Contagio al diésel y la gasolina: 367.573 toneladas menos de consumo en 2020
Las cifras oficiales confirma un descenso del 14,2 % el año pasado en Galicia // Creció en cambio un 10,1 % el gasóleo agrícola utilizado // Cores sitúa el recorte en los carburantes de automoción en el 17,5 % en toda España // Las gasolineras de Fegaes elevan la caída de sus ventas al 30 %, mayor en las urbes
La pandemia, y las restricciones a la actividad económica y a los movimientos para atajarla, contagiaron al consumo de carburantes en 2020. Lo hicieron en España, donde se redujo un 17,5 % en los combustibles de automoción, como en Galicia. Acudimos a los datos publicados el pasado viernes por la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores), organismo tutelado por el Ministerio para la Transición Ecológica, y lo confirmamos. Tras cotejar sus estadísticas, se confirma que la caída en la comunidad gallega en el uso de los distintos derivados del oro negro se situó por debajo de la media, en el 14,2 %, lo que supone que se dejaron de quemar 367.573 toneladas de estos contaminantes productos.
De las 2.586.684 t acumuladas en 2019, al término del pasado ejercicio la cantidad total se situó en 2.219.111. El gasóleo A que utilizan turismos, todoterrenos y el transporte por carretera descendió un 17 % su consumo en la autonomía, al caer de 1,43 a 1,18 millones de toneladas, 243.086 menos. Con mayor fuerza descendió la gasolina más utilizada, la de 95 octanos, con cincuenta mil toneladas menos, pasando de 249.512 a 199.187 t. Retrocedió el 20,2 %.
En la más potente –además de cara– de 98 octanos se redujo menos el consumo, un 12 %, aunque totaliza apenas quince mil toneladas.
El gasóleo de calefacción bajó un 8,3 %, de 227.150 a 208.200 t, acorde con el menguante número de calderas que queman este combustible. En cuanto al fuelóleo que se emplea para usos industriales se despeñó un 22,6 %, con casi ochenta y tres mil toneladas menos, bajando hasta un total de 284.624.
El único carburante cuyo consumo subió, según los registros de Cores, fue el gasóleo B, también conocido como gasóleo agrícola. Quizá espoleados por su condición como sector esencial, agricultores y ganaderos gallegos elevaron las 293.572 toneladas de 2019 a más de 323.331 el pasado ejercicio, casi treinta mil extra que suponen un incremento del 10,1 %.
Balance sectorial. Iniciado el nuevo año, quienes realizaron ayer una valoración de las ventas de carburante del año pasado fueron las estaciones de servicio integradas en la patronal Fegaes: “Las cifras son rotundamente negativas”, alegan.
En un comunicado detallan que si durante el primer confinamiento las ventas llegaron a desplomarse casi un 90 % en algunas gasolineras, al hacer la media del año estiman que la caída con respecto a 2019 es de un 30 %.
En el desglose por provincias, A Coruña presenta una media de -30 % “pero con casos que llegan a cerca del 50 dependiendo de la localización”. En Pontevedra la situación es similar, con descensos en las del centro de las ciudades del 33 %, mientras que en las zonas más rurales bajan un 20 %. En Lugo vendieron de media un 25 % menos en la capital y mayores localidades, cifra que mejora cinco puntos en zonas agrarias. En Ourense las caídas oscilaron entre el 21 y el 26 %.
La dirección de Fegaes destacó que precisamente por el carácter de servicio esencial, los empresarios gallegos no han recurrido prácticamente a los ERTE y han mantenido la casi totalidad de los puestos de trabajo. La federación gallega es consciente de que existen otros sectores, como hostelería o turismo, mucho más afectados por las restricciones, y aprovecharon para hacerles llegar “la solidaridad de los asociados de Fegaes”.
Santiago. En la obra coral Después de la pandemia; Reflexiones y desafíos para Galicia que presentó esta semana Ieside Ediciones, de Afundación, Antonio Merino, director de Estudios y Economista Jefe en Repsol analizó en su trabajo La pandemia de la COVID-19 y la demanda de petróleo: Un punto de vista global y regional la situación general y el caso particular de Galicia, donde “los datos señalan una menor caída del consumo de las gasolinas durante el periodo marzo-julio”.
Este experto alega que es un indicador de “una mejor situación en cuanto a severidad del confinamiento y menor exposición al turismo no residente”. Los datos existentes llevan a pensar “en una recuperación más fuerte en Galicia de los consumos de gasolinas”. Las toneladas transportadas, junto con las visitas a centros de ocio, “deberían traducirse en un mejor comportamiento del gasóleo frente a otras comunidades”.
Pendiente de contrastar está que el comercio electrónico ha penetrado con menor vigor en Galicia, generando un transporte urbano que frenó la caída del consumo. J. C.