La eólica ya cubre el 47% de la demanda eléctrica en Galicia

En los altos de la Serra do Xistral, el municipio de Muras alberga a los vecinos que menos pagan por la factura de la luz en España. Tiene casi tantos aerogeneradores como habitantes. Y el ayuntamiento financia estos recibos. Desde hace años, en muchas de las montañas gallegas se despliega la energía eólica. Y el sector conquista ahora los mares, con las jackets o cimentaciones creadas en astilleros de Navantia-Fene. En total, la eólica (tanto terrestre como marina) genera 7.022 puestos de trabajo directos e indirectos en Galicia. Y cubre el 47% de la demanda eléctrica, con el objetivo de trabajar los próximos cinco años para llegar al 100% y despedirse de los combustibles fósiles.

Según el informe presentado este miércoles por la Asociación Eólica de Galicia (EGA), el empleo es de 4.800 puestos directos (más del doble que en 2015). Su presidente, Manuel Pazo, estima además que “la crisis de la Covid-19 va a acelerar la transición hacia la utilización de recusos limpios”. A este futuro, se liga especialmente el avance imparable de los parques marinos flotantes. De hecho, el empleo en la eólica creció en Galicia un 45% entre 2018 y 2019. Hay que sumar los 2.126 empleos indirectos. Y el sector prevé que se generen otros 6.000 más en los próximos años, hasta llegar a los 13.000 trabajadores en total.

El informe Impacto Económico y Social del Sector Eólico en Galicia, presentado tanto por Pazo como por Enrique Doheijo (senior manager de Deloitte, principal red de servicios profesionales del mundo), indica que la contribución al PIB gallego es de 581,4 millones (el 0,9% del total). Aporta números sobre la incidencia económica en el medio rural, con 11 millones de euros abonados a los dueños de los terrenos donde se instalan los parques en concepto de alquiler. Según datos de EGA, “el saldo de la balanza fiscal en 2019 supuso 118,2 millones de euros, de los que 60,5 millones fueron abonados directamente a la Xunta de Galicia y a los respectivos ayuntamientos”.

Se reivindican además “los beneficios medioambientales”, ya que se ahorra en importaciones de combustibles fósiles por valor de 1,8 millones de teps o toneladas equivalentes de petróleo (unos 255,7 millones de euros). Y se dejan de emitir 5,4 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera (por 153,7 millones de euros).

MOLINOS SOBRE EL MAR El informe señala que esta industria verde “tiene una presencia relevante en todas las actividades de la cadena de valor, incluso en la eólica marina”. Las estructuras offshore emplean a 115 profesionales en Galicia (en 2016 eran 260), con una aportación al PIB de 6,9 millones de euros. Equivalen al 6% del sector y se comercializan en el exterior. Y entre las empresas volcadas ahora con esta industria destacan Navantia (aliada con Windar) y sus aliadas en Fene, con la fabricación de fundaciones para aerogeneradores de eólica marina fija.

Entre 2018 y 2019 se han creado 21 nuevos parques eólicos terrestres, hasta llegar a los 180 actuales. Y sus principales productores son Gamesa en As Somozas y Vestas en Viveiro. Según el presidente de la patronal, “la transición energética es uno de los objetivos prioritarios de la Comunidad Europea, y la crisis la acelerará”. Afirma Pazo que “el futuro de la generación es la eólica marina, Galicia cuenta con todo para su desarrollo, debido a la diversificación del naval”. En este campo indica que “se está tanteando el mercado, que será la primera fuente de generación en los próximos años en Europa”.