As Pontes denuncia que Endesa ‘aligera’ el impacto del cierre
El Ayuntamiento alega consecuencias en toda la comarca coruñesa en el campo económico
A Coruña. El ayuntamiento coruñes de As Pontes defiende que el plan presentado por Endesa para el desmantelamiento de la central térmica “desvirtúa y aligera” el impacto que representará su cierre para el municipio, además de para el conjunto de la comarca. Así figura en las alegaciones presentadas por el concello, presidido por Valentín González Formoso, al proyecto de evaluación ambiental para el cierre de la central.
El documento, que ha sido elaborado por un grupo de técnicos y de expertos municipales, demanda que el plan de desmantelamiento de la térmica sea autorizado a través de un procedimiento ordinario y no simplificado.
La concejala responsable de Industria del ayuntamiento, Ana Pena, pone el acento en que la central de As Pontes supera los 300 megawatios y su impacto tanto laboral como económico en la comarca es de “entre 1.000 y 1.400 puestos de trabajo directos e indirectos”.
Ana Pena recalca que además supone “casi 7 millones de euros de recaudación en las arcas municipales” y ronda los 25 millones de euros en generación de economía en la comarca coruñesa cada ejercicio económico.
Con esta serie de argumentos el gobierno local expresa su convicción de que en su plan de desmantelamiento de las instalaciones, Endesa “no presenta datos que cuantifiquen las consecuencias del proyecto que presenta”.
DEMANDa seguimiento exhaustivo As Pontes demanda que el plan se realice a través de un procedimiento ordinario para que exista un “seguimiento exhaustivo” del proceso de cierre de la central y que se pongan sobre la mesa alternativas para la economía de la zona, que para el ayuntamiento pasan por reconvertir parte de la planta para dedicarla a la producción de energía eléctrica con biomasa.
El gobierno municipal de As Pontes también muestra sus dudas sobre el impacto que puede suponer el plan sobre el patrimonio cultural del ayuntamiento coruñés. Advierte que la proximidad a la planta de zonas como A Vilabella y su iglesia o la mámoa de A Mourela “las hace susceptibles de verse afectadas por este proyecto de demolición”, que, según el municipio, también podría impactar en el río. redacción