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Desde Medio Rural explican que el coste para sofocar cada fuego “depende dos efectivos e medios que actúan en cada un dos lumes” más que del propio terreno que arde // A las 352 hectáreas de Salvaterra do Miño se destinaron 133.500 euros, aunque a las 185 de O Courel fueron 370.000 TEXTO Ramiro Ponte

Casi 1,4 millones queman los grandes fuegos

Casi 1,4 millones de euros. Esa es la cuantía provisional que la Xunta ha abonado en lo que va de 2021 para extinguir los fuegos de más de 100 hectáreas originados en la comunidad y, todo ello, sin contar los dos últimos de Ribas do Sil. Este dinero, que sale del bolsillo del ciudadano para erradicar una lacra que cada año se pone de manifiesto en nuestra tierra, fue ratificada por la Consellería do Medio Rural a EL CORREO GALLEGO y expone la información recabada hasta mediados de este mes, a poco de que acabe la temporada de alto riesgo de incendios: vigente entre el 1 de julio y el 30 de septiembre.

Así las cosas, conforme informaron desde el mencionado departamento autonómico, el montante asciende hasta los 1.381.774,31 euros, todos destinados a combatir las mayores llamas que invadieron nuestros montes en estos casi nueve meses. A falta de conocer las cifras sobre el número de fuegos extinguidos y, en consecuencia, las hectáreas liberadas de los incendios, pues son datos que se publicarán una vez finalice la campaña, como bien indican desde Medio Rural el coste para apagar cada fuego y/o hectárea “depende dos efectivos e medios que actúan en cada un dos lumes xa que non é o mesmo o custo que supón despregar medios terrestres que o dos medios aéreos, por exemplo”.

Algunos gallegos se preguntarán cuánto cuesta movilizar en la comunidad a cada miembro del personal dedicado a la extinción de un fuego, un avión, un camión motobomba u otros medios usados en la lucha contra los fuegos. Lo cierto es que también nos quedaremos sin la respuesta, pues el precio de movilizar cada medio se corresponde con información “interna” de la Xunta y del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco).

Aun así, sí sabemos, por ejemplo, cuál es la partida destinada por incendio y el cómputo global de la misma desagregado en relación a los diversos medios que se movilizan. Un ejemplo es el incendio que se registró en O Courel hace unos meses, que arrasó cerca de 185 hectáreas. Desde Medio Rural, informando que los gastos de su extinción fueron de 369.904,18 euros, evidencian que el 23,64 % de ese dinero se destinó a movilizar al personal (87.436€), el 7,19 % en los camiones motobomba (26.604,43€), el 0,7 % para la maquinaria (2.598,32€), y el 68,47 % restante, la práctica mayoría, en los medios aéreos (253.265,43€).

Otro caso que ilustran a este periódico desde la Consellería es el del incendio que se originó el pasado 12 de junio en Salvaterra do Miño, afectando también a los ayuntamientos colindantes de Mondariz y Covelo, y arrasando tras su paso un cómputo de 352 hectáreas que fueron liberadas del fuego gracias a los servicios de extinción de la comunidad.

En este sentido, pese a ser mayor la superficie de terreno calcinada y posteriormente sofocada, en comparación a la del fuego de O Courel, los costes derivados de su extinción fueron bastante menores, concretamente de 133.545,68 euros. De ellos, en este caso, el 64,83 % se destinó a movilizar los efectivos desplegados (86.581,89 €), el 19,47 % en camiones motobombas (26.003,66€), el 1,38 % en maquinaria (1.842,51€), el 13,92 % en medios aéreos (18.590,37€) y el 0,4 % en otros gastos (527,25€). Así las cosas, cada hectárea que ardió por el incendio originado en Salvaterra de Miño nos costó 379,39 euros, mientras que cada hectárea del fuego registrado en O Courel se apagó por un valor de 1.999,48 euros

MEDIDA. Ante esta situación, como avanzó a comienzos de verano Manuel Rodríguez, director xeral de Defensa do Monte, el gasto de las labores de extinción de los incendios forestales recaerá sobre sus artífices cuando “se acredite su autoría”, además de seguir ejerciendo contra ellos la vía penal habitual. “Quen a fai a paga”, indicó en una entrevista, resaltando que este principio es “lóxico e xusto”, dado que los costes de extinción de un incendio provocado por una persona repercute en toda la sociedad gallega que paga con sus impuestos dicho servicio.

19 sep 2021 / 01:00
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