Dos hermanos de Valdoviño y un agente fuera de servicio apresan al ‘Rambo’ gallego
El guardia civil que lo detuvo disparó varias veces al aire para intimidarle mientras escapaba
Una vecina de la parroquia valdoviñesa de Loira se encontraba en la medianoche del miércoles al jueves en su casa, junto a dos de sus hijos, disfrutando de su descanso cuando escuchó ruido en el exterior de una ventana. Alguien estaba intentando forzarla para acceder a su vivienda.
Asustada, lo primero que hizo fue llamar a un guardia cicil que vivía cerca y con el que tenía cierta confianza para alertarle: Manuel Vilela, un agente que lleva 30 años en el cuerpo de la Guardia Civil y que en la actualidad está destinado en San Sadurniño, el municipio vecino a Valdoviño.
Así fue cómo se gestó la detención en la noche del jueves de Alfredo Sánchez Chacón, más conocido como el ‘Rambo’ gallego, que llevaba en busca y captura desde que el pasado mes de marzo de 2021 (hace casi un año), aprovechó un permiso penitenciario para fugarse y no regresar a la cárcel de Monterroso (Lugo), donde cumplía diecisiete años de prisión por el asesinato de un hombre en Cuntis en el año 1996.
La Policía era conocedora por sucesivos robos que fue orquestando en diferentes viviendas para proveerse de víveres que le permitiesen sobrevivir escondido en los montes, de su paradero, y estaba “esperando” un “error” que precipitase su detención, posible finalmente gracias a la “colaboración ciudadana”.
Así lo comunicaron este jueves en la rueda de prensa posterior a la detención celebrada en la Comandancia de la Guardia Civil de A Coruña, la subdelegada del Gobierno en la provincia, María Rivas; el coronel jefe de la Comandancia coruñesa, Francisco Javier Jambrina; y el propio agente que realizó el arresto, Manuel Vilela.
UNA MUJER QUE LO ENCONTRÓ FORZANDO SU VENTANA DIO LA VOZ DE ALERTA. En el momento en que los hijos de la mujer que dió la llamada se percataron del intento de forzar la ventana, dos de ellos (uno que se encontraba en la casa y otro que había sido alertado y vivía cerca) salieron corriendo detrás del sujeto. Tal y como contó Francisco Fernández, el otro hermano que estaba en la casa en el momento del suceso, “mi madre les dijo que lo dejasen ir, pero ellos salieron igual a buscarle”.
Como también hizo Manuel Vilela que, aunque no estaba de servicio, acudió inmediatamente a la llamada y, aunque en un primer momento no encontró a ninguna persona en el exterior de la casa, se agazapó entre unos matorrales para ver si observaba algún movimiento en los alrededores.
Y, efectivamente, tras un rato de espera observó a una persona salir de entre la maleza portando una mochila en su espalda y dirigiéndose hacia la carretera. Tras él iban los dos hermanos de Francisco Fernández, que, contó a la Radio Galega que probablemente había pasado al menos dos noches en la vivienda, porque “teníamos la desconfianza de que algo pasaba, ya que los perros ladraban en mitad de la noche”, pero luego “paraban”, probablmente porque “él casi los tenía ya familiarizados después de dos días aquí”.
“Conocía el entorno y sabía que teníamos tierras”, aseguraba este vecino que, indicó que sus hermanos “lo siguieron hasta que lo apresaron”, en una persecución que “no duró mucho”, porque el fugitivo “recorrió muy poca distancia, no más de 400 o 500 metros, escasamente”.
A SUS 63 AÑOS Y COJEANDO, NO SUPONÍA UN PELIGRO PARA LA INTEGRIDAD DE NADIE. Junto a estos hermanos, le perseguía también Vilela. El agente, según relató él mismo en la rueda de prensa, llegó a realizar varios disparos al aire para “intimidar” al huido, que no reaccionó. ‘Rambo’ incluso llegó a deshacerse de la mochila que portaba, en la que llevaba una tienda de campaña y otros útiles de supervivencia, para “escapar más rápido”.
Finalmente, Vilela se decantó por la defensa extensible para reducirlo, propinándole algunos golpes de los que Sánchez Chacón intentó defenderse con su bastón. A este respecto, el coronel matizó que, pese a conocerse como el ‘Rambo’ gallego, por ser exmilitar y estar huido en los montes, no es una persona con un perfil peligroso.
“Entiendo la comparación por su instrucción militar y por ser hábil en supervivencia, pero es un señor de 63 años que cojea. No es comparable, no constituía ningún riesgo para la integridad física de los vecinos”, explicó.
De hecho, aseguró que “siempre ha evitado el contacto” y que todos los hurtos realizados eran “famélicos”. “Solo una vez robó dinero, 800 o 900 euros, que conservó íntegros, precisamente para rehuir el contacto humano”, informó el coronel jefe Jambrina.
Tras la detención, pasó este a disposición del Juzgado de Instrucción Nº1 de Ferrol que hizo efectivo su reingreso en prisión. ‘Rambo’ se acogió a su derecho a no declarar. Con todo, si solo pesasen sobre él los robos cometidos y no las órdenes de búsqueda, y según la resolución de la magistrada, habría quedado en libertad.
··· Sobre el ‘Rambo’ gallego pesaban tres órdenes judiciales de búsqueda: una en Pontevedra, otra en Chantada y otra en Valencia. No era la primera vez que huía de la justicia, con todo un historial delictivo a sus espaldas: huida de tres cárceles en 24 años. Su primera entrada en prisión se produjo a raíz del asesinato de Manuel García Varela en Cuntis, en el año 1996, al que disparó con un arma. Y fue la Audiencia de Pontevedra la que resolvió para él condena hasta 2025. Natural de Córdoba (Andalucía) e hijo de un Guardia Civil ya fallecido, casi pasó más tiempo escondido en los montes, que se convirtieron en su hogar, que entre rejas.
··· Su fuga más sonada se produjo mientras esperaba para el juicio por asesinato, pues logró escapar de la prisión de Vigo gracias a la simulación de una riña entre otros reclusos, durante la que aprovechó para coger una sábana y descolgarse por las paredes del centro hasta la calle. No sería hasta 2002, seis años más tarde, cuando sería de nuevo capturado y sentado en el banquillo, después de lo que ingresaría ya en Monterroso.