El buque Vizconde de Eza evaluará los recursos pesqueros del oeste de Irlanda
La campaña se prolongará 37 días durante los que un equipo de quince científicos tratará de determinar la abundancia de la fauna bentónica y demersal de la zona
El buque oceanográfico Vizconde de Eza, de la Secretaría General de Pesca, ha partido del puerto de Vigo hacia la costa oeste de Irlanda con el objeto evaluar los recursos demersales de esta zona, que es una pesquería de gran importancia para la flota pesquera española.
La campaña, denominada Porcupine 2022, se prolongará 37 días durante los que un equipo formado por 15 científicos realizará estudios con el objetivo de obtener índices de abundancia de la fauna bentónica y demersal, informó este viernes el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) en un comunicado remitido a los medios.
El estudio pondrá especial atención a las especies comerciales de interés para la flota española, como son merluzas, rapes, gallos y cigalas, detalla la información.
Para la evaluación de los recursos pesqueros se obtienen datos de índices de abundancia estratificados de las principales especies comerciales y se describen los patrones de distribución de especies demersales y bentónicas.
Además, se estudian los patrones de distribución espacial, la distribución de tallas, la fuerza de los reclutamientos, localización de los juveniles y datos de crecimiento y reproducción de las principales especies.
Porcupine 2022 es la vigésimo segunda campaña en el área, que se inició a propuesta de España para dar respuesta a la falta de datos en la zona. La investigación se lleva a cabo en colaboración con el Instituto Español de Oceanografía, que facilita el acceso y uso de los buques de la Secretaría General de Pesca al personal investigador.
El Vizconde de Eza cuenta con nada menos que 53 metros de eslora y 13 metros de manga, puede realizar levantamientos de fondos de hasta 5.000 metros de profundidad y su sistema de posicionamiento dinámico le permite permanecer en un mismo punto sin variar su posición.
El barco cuenta con laboratorios especializados (sobre biología, física, acústica, húmedo e informática) y su casco, reforzado en la proa, le permite trabajar entre hielos flotantes.
A Coruña. Estudios desarrollados por el Centro de Extensión Universitaria e Divulgación Ambiental de Galicia (CEIDA) detectaron una importante presencia de plásticos en nidos de gaviotas patiamarillas, especie que ha sufrido en los últimos años el aumento de su mortalidad.
Las investigaciones, según comunicó el organismo, se centraron en 71 nidos de dos colonias de la provincia de A Coruña. En los ubicados en el ambiente urbano de las islas de San Pedro, un 80 % de ellos tenían plásticos en su composición; mientras que en los del entorno natural de las Sisargas, en Malpica de Bergantiños, este porcentaje se reduce al 18 % de los nidos.
El CEIDA destacó la “llamativa diferencia” del tipo y origen de los residuos detectados. En las Sisargas, “son pequeños fragmentos de materiales de pesca como cuerdas o redes”; en San Pedro, “son mucho más grandes y procedentes de productos de consumo como bolsas plásticas y restos de embalajes”.
SOCIEDAD DE CONSUMO. Para el investigador Sergio París gracias a estos estudios “las aves hablan del impacto en el medio natural de la sociedad de consumo”. “La generación incontrolada de residuos lleva emparejada la presencia de basura en el mar y su impacto sobre la biodiversidad”, denunció.
Este estudio se enmarca en la continuación del proyecto Aves Ártabras del CEIDA, una iniciativa que tiene como objetivo la declaración de una Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) en el Golfo Ártabro. E.P.