El adolescente fallecido intentaba sujetar el muro que se desplomó
Compañeros del menor relatan, tras el minuto de silencio, que se dieron cuenta de lo que ocurría
Cuando no han pasado ni 24 horas de la muerte de un estudiante de 3º de la ESO en el IES Julio Prieto Nespereira de la ciudad de Ourense, aplastado por un muro de los vestuarios del pabellón polideportivo, los estudiantes del centro educativo han reanudado este jueves las clases, todavía conmocionados por el fatal desenlace.
El protocolo de educación recomienda que estudiantes y profesores acudan al instituto para continuar con la rutina diaria, aunque con el apoyo de especialistas del equipo de psicología, especialmente a los compañeros del alumno fallecido.
Todo ello en una jornada que ha estado marcada por la menor afluencia derivada de una huelga convocada con anterioridad al suceso. Durante la jornada, un grupo de estudiantes, compañeros del alumno fallecido, y profesores se sumaron al minuto de silencio convocado por el consistorio municipal en la Plaza Mayor. Al acto acudieron cinco de los niños que estaban en el vestuario.
En declaraciones realizadas a los medios, la representante del ANPA ha mostrado su pesar por lo ocurrido y ha deseado la pronta recuperación del otro compañero herido con lesiones en el tobillo. Según explicó, los menores se encuentran muy afectados y de hecho, según pudo saber Efe, algunos decidieron no acudir, debido al estado de shock.
Durante el acto celebrado en la Plaza Mayor, varios compañeros del adolescente fallecido aseguraban que “escapamos por poco” y explicaron que el alumno fallecido estaba intentando sujetar el muro cuando le cayó encima produciéndose el fatal desenlace, tal y como corroboraba minutos después el alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome.
“Es un mazazo tremendo, la peor noticia que se puede recibir como alcalde, un adolescente... Quiero ofrecer todo el apoyo a la familia, cuando sucede un caso de estos, lo primero es mostrar impotencia, aceptar lo sucedido el dolor, apoyo a la familia, no hay palabras”, ha observado el regidor, quien llegó a hablar de un “acto de heroísmo” por parte del menor.
Según manifestó el alcalde, los propios alumnos le trasladaron que “el joven murió cuando intentó frenar un muro de casi 2.000 kilos, que pudo con él y acabó con su vida”. Era, además, dijo, alumno de la escuela municipal de música, cuyos profesores están también “muy afectados”. “Lo que queda es trasladar nuestro apoyo”, concluyó.
A falta de esclarecerse las causas del suceso, la titular del juzgado de instrucción número tres de Ourense, en funciones de guardia, ha acordado pedir a los especialistas un informe técnico sobre el estado del muro y un reportaje fotográfico completo, aparte del mencionado precinto de la zona hasta que se determine qué ha pasado.
Durante la jornada de ayer y hoy un equipo de psicólogos del Colegio Oficial de Psicología de Galicia estarán al centro a prestar asistencia a la familia y compañeros del menor fallecido.
Tras lo ocurrido, estudiantes del centro, padres y exalumnos se quejaban de que esa pared presentaba presuntas deficiencias y aseguran que “nunca” hicieron nada para corregir su estado. Desde el centro educativo indicaron el miércoles que “no tenemos constancia” de ninguna queja o deficiencia sobre un supuesto mal estado de la pared de los vestuarios, que hace de separación y recubierta de azulejos .
Respecto al incidente, el propio presidente de la Xunta Galicia, Alfonso Rueda, afirmó que la dirección del instituto de Ourense no tenía “ninguna queja” sobre el muro y recordó que existe una investigación judicial al respecto y que por ahora se desconocen las causas del derrumbe en el que falleció un alumno.
Los estudiantes, que habían terminado la jornada matutina de Educación Física, estaban en el vestuario masculino cuando la pared, de tonelada y media de peso, se vino abajo y cayó sobre el adolescente.
El juzgado tendrá ahora que determinar las causas del accidente, así como el estado de la pared. Padres y exalumnos insisten en que se conocía el mal estado de la misma, aunque desconocen si estas quejas fueron trasladadas a la Xunta.
Por su parte, el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, ha subrayado que “se tomarán las decisiones oportunas” cuando “se conozcan las causas”.
“En ningún momento se había detectado ningún tipo de anomalía o queja” y “Estoy seguro de que si los usuarios de los vestuarios hubiesen detectado algún tipo de indicador o señal que permitiese pensar que iba a pasar eso se hubiesen activado las medidas pertinentes”. El conselleiro de Educación, Román Rodríguez, manifestó que la dirección del centro educativo de Ourense en el que ayer falleció un alumno por el derrumbe de un muro no le trasladó ninguna deficiencia y ha instado a esperar a la investigación judicial para aclarar las circunstancias en que sucedieron los hechos.
Rodríguez subrayó que el centro “en ningún momento habían detectado algún tipo de anomalía o queja respecto a cualquier construcción constructiva que llevase a pensar que este muro iba a colapsar”. “Ni los profesores de educación física, ni el equipo directivo ni otros usuarios indicaron ningún tipo de indicio o queja. De haberse producido algún problema, la Xunta habría adoptado medidas pertinentes” para solventar las deficiencias, ha abundado Rodríguez.
En medio de esta “difícil situación”, ha recordado que es la autoridad judicial quien tendrá que determinar las circunstancias de la muerte a fin de saber “cuáles fueron las causas que llevaron a esa situación” y ha asegurado que la Xunta las evaluará “con mucha prudencia, responsabilidad (para) adoptar las medidas que sean necesarias”.
Respecto al estado de las instalaciones, ha explicado que el pabellón anexo tenía “en torno a unos veinte años” y siempre se realizaban “obras de mantenimiento”, al igual que en el resto de centros educativos gallegos, al objeto de “subsanar deficiencias, que siempre existen”.
Preguntado por las quejas, ha pedido “prudencia” a la espera que haya “información veraz” de lo que sucedió.
En todo caso, ha trasladado su sentido pésame “en primer lugar, a las familias de Manuel y Diego”, ha explicado que en este momento ya se encuentran los psicológos para apoyar a los afectados en una situación “que impacta al conjunto del instituto y a las familias”.
“Es una situación tristísima, de las peores noticias que se pueden recibir, y que incide en los compañeros y amigos y por eso hay una ayuda psicológica para superar una situación tan difícil como esta”, ha abundado.
Por el momento, ha informado de que la Xunta tomó la decisión de cerrar “por prudencia” el vestuario femenino a la espera de conocer “por qué el tabique cayó” en el masculino y de que los propios técnicos comprueben las instalaciones.
Con las clases reanudadas, ha agregado que un equipo de psicólogos se encarga de “acompañar tanto a chicos como a las familias” para que puedan hacer frente a ese “impacto psicológico muy fuerte”; una medida que “no es excepcional” sino que se adopta tras “desgracias y accidentes” de este tipo. El conselleiro visitó ayer este instituto.