A un 11 % de hogares gallegos el trabajo no los saca de pobres pese a cinco años de PIB al alza

"La pobreza se trasladó ya a los trabajadores", atestigua el sindicato UGT. Lo hace al cifrar en cerca de 206.000 personas hasta los 59 años que viven en hogares con baja intensidad en el trabajo, un 11,1 % del total. En nueve años el porcentaje creció tres puntos y medio desde el 7,6 % marcado en el ejercicio cero de la crisis, 2008. Pero... ¿Por qué? ¿Qué ha pasado con la recuperación de la que tanto se habla?

El sindicato señala que los datos macroeconómicos de Galicia "arrojan un crecimiento continuo durante los últimos cinco años del PIB y un aumento, aunque muy tímido, de la renta por persona y hogar", eso sí, "siempre por debajo del resto del Estado".

Sin embargo, esto "contrasta con un incremento de la población en situación de riesgo de pobreza y exclusión social, así como el aumento de población que vive en hogares con baja intensidad en el trabajo, sinónimo de que la pobreza se trasladó también al campo laboral". El cóctel no es otro que el de un alud de contratos temporales, cada vez más jornadas parciales involuntarias, aumento del paro de larga duración y descenso continuado del número de beneficiarios de las prestaciones por desempleo.

En este contexto, para UGT-Galicia "resulta evidente que el Gobierno gallego tiene que dar un giro social que atienda a las necesidades de la ciudadanía que, en un alto porcentaje, continúa inmersa en duras dificultades económicas". A pesar del lustro en positivo para la economía, con un crecimiento del 2,8 % el año pasado, "los niveles de pobreza, que se desbocaron durante la gran recesión, y la imposición de políticas de ajuste extremo apenas se reducen. Por ello, "la calidad de vida de la mayoría de las personas no mejora como debiera".

Encuentran las pruebas en la Encuesta de condiciones de vida 2018 del INE. "Los tímidos avances que se pudieran dar resultan insuficientes para una parte de la población fuertemente empobrecida durante la crisis que no consigue los recursos suficientes para salir de esta situación".

Esos datos apuntan a que mientras la renta por persona y hogar mejoraron "tímidamente" en Galicia frente a 2017, "la población en riesgo de pobreza y exclusión social aumentó en cuatro décimas, al pasar del 22,6 al 23 %".

Toca "revertir las reformas y recortes, implementar una estrategia integral y poner en marcha una política económica que se dirija cara a la creación de empleo de calidad y el fortalecimiento del Estado del bienestar", dice UGT.

Explican que "tanto la renta media por hogar como por persona en Galicia están por debajo de la estatal". Así, por familia, según la encuesta del INE publicada el pasado junio, en la autonomía se alcanzarían los 27.658 euros, mientras que el promedio general es 759 € superior, 28.417. Por habitante, para un gallego es, con 11.239 euros, 173 inferior también al dato del conjunto de España, con 11.412 euros anuales.

De esta misma encuesta de condiciones de vida se extrae el indicador Arope de riesgo de pobreza y exclusión social que, situado en el citado 23 % de la población residente en Galicia, implica que es un problema para demasiadas personas: en total, 621.400.