El temporal de nieve, viento y lluvia deja en la comunidad cerca de 1.400 incidencias
La suspensión del transporte escolar en Lugo y en Ourense afectó a más de siete mil alumnos
Galicia continúa bajo los efectos de un fuerte temporal de viento, lluvia y sobre todo, mucha nieve, que ha dejado ya casi 1.400 incidencias en toda la comunidad. De hecho, el servicio de atención a emergencias precisa que, entre las 00:00 horas y las 13:00 horas de ayer se contabilizaron hasta 150 incidentes relacionados con la meteorología adversa, 73 de ellos por nieve, 39 por árboles y ramas en las carreteras y 6 por hielo en las vías de circulación.
Donde más se están notando las duras consecuencias de esta masa de aire ártico marítimo que está azotando la comunidad es en las provincias de Ourense y especialmente en la de Lugo, duramente afectadas por las nevadas. Aún así, todo Galicia está bajo los efectos de las lluvias, los fuertes vientos y las granizadas, que están dejando a su paso accidentes de tráfico, carreteras cortadas, árboles caídos, cortes de luz y hogares incomunicados.
Miles de alumnos se quedaron sin clase. En concreto, son más de 7.200 alumnos y alumnas de Ourense y Lugo los que no se han visto afectados por la cancelación de la actividad lectiva solo durante la jornada de ayer. Debido al fuerte temporal, en las zonas de montaña fue necesario suspender el transporte escolar, lo que afectó a 121 centros educativos. Con todo, para hoy la Xunta ya prevé que pue-
da operar con normalidad.
Ayer, en Lugo, 33 de los 66 centros educativos de toda la provincia afectados por la anulación del servicio de transporte decidieron no abrir sus puertas. Entre estos y los que decidieron mantener la actividad lectiva, casi 4.000 alumnos lugueses no acudieron a clase.
Por su parte, en Ourense fueron 15 los centros que suspendieron las clases. En total, 3.300 alumnos de la provincia se quedaron en casa, siendo 54 los colegios e institutos de la montaña y el sur ourensano que se vieron afectados por las restricciones al transporte por la nevada.
Incomunicada la aldea de Baldriz. También se vieron afectados por el temporal los casi 50 vecinos de Baldriz, en Cualedro (Ourense) que se quedaron incomunicados tras la caída de un pino que se vino abajo debido al peso de la nieve acumulada.
El acceso a la aldea del municipio ourensano estuvo obstaculizado hasta las 10:40 horas de la mañana de ayer, momento en el que los efectivos de Protección Civil terminaron de cortar el árbol y pasar el quitanieves del ayuntamiento.
Tal y como trasladó el alcalde del municipio ourensano, Luciano Ravero, el “mayor miedo” era que una persona se encontrase indispuesta o necesitase asistencia médica y no pudiese acudir a un centro médico.
Además, la nieve también dejó problemas de circulación que afectaron al acceso de varios municipios. En O Courel, su alcaldesa, Lola Castro, pedía ayer “paciencia y precaución” a los vecinos del municipio, algunos “incomunicados desde la pasada madrugada”. Así, incidió en que “por mucho que se limpien las carreteras, al seguir nevando se van a seguir cubriendo”.
Aseguró que “hacía tiempo que no se veía una nevada tan intensa”, si bien subrayó que, a pesar de la “incomodidad de tener las carreteras cortadas, no hay que lamentar ningún daño material ni personal”.
Por lluvias parte, después de que las lluvias acumuladas este martes obligasen a evacuar a una decena de vecinos del municipio lucense de Begonte, ayer ya pudieron regresar a sus casas, donde el agua llegó a reunir metro y medio de altura.
El alcalde de la localidad, José Ulloa, explicó ayer que estaban teniendo problemas con el suministro del agua, ya que la zona donde se encuentran el contador y el acumulador había llegado a alcanzar los dos metros y medio de agua. Aseguró que se está trabajando para restablecer el abastecimiento “en breve”.
Con todo, los vecinos que tuvieron que ser desalojados, alguno de ellos en zodiac, ya pudieron regresar a sus casas, y los que decidieron quedarse en los pisos superiores de los hogares, pueden entrar y salir ya de los domicilios.
