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martes, 23 abril 2024
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Bares y restaurantes no logran cubrir los puestos de camarero para este verano

El cierre de la hostelería empujó a profesionales de este sector a buscar otros trabajos y ahora resulta muy complicado que regresen a la restauración // Contratar a gente con experiencia es “imposible” y los estudiantes que antes aprovechaban las vacaciones para sacar algo de dinero “ya no existen”

“La dificultad para encontrar camareros y personal de hostelería en Santiago siempre ha estado ahí, pero este año, a causa de la situación originada por el coronavirus, más”, asegura Elena Fernández, directora de la empresa de trabajo temporal (ETT) Iman Temporing en la capital gallega. Explica que la capital gallegta “ siempre ha tenido este problema para el verano, pero, al mismo tiempo, con toda la demanda que hay en estos momentos, es una realidad difícil de gestionar”.

Y es que la pandemia ha hecho mella en todos los sectores, pero, como es sabido, especialmente en la hostelería, donde los cierres continuos, los cambios de restricciones y las aperturas para en días volver a tener que bajar las rejas no solo han dejado sin ingresos a los dueños de establecimientos, sino también a trabajadores que, cansados de no saber el sueldo que recibirían a final de mes, optaron por cambiar de trabajo, buscándose la vida en otros sectores como el reparto de los que, muchos, ya no volverán.

Hubo años en que “incluso recurríamos a profesionales que no eran del ramo de la hostelería, por si querían, de alguna manera, trabajar durante el verano, bien para costear sus estudios en invierno o bien porque se habían quedado en el paro desde algún otro tipo de empleo”. Sin embargo, “este año la cosa está tranquila también en ese sentido”.

Elena evidencia que “los perfiles de camareros que había en el año 2020 pasaron por un momento horrible, en el que se quedaron prácticamente en una situación de indefensión total”, lo que les llevó a tener que “optar a otros puestos de trabajo”. Desde Iman Temporing “sí que usábamos mucho el pasado año la base de datos de perfiles de hostelería para ofrecerles puestos de trabajo en otra rama, como podía ser la alimentaria o la logística”.

CUESTA ENCONTRAR CUALQUIER PERFIL. Pero este año, “ni siquiera para eso encontramos, ya nos cuesta encontrar cualquier tipo de perfil, sea de la rama que sea, pero, en concreto, los perfiles de hostelería no están ofreciendo, directamente, su candidatura para procesos de selección”. Aún así, vuelve a incidir en que “nos está costando encontrar cualquier tipo de perfil, ya sea carretilleros, operarios de fábrica... Cualquiera”.

Con la pandemia la gente también ha vuelto a sus localidades de origen, fundamentalmente el rural gallego, donde o bien han replanteado su actividad o bien han apostado por seguir estudiando para optar a algo mejor en un futuro, dentro de las nuevas profesiones en auge y los perfiles más demandados.

LA PAQUETERÍA Y EL REPARTO SON SECTORES EN AUGE. Porque, como es de esperar, mientras unas profesiones se hunden en oferta, otras crecen, pues las personas se reubican en otros sectores y la pandemia trajo consigo un importante auge del comercio ‘online’ que derivó en la creación de puestos de trabajo que antes, o no existían, o eran escasos. “El reparto aumentó mucho, todo lo que es la rama logística y el reparto en sí son perfiles muy demandados”, asegura la directora de Iman Temporing.

No durante todo el año se mantiene la demanda, pero ha aumentado, de forma general. “Hay picos en los que hay más demanda que otros, sobre todo cuando se acerca la época navideña o ahora en vacaciones”, indica Elena.

MOZOS DE ALMACÉN Y CONDUCTORES TAMBIÉN PARA EL COMERCIO ESENCIAL. Con todo, puntualiza que ya no solo el reparto para grandes compañía está en auge, sino también “la compra esencial, está cogiendo un poquito de sitio, cada vez más”.

De ese modo, “todo lo que es logística son puestos muy demandados: mozos de almacén, reparto, conductores, etc., son perfiles muy muy demandados”, afirma. La era del negocio ‘online’ ha llegado para quedarse, también en el consumo diario y esencial de nuestras vidas.

los datos
‘Boom’ logístico

··· El último informe ‘Panel de Hogares’ de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sobre el sector postal y el comercio electrónico refleja datos correspondientes a la segunda mitad de 2020. A la hora de comprar por Internet, la mayoría de clientes escogía recibir los paquetes en su domicilio (93 %) o lugar de trabajo (13 %).

··· La mitad de internautas (49,5 %) realizó alguna compra a través de Internet entre junio y diciembre de 2020, y más del 95 % de estos individuos recibieron algún paquete asociado a dichas compras online.

