Bugallo y Barro quieren retomar el concepto de 'univercidade'

El alcalde compostelano, Xosé Sánchez Bugallo, visitó ayer el Centro Singular de Investigación en Tecnoloxías Intelixentes (CiTIUS) de la Universidade de Santiago, con su director científico como guía, el exrector de la USC Senén Barro, que le mostró el edificio y el trabajo que en él se desarrolla. Juntos exploraron las posibilidades de colaboración entre ambos organismos y examinaron los proyectos que desde el centro pueden beneficiar a la ciudad.

El regidor de la capital de Galicia, que recordó que habían coincidido años atrás en la vida pública -él al frente del Concello y Barro de la institución académica- en una época de impulso precisamente del Campus Vida, quiso apoyarse en un concepto acuñado por el catedrático en el área de Ciencias da Computación que ensambla esta idea de necesidad entre ambos: la univercidade.

Una de las cuestiones tratadas en la visita fue la revisión del estado de Smartiago, el proyecto de ciudad inteligente de Compostela para resolver retos ligados a la sostenibilidad.

Se trabaja, en palabras del alcalde, en varias líneas "con la característica común de la incorporación de nuevas tecnologías y de elementos experimentales". Una tiene que ver con la circulación de personas y vehículos, otra vinculada al medioambiente, específicamente a la recogida y tratamiento de residuos, y un tercero con los procesos de iluminación, tanto la reducción del impacto lumínico y del consumo, como de la mejora de su gestión.

Senén Barro le mostró Trafair, un proyecto europeo destinado a mejorar la calidad del aire que combina datos sobre su cualidad, condiciones meteorológicas y flujos de tráfico para estimar el nivel de polución. Además de en Compostela, se prevé implantar en Zaragoza, Florencia, Módena, Livorno y Pisa. También le presentó un plan de rutas seguras para peatones con sensores LiDAR, para identificar las mejores vías para escolares por medio de técnicas automáticas que detectan bordillos, pasos de cebra y obstáculos.

Por último, el proyecto Visión Artificial, ya aplicados para la detección de comportamientos anómalos en carreteras, como accidentes y kamikazes, en colaboración con la DGT. Otro de sus usos es en rotondas elaborando una matriz de entrada y salida de vehículos.