Aprobado el plan contra los incendios extendido a cinco meses

De junio a octubre. El Consello de la Xunta dio luz verde ayer al Plan de prevención e defensa contra os incendios forestais en Galicia (Pladiga), que mantiene un dispositivo cuya principal novedad es que amplía su vigilancia de cuatro a cinco meses. Y el compromiso con los bomberos forestales es llegar a medio año. Explicó ayer al término de la reunión de su Gabinete el jefe del Ejecutivo gallego que ese será el tiempo que permanecerán activos los 900 efectivos de personal fijo discontinuo de la Administración autonómica implicados directamente en la prevención y extinción de los fuegos.

Otra novedad introducida este año es la puesta en marcha de un teléfono específico y gratuito de denuncias anónimas que estará operativo en la época de alto riesgo. "Poderase dar o número de matrícula dun coche ou moto que pasase por un lugar e pouco despois se iniciase cerca un lume", apuntó. Sin nombres.

En total, a extinción y prevención de incendios se dedican 180 millones de euros, de los cuáles al Pladiga en concreto van 110,7, detalló Alberto Núñez Feijóo. Es una cifra similar a la de 2018, y diez millones por encima de la de 2017. El conjunto de recursos humanos movilizados contra las llamas asciende a 7.000 efectivos entre el personal de las distintas administraciones públicas, a lo que añadir una treintena de medios aéreos, sumando cuatro aviones con carga en tierra y restando un helicóptero. Sobre el terreno habrá 360 motobombas.

Destacó el inquilino de Monte Pío como otra novedad el uso de drones para apoyar las tareas de vigilancia y para gestionar la biomasa en las franjas de seguridad contra incendios. "Permitiránnos concretar cales non están limpas", aseveró. Recordó los convenios entre Medio Rural, Seaga y la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) para la protección de las aldeas, con 170 concellos sumados.

Otra vía para controlar el fuego y su evolución serán las cámaras fijas, con un crecimiento en 30 que llevan el total a 118 unidades. Se sumarán 200.000 a las 1,6 millones de hectáreas ya vigiladas, "aproximadamente a metade da superficie gallega", destacó el presidente de la Xunta.

Se desarrollan además proyectos piloto tecnológicos para alertas tempranas en puntos estratégicos, como podrían ser las parroquias de alta actividad incendiaria (PAAI), que para este curso se reducen en seis y pasan a ser 71. Al tiempo, se reforzará con cursos la formación del personal y se van a usar las quemas controladas para ayudar a la gestión de la biomasa.

Además, Feijóo avanzó que a petición de la Consellería do Medio Rural pretenden llevar al Parlamento gallego una nueva ley de defensa contra los incendios forestales que contará con aportaciones del personal de servicio.