Del laboratorio al mercado: un proceso que funciona en universidades gallegas

La investigación empieza en un laboratorio y, con los pasos adecuados, llega al mercado, a formar parte del día a día de las empresas, en un proceso que funciona en las tres universidades gallegas de la mano de Unirisco.

Lo explica su directora general, Inmaculada Rodríguez, que destaca que Unirisco es la única sociedad de capital riesgo del Estado que funciona ligada a las universidades.“Nos dedicamos a invertir de forma temporal en proyectos de transferencia de tecnología que se convierten en empresas”, declara.

Después de veinte años de trayectoria, la empresa ha apostado por 38 proyectos tecnológicos que han creado más de 400 empleos de alta cualificación. “Siempre invertimos en ‘spin-offs’. Son el producto de investigación de las universidades, pero ya como empresas que se pueden llevar al mercado. Eso es lo más complicado, pasar del laboratorio y de un invento y de un descubrimiento a poder venderlo a un tercero”, resume Rodríguez.

Unirisco no solo pone dinero sino que acompaña “ese proceso de empresarización”, aunque con un horizonte marcado siempre a medio plazo.

“Nuestra permanencia en una empresa no debería exceder de siete años. Entramos en el capital de la entidad hasta que puede acceder a un perfil de inversión de otro nivel. Ahí salimos y se genera una plusvalía, que es la forma de recoger lo que se ha logrado y que gran parte de ese dinero se invierta en otros proyectos”, desvela.

Hace veinte años, la sociedad empezó con tres millones de euros, que no han tenido aportaciones extra, y ha conseguido desarrollar su actividad con inversiones por cinco millones de euros al tiempo que se mantenía la estructura de la empresa.

“Solo hemos tenido seis proyectos fallidos. Nosotros invertimos en presemilla y en semilla, que son fases muy tempranas. Con solo seis proyectos fallidos es una tasa de éxito muy alta”, añade Rodríguez.

Estima que en estas iniciativas la fase más cara es la denominada “prueba concepto”, que cuenta con financiación externa, y después entra Unirisco con unas “inversiones iniciales de unos 100.000 euros ” que permiten arrancar. En la sociedad están, además de las tres universidades gallegas( la de A Coruña, la de Santiago y la de Vigo) Abanca, constructora San José, R Cable, BPI, Banco Santander y Consorcio Zona Franca de Vigo.

Consiguen algo que, tal y como explica, “hace 20 años era muy exótico”, pero que ahora “es mucho más fluido” como es “la transferencia de resultados y la transferencia de tecnología” que generen “interés para el sector industrial y empresarial”.

Los avances llegan gracias a la nueva Ley de Ciencia y también a la necesidad de financiación de las universidades, aunque es clave el papel de las universidades gallegas y su “tradición de transferencia de resultados”.

“A nuestros socios les facilitamos acceso de forma temprana a este conocimiento que hay en las universidades. Pueden ser primeros clientes y así los proyectos llegan al mercado validados por empresas”, prosigue. Inmaculada Rodríguez reconoce, no obstante, que a pesar de esta herramienta pionera en el Estado, otros países llevan ventaja.

Sobresalen, en ese sentido, la “agilidad y las herramientas de desarrollo de la transferencia” de Gran Bretaña o el “fomento al emprendimiento, las ganas de emprender y la no demonización del empresario de Estados Unidos”.

Sin embargo, quiere poner en valor el apoyo recibido en los últimos tiempos por la entidad de administraciones públicas como la Diputación de A Coruña o el Ayuntamiento de Lugo, que según su opinión van en la buena línea para apostar por el talento universitario de la comunidad gallega.