Consello de la Xunta de este jueves, 2 de junio. Todo ello después de un 2021 en el que se quemaron 4.403 hectáreas, tercera menor cifra en la última década.

Como otras metas, la Consellería de Medio Rural se marca que haya menos de 411 incendios y que los fuegos sean de menos de 6,5 hectáreas de media. Se espera que el 70 % no supere el tamaño de una hectárea de extensión.

Si se elimina el valor más alto y el más bajo de los últimos diez años, la Xunta establece como fin no superar las 12.223 hectáreas arrasadas a lo largo del actual ejercicio.

Además, otro objetivo es el de no superar las ocho situaciones de tipo 2 –aquellas que ponen en riesgo casas– declaradas (en 2021 solo fueron tres). El tiempo de reacción ante incendio se quieren reducir de 21 minutos, a la vez que se intentará bajar de las 4 horas y 17 minutos la media para terminar con los fuegos.

El Pladiga recoge la apuesta por la renovación del Centro de Coordinación Central, situado en la capital gallega, con nuevas tecnologías para visualización y para el seguimiento de condiciones meteorológicas en tiempo real. Un nuevo sistema de visualización con 10 pantallas de 65 pulgadas –con mosaico LED continuo en el panel lateral–, que permitirá el despliegue de nuevas cámaras, las interacciones con el sistema Xeocode Lite –cuya versión se evolucionará–, la ampliación de la predicción meteorológica, así como vídeo en tiempo real de aeronaves y bases aéreas.

También se va a acondicionar un nuevo centro de coordinación provincial en Ourense, que permitirá visualizar en tiempo real todos los incendios de la zona. Contará con un lugar específico para el despliegue del Centro de Coordinación Operativa, área de reuniones y videoconferencias.

Por su parte, las videocámaras aumentan de 142 (que ya cubría alrededor el 70 % del territorio) a 148, con su emplazamiento en 74 localizaciones (tres más) por el territorio. Habrá nuevas cámaras con detección térmica, que permitirá “detectar puntos calientes incluso en situaciones de oscuridad total”.

Asimismo, se comprarán 13 motobombas, se va a renovar el parque móvil de todoterrenos, se mejorará la red de puntos de encuentro y se modernizarán los equipos, como por ejemplo la dotación de ropa técnica de invierno para los bomberos forestales de las 282 brigadas.

Junto a esto, se destina más de un millón de euros a la creación de 26 nuevos depósitos de agua, que estarán repartidos por provincias: Pontevedra (9), Lugo (8), Ourense (5) y A Coruña (4).

Más allá de esto, se proseguirá con la labor de la unidad de investigación de incendios --abrió 242 diligencias de investigación en 2021, en un ejercicio en el que identificó a una docena de incendiarios--. Aquí, se fija el objetivo del incremento de la detención del número de incendiarios.

Nueva ley

Otro de los puntos que figura en este documento es el continuar con la elaboración de la nueva ley de lucha integral contra incendios, que “está previsto que pueda ser aprobada en 2022”. El texto abordará cuestiones como las figuras de los “paisajes cortafuegos”, así como dar un impulso “decidido” a la gestión de las franjas secundarias –próximas a viviendas– mediante la actividad agroganadera y la plantación de frondosas.

Por su parte, el Pladiga mantiene de forma global el dispositivo de medios del año anterior. De tal forma, el documento de 2022 recoge en alto riesgo 19 medios aéreos de la Xunta y entre 8 y 9 del Estado, al igual que en 2021. El dispositivo sigue con los 179 medios terrestres de la Xunta –como motobombas y maquinaria pesada–, si bien los aportados por los municipios y parques comarcales bajan a 197, los cuales eran 221 en 2021 –se observan menos motobombas municipales y del GES–. Igualmente, se mantienen los más de 3.000 trabajadores de medios propios de la Xunta de Galicia, pero hay un descenso del total aportado por ayuntamientos, parques comarcales y municipales –disminuyen de 2.433 a 2.149–.

30 may 2022 / 00:00
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