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la compra. Priorizar la elección de alimentos con una larga vida útil, que se puedan almacenar de forma sencilla y con calidad nutricional son aspectos clave según nos explican las nutricionistas Monse Torres, María Miguez y Marta Otero TEXTO Lorena Rey

Cómo llenar nuestra despensa en caso de desabastecimiento

Los problemas de suministro es un tema que, a raíz de la pandemia, tiene cada vez más preocupada a la población. Pese a la imagen reciente de tiendas vacías en Reino Unido o EEUU o cuando China acaba de pedir a sus ciudadanos que hagan acopio junto a la reciente noticia de que los transportistas españoles convocaron huelga para el 20, 21 y 22 de este mes, antesala de Nochebuena, las cadenas de supermercados consideran que no se puede hablar de un concepto tan drástico como el de desabastecimiento que evoca estanterías vacías. Poniéndonos en el peor de los casos, la imposibilidad de adquirir los alimentos con la facilidad con la que lo hacemos hoy en día nos lleva a plantearnos una gran pregunta: ¿Qué básicos debo comprar por si se produjese un desabastecimiento?

Las nutricionistas gallegas Monse Torres, María Miguez y Marta Otero nos dan las claves del asunto. Lo ideal siempre es priorizar la elección de alimentos con una larga vida útil, que se puedan almacenar de forma sencilla y que tengan una buena calidad nutricional, de forma que nuestras necesidades queden cubiertas. Aquí van algunos ejemplos.

Alimentos en conserva Las conservas son alimentos frescos que han sido cocinados y esterilizados y posteriormente envasados para ser conservados durante mucho tiempo. Se recomienda priorizar los que están envasados en cristal. Entre las conservas hay diferentes opciones. Están las de verduras, un grupo en el que se sitúan un amplio abanico de posibilidades (pimientos, espárragos, champiñones, zanahorias, tomate, judías, acelgas, etc). Por otra parte están las conservas de pescados, mariscos o carnes, para las que se recomienda siempre comprarlas al natural o en aceite de oliva virgen. Entre ellas podemos encontrar atún, ventresca, salmón, caballa, sardinillas, mejillones, pollo, pavo, etc. Además están las conservas de legumbres, teniendo en cuenta que las legumbres cocidas en bote son una opción saludable. Las más recomendables son las que se encuentran inmersas en líquido de conserva formado solo por agua y sal (priorizando las que tengan un bajo contenido en sal). Otra opción son las conservas de proteínas vegetales, como por ejemplo el tofu o el seitán, y por último las conservas de frutas, las cuales deben ser seleccionadas aquellas que se conservan en su jugo natural. Una de las más frecuentes que podemos encontrar es la piña ya que el resto suelen venir en almíbar, lo cual no sería recomendable por el exceso de azúcares.

Alimentos congelados Los congelados son una opción muy interesante cuando nos enfrentamos a un desabastecimiento, ya que pueden aguantar meses conservando sus propiedades nutricionales. Es importante leer la lista de ingredientes y seleccionar congelados de calidad, evitando productos precocinados o dulces. En primer lugar tenemos los vegetales ( brócoli, setas, espinacas, judías, menestras de verduras con cereales tipo quinoa o arroz o también verduritas salteadas con legumbres). A pesar de ser alimentos vegetales hay que fijarse siempre en que no lleven azúcar añadido ni aceites vegetales tipo palma. Las frutas son otra alternativa. Para los momentos en los que pueda escasear la fruta fresca podemos hacernos con frutos rojos o mango que se pueden encontrar congelados. Por último tenemos los pescados, mariscos y carnes. Las carnes y los pescados son productos altamente perecederos. Comprando las opciones congeladas podemos tener la opción de disponer de ellos en momentos de escasez y, así, evitamos tener que consumirlos siempre en forma de conserva.

Alimentos refrigerados En este grupo se incluyen alimentos como los yogures, kéfir, quesos y huevos o incluso productos veganos como el tofu o el hummus. Son alimentos que nos pueden durar unas cuantas semanas en la nevera sin perder sus propiedades.

Alimentos conservados a temperatura ambiente de larga duración Estos alimentos pueden llegar a durar meses si se conservan adecuadamente simplemente en nuestra despensa. Tenemos los cereales integrales y derivados (arroz, quinoa, couscous, mijo, trigo sarraceno, pasta, harinas... preferiblemente integrales ya que conservan toda su fibra y nutrientes siendo más ricos en vitaminas y minerales); las legumbres secas (lentejas, garbanzos, alubias, soja texturizada, etc. También podemos incluir aquí las pastas elaboradas con harina de legumbres); las verduras deshidratadas (son muy útiles para hacer caldos y sopas en períodos de escasez de producto fresco); los vegetales de larga duración (como la calabaza o el calabacín) y los tubérculos (el boniato o las patatas son buenas opciones para complementar los platos, pero siempre debemos cocinarlos adecuadamente evitando las frituras).

Leche o bebidas vegetales Es importante fijarse en el tratamiento térmico que ha recibido. De ello dependerá en gran medida el período de conservación. La leche esterilizada sería la que tendría mayor duración (5 a 6 meses) mientras que la UHT o uperizada (unos 3 meses) y la que menor la que se comercializa como leche fresca o pasteurizada con un plazo recomendado de consumo de 2 a 3 días. La leche en polvo también es una buena opción ya que se conserva por más tiempo que la líquida.

Snacks saludables Tenemos los frutos secos tostados o naturales sin sal y también semillas. Todos son ricos en grasas saludables, vitaminas y minerales. Por otra parte, los cereales integrales. Es fundamental escoger un buen cereal, evitando todos aquellos que tengan azúcar añadido. Otras alternativas son los granos de maíz para hacer palomitas y la fruta desecada a la que no se le haya añadido azúcar.

Aceite de oliva virgen Sería la grasa de referencia recomendada para preparar nuestros platos. El aceite puede conservarse en la despensa durante meses e incluyendo el de oliva en nuestros platos se mejora el perfil lipídico de nuestra dieta.

en la nevera
Colocación de los productos

Para favorecer una mayor conservación de los productos en la nevera, podemos colocarlos de forma estratégica:

• Estantes superiores y medios de la nevera: Aconsejados para el almacenamiento de los alimentos menos perecederos como por ejemplo los alimentos cocinados y los productos lácteos como los yogures o los quesos, además de embutidos o fiambres. Colocando de arriba abajo en estas baldas los de mayor a menor vida útil respectivamente.

• Estantes inferiores : Alimentos más perecederos, crudos o en descongelación correctamente almacenados para evitar la contaminación bacteriana o los derrames de líquido en el resto de los productos que se encuentran en el frigorífico.

• Cajones inferiores: Conservación de frutas y hortalizas en el cajón superior y de carnes y pescados en el inferior, ya que es el lugar más frío de todo el frigorífico y por eso debe contener los alimentos con menor vida útil.

• Puerta : Es la parte menos fría de toda la nevera, por ello en la misma se deben poner alimentos que no necesiten una temperatura muy baja, como son: las conservas, los huevos, las salsas, la leche y otras bebidas.

05 dic 2021 / 00:21
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