El palangre de superficie en Europa tiene nombre gallego y es de A Guarda
Quince armadores constituyeron en 1995 una organización profesional, Orpagu, en la localidad de A Guarda. Sus objetivos eran representar sus intereses, los de una flota dirigida al pez espada tras haber pescado merluza en Marruecos durante la década de los 80, hasta que el caladero dejó de ser rentable. Esta es una de las razones por la que la localidad pontevedresa, de 10.025 habitantes, es hoy el referente europeo del palangre de superficie.
Para celebrar estos 25 años, Orpagu organizó este viernes una serie de actos, con la complicidad de la ciudadanía y el apoyo de instituciones pesqueras tanto de España como de Portugal. Una exposición estará en el Paseo Marítimo de A Guarda hasta mediados del mes, y para su inauguración acudieron representantes del Gobierno central, la secretaria de Estado de Portugal, junto a la conselleira do Mar, Rosa Quintana, acompañados del alcalde, Antonio Lomba, y el presidente de Orpagu, Joaquín Cadilla.
Durante su intervención en la inauguración, Cadilla indicó que “nosotros no somos armadores, somos marineros dueños de barcos”, centrando buena parte de su discurso en las mujeres guardesas: “Sin las mujeres, Orpagu no funcionaría, su espíritu de lucha es lo que los marineros llevamos desde A Guarda al mar. Sin ellas, nada de esto hubiera sido posible”. Cabe recordar que cuando nacía oficialmente la Organización de Palangreros Guardeses (Orpagu) eran 78 barcos y una estructura adaptada a las necesidades de sus empresas asociadas, mayoritariamente de carácter familiar.
Rosa Quintana, reconoció los méritos de la organización, explicando que sus 25 años “tienen hoy un punto y seguido”. La titular de Mar también señaló que la flota de palangre de superficie da Guarda es un ejemplo de que “lo local se puede volver global pues, junto con sus compañeros lusos, recorre todos los mares del mundo y lleva el nombre de Galicia por los puertos de cuatro continentes”.
El alcalde de A Guarda, Antonio Lomba, alabó la labor de la gente del mar de la localidad. “Orpagu –dijo el regidor– representa a una flota que navega por todos los mares del mundo, pero nunca ha roto los lazos con este lugar que les vio nacer”, aseguró, añadiendo que los palangreros tienen una gran responsabilidad social ya que ”apoyan al deporte local y desarrollan importantes proyectos educativos”.
organización transnacional En estos 25 años, Orpagu supera las 5.000 toneladas anuales de pez espada, una facturación por encima de los 60 millones de euros y más de un millar de empleos directos. En esto tiene mucho que ver la unión de A Guarda con Portugal, iniciada formalmente en 2017 con la adhesión de la primera empresa pesquera lusa, lo que confirió a Orpagu la categoría de organización transnacional. Esta relación se fortaleció en el año 2020 gracias a la alianza estratégica con diversas entidades de Portugal, uniéndose a los 39 palangreros de A Guarda otros 40 portugueses, que, ahora, realizan sus descargas en el puerto de Vigo, informan en una nota.
carácter emprendedor La organización siempre apostó por un modelo sostenible y por la innovación. Su carácter emprendedor ha quedado reflejado en algunas de las acciones que han puesto en marcha en este tiempo. Un buen ejemplo es su incorporación a la comercialización de sus productos, transformándolos en conservas delicatesen o en otros formatos capaces de captar a nuevos consumidores, como las hamburguesas de pez espada.
De Orpagu también ha salido el diseño de un artilugio ‘salvatortugas’, para garantizar la supervivencia de las que capturan accidentalmente, así como el liderazgo del proyecto Obepal, que tiene como objetivo la estandarización de la metodología de observación electrónica pesquera monitorizada como alternativa y complemento a la presencia de observadores físicos a bordo, pero manteniendo la misma fiabilidad.
menos uso de combustible Pero, sin duda, una de las iniciativas más ambiciosas de la organización guardesa ha sido su apuesta por un proyecto pionero para conseguir mayor eficiencia energética en los barcos, potenciando el uso del viento para reducir el gasto de combustible y las emisiones contaminantes. Así, el pasado mes de junio, el palangrero Balueiro Segundo se convirtió en el primer pesquero del mundo en navegar con una vela rígida, un dispositivo de 12 metros de altura dotado de un sistema de control autónomo con el que esperan contribuir a la reducción de emisión de gases.
Coincidiendo con el 25 aniversario, Orpagu hizo realidad otro de sus sueños: contar con una infraestructura propia que le permita cerrar el círculo de su actividad, desde la captura a la comercialización, pasando por el proceso de transformación y producción. La compra de una parcela de más de 7.000 metros cuadrados en Tui permitirá construir una planta frigorífica con una capacidad de almacenamiento de 3.000 toneladas de pescado y un aula de I+D para desarrollar nuevos productos.
colaboración con el Centro Tecnológico del Automóvil En esta línea se enmarca precisamente el nuevo reto, ahora en colaboración con el Centro Tecnológico del Automóvil de Galicia: la utilización por primera vez en el sector pesquero de exoesqueletos, unos armazones construidos “ad hoc” para potenciar la fuerza y los movimientos de las personas que los lleven con el din de manipular sin esfuerzo las especies de gran tamaño que captura la flota de Orpagu.