··· El sector logístico arrojó el pasado mes de mayo un crecimiento de 33.720 personas con respecto a mayo de 2020, un 3,7 % más. El número total de afiliados a la Seguridad Social en el sector ascendió a 933.720 trabajadores.

Un 82 % de hosteleros con dificultades económicas

hostelería. El 82 % de los profesionales españoles de la hostelería admitió que sus negocios atraviesan dificultades financieras, lo que les sitúa por encima del 74 % a nivel global, y en línea con los restauradores de países vecinos como Francia e Italia, con el 84 % en ambos casos, según un estudio de Unilever Food Solutions.

El documento, elaborado por Kantar a partir de la opinión de más de 1.200 chefs de veinte mercados señala, además, que el 59 % de los profesionales delcaran sentirse bien o muy bien, uno de los porcentajes más altos de Europa y encima de la media, en el 50 %.

El estudio señala también que durante esta primavera solo el 12 % de las cocinas profesionales en España estaban cerradas, mientras que a nivel global la no actividad alcanzaba una cuarta parte de los negocios.

Concretamente, en abril, España era el país europeo con más restaurantes abiertos, alcanzando cuotas del 88 %, seguido de Polonia (78 %), Alemania (66 %) y Suiza (65 %), y solo superado por Australia (100 %), Israel (95 %) o Argentina (91 %). Sin embargo, el 44 % de los negocios mantendrán servicios como el ‘take away’ y el 36 % el ‘delivery’. E.P.

“Nos vino un grupo de 26 personas y tuve que pedirle a un cliente ayuda”
A sus 64 años, Chelo tiene que ir sola a abrir el bar cada mañana; precisa dos camareros

Santiago. “No hay gente para trabajar, yo necesitaba a dos personas y llamé a muchos que habían dejado el currículum aquí, pero me dijeron que se habían ido para fuera por las circunstancias”, cuenta Chelo Montoto, propietaria del emblemático restaurante Montoto de Santiago, que asegura que “estamos desesperados”.

“Ya si quieres encontrar a alguien con cierta experiencia y buena imagen de cara al público no hay”, dice. “Yo voy sola a abrir el bar y eso que tengo ya 64 años, aunque, visto lo visto, trabajo a lo mejor tanto como algún joven, pero es verdad que ya no estoy igual, así que necesito ayuda y no la encuentro”, explica. Sabe de buena mano que no es la única, pues los bares de sus alrededores están igual, y “a ver cómo hacemos para repartirnos la poca mano de obra que haya”. Asegura que “este es el primer año que me veo en esta tesitura, porque antes se quejaban de que no había trabajo y ahora lo que no hay es gente para trabajar siquiera”.

No es ajena tampoco a la reubicación de los extras de verano en otros sectores, ya que “yo sé de dos camareros que se fueron para el reparto de Estrella Galicia, otro chico que teníamos que era buenísimo se marchó y cogió unos pisos turísticos para alquiler por la zona vieja”. Este último “aún nos está viniendo de vez en cuando a echar una mano, porque no encontramos a nadie”, asegura. También nombre a un chico bosnio “buenísimo que se volvió para su país”.

Relata un suceso que tuvo lugar el pasado jueves para que nos hagamos a la idea de cómo está la situación: “nos vino un grupo de 26 personas que habían quedado en un sitio para comer y no pudieron atenderlos porque no tenían personal suficiente en la zona antigua, así que se vinieron a nuestro bar y les dimos de comer, pero tuve que llamar a un chico que tenía de día libre para que viniera y a otro señor que es cliente y se había dedicado toda la vida a la hostelería para que nos ayudara”.

Ahora mismo, tras el levantamiento de restricciones y cierres perimetrales, Santiago está volviendo a recuperar el turismo vinculado al Camino, y eso hace que las demandas de comida se disparen. Además, en la zona del Montoto, donde ofertan menú del día, también hay inmobiliarias llenas de estudiantes que buscan piso para el curso.

“En vez de sumar mesas las quité por no poder atenderlas”

Santiago. “Profesionales ya nada, ya no encuentras, directamente, y después, gente de entre 18 y 30 años tampoco existe, lo único que más o menos te puedes encontrar es gente de treinta y algo, porque los jóvenes ahora no quieren trabajar ni sábados ni domingos, ni jornada partida o turnos”, explica Chus, propietario del restaurante O Pemento, en la localidad de Rois. Asegura que él está buscando “alguien que quiera trabajar”, porque “hoy puedes poner un anuncio y no te viene nadie”.

Recuerda que, antiguamente, la juventud que estaba estudiando optaba por trabajar en la hostelería durante el verano para ganarse un dinero, “la gente de mi edad, al menos, lo hacía, pero es que ahora eso ya no existe, se borró del mapa”. Y es que, en su opinión, “la gente profesional está trabajando porque le sobra dónde, así que los que necesitamos extras en verano no somos capaces a encontrrlos”.

Chus cree que la pandemia ha hecho mucha mella en esos ‘extras’. “Yo conocía a un chico de una empresa que manejaba algo así como 80 o 60 extras en verano y ahora ya solo le quedan 15 o 20”. Sobre todo en la zona de Padrón, la mayoría, tal y como nos cuenta este hostelero, se reubican en el sector metalúrgico, en Cortizo, Exlabesa, Extrugasa... “Allí tienen los fines de semana libres, festivos, trabajan a turnos...”.

Este restaurante de Rois tiene una amplia terraza, así que “durante los meses del verano, desde mayo y abril y hasta septiembre, cuando empieza a salir el solillo, tenemos mucha gente que busca eso”, comenta Chus. Pero ahora es imposible dar servicio a todos si no se sacrifican.

“El jefe acaba haciendo 24 horas de trabajo, los de la familia te echan una mano y los empleados que tienes, que gracias a dios son muy buenos, no pueden pasar de las ocho horas porque está muy controlado ese tema, así que se ponen de acuerdo para cubrir las horas en que viene más gente”, explica. Para él ahora mismo no es un problema el tener el aforo reducido por las restricciones.

“Con decirte que en vez de poner meses las he quitado”, comenta, entre risas, pero apenado. “Me vino una inspección de Sanidad el otro día y me dijo: tú puedes tener más aforo; y le dije yo: no, me llega bien el que tengo, me sobra”. Y es que, en su caso, “si no tengo gente para atender a los clientes prefiero quitar mesas y que los que estén estén bien atendidos”.

En la terraza de su local siempre fue tradición en verano organizar eventos. Tenían tres o cuatro fiestasen verano más las foliadas del primer viernes de mes, pero “ahora hasta que estemos al 100 % nos es imposible”. Y, aunque todo el mundo ya tiene ganas de verbena y echa de menos estas celebraciones, Chus es consciente de que “para hacer estas fiestas de verano al final necesitas tirar de dos o tres extras, que no los hay, así que tendremos que seguir arreglándonos como podamos”. Entre xoubiñas de Rianxo, pimientos de Herbón y jamón asado, siguen pasando las horas.

“Tengo pánico a poner un anuncio en redes, ahora usamos el boca a boca”
Moncho es dueño de varios locales del área de Santiago y es crítico con las redes sociales

Santiago. “Tengo mucho miedo a poner un anuncio de trabajo en redes sociales o a pronunciarme sobre el tema, porque recibes comentarios tremendos, muy duros”, asegura Moncho, propietario de varios establecimientos en el área metropolitana de Santiago. En su caso, tuvieron suerte, porque buscaban personal y lo consiguieron “gracias al boca a boca, porque somos muchos y al final unos trabajadores hablan con otros o con gente que conocen y acabas encontrando”.

De no ser así, lo habría tenido complicado, porque “está difícil encontrar dependiendo del perfil que busques, no es lo mismo ser camarero o estar en un salón que tener un asador, está el tema complicado, pero nosotros de momento podemos decir que bien, tuvimos suerte”.

Con todo, asegura que cuando entra en foros de demanda y oferta de empleo “me encuentro con críticas muy raras, cada vez que veo a alguien ofertando un puesto de trabajo lees los comentarios y son tremendos, escriben auténticas barbaridades, les machacan vivos, como si fuesen delincuentes o ladrones”. “Yo, honestamente, le tengo pánico a poner un anuncio”, dice.

En su caso, como en el de todos sus compañeros, vió reducida su plantilla a raíz de la pandemia y de que tuvieron que mandar al ERTE a varios empleados. “Muchos marcharon para el sector del reparto, unas tres personas, que es el que más aumentó tras la crisis del COVID”, explica.

Desde su punto de vista, “hicieron muy bien, porque no fueron conformistas con lo que les daban de ERTE, porque económicamente era menos de lo que cobraban trabajando y se buscaron la vida, me parece de diez”. Por ello, cree que ahora lo que más va a crecer va a ser “la paquetería, que está en auge”.

Y, considera que el ejercer como camarero es una profesión muy compatible con el tema del reparto, porque al final manejas cantidades de mercancía y atiendes a clientes. “Son sectores muy compatibles, cierto es, lo hablamos muchas veces entre nosotros”, apunta.

Sea como fuere, lo cierto es que la falta de mano de obra es una realidad, y que la llegada del verano hace necesario que, ya sea a través de las redes sociales, empresas de contratación temporal o boca a boca, todos se las ingenian para aumentar su plantilla.

04 jul 2021 / 01:00
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