De este modo, el alcalde de Begonte señaló que “quedan tres o cuatro casas con algo de agua, pero se puede acceder a ellas”, por lo que “ahora el trabajo se concentra en la limpieza”.
Cortes de luz. También a afectado el temporal al suministro eléctrico en varios puntos de la comunidad, si bien en su mayoría fueron cortes puntuales, como en Vilagarcía (Pontevedra), Carballo (A Coruña), o en zonas del Barbanza.
Con todo, hay municipios del interior de la comunidad que se vieron afectados por los cortes en el suministro eléctrico por el temporal incluso durante varios días, como es el caso de Quiroga, en Lugo. De hecho, el Clúster de la Pizarra exigió ayer una solución inmediata para esta situación, lo que afecta a la actividad empresarial del sectoren la zona.
A través de un comunicado, además, quisieron dejar claro que no se trata de una “incidencia puntual”, sino de un problema que se produce con frecuencia, por lo que solicitan una mejora de las infraestructuras para que no vuelva a ocurrir.
Múltiples accidentes de tráfico. La circulación se vio afectada en gran medida por los efectos de la nieve, que afectó especialmente al tráfico en la A-6, donde se produjeron dos salidas de vía. Una fue en el punto kilométrico 512 y otra en el 435, a la altura de As Nogais, y afortunadamente en ninguno hubo que lamentar heridos.
En la AP-9, por su parte, hubo numerosos siniestros, entre ellos seis salidas de vía a la altura de Ordes debido a una fuerte granizada sobre las 12:00 horas. Dos de las personas implicadas en estos accidentes precisaron asistencia sanitaria.
Del mismo modo, tres colisiones registradas en la autopista a su paso por Fene (A Coruña), debidas al granizo de primera hora de la mañana, dejaron cuatro heridos y una docena de vehículos implicados,
En Melide, en la provincia de A Coruña, varios camiones resultaron atrapados en la nieve y tuvieron que ser auxiliados por un tractor de la empresa propietaria de los vehículos, al quedar detenidos debido al hielo.
También se vieron afectadas otras muchas carreteras de la comunidad,c omo la vía provincial LU-P-3806, afectada por un hundimiento del asfalto en el tramo entre Ourol y la parroquia de Sixto debido a las abundantes precipitaciones. También en la LU-P-5004 se limitó el tráfico por un desprendimiento de la ladera de la montaña, a la altura de Quiroga.
Por su parte, la Diputación de Pontevedra inició ayer los trabajos de reparación de la carretera de Campañó, en la que se produjo un hundimiento del asfalto el pasado martes debido al temporal resultando con una conductora herida al volcar su vehículo.
E.N./Agencias
Santiago
El temporal ‘Fien’ dejó la jornada de ayer las temperatura más bajas de lo que va de año, siendo la mínima la alcanzada en el municipio ourensano de A veiga, a las 8:00 horas de la mañana, con -6,6ºC. Estuvo seguida de cerca por Manzadena (Ourense), con -6,2ºC; Carballeda de Valdeorras (Ourense), con -5,9ºC e Cervantes (Lugo), con -4,6ºC. Lugo, por su parte, fue la ciudad con las mínimas más bajas, en torno a los cero grados.
Por su parte, las ráfagas de viento alcanzaron los 126 kilómetros por hora también en Cervantes, mientras que los siguientes valores más elevados se situaron cerca de los 100 km/h.
En cambio, las precipitaciones acumuladas no fueron tan elevadas como en las últimas jornadas de fuertes lluvias que azotaron a la comunidad, siendo el máximo 26,5 litros por metro cuadrado en Mesía, en A Coruña.
La nieve, por su parte, superó con creces las alertas naranjas por acumulaciones de hasta 20 centímetros. Hasta medio metro de nieve se acumuló durante la jornada de ayer en varios puntos de la montaña de Ourense, y 20 centímetros en zonas de la Fonsagrada, tal y como informaron ayer los alcaldes de sendas comunidades.
El sábado se acaba el temporal. Con todo, el fuerte temporal de nos dará una leve tregua los próximos días, y tras considerarse acabado a partir del sábado, incluso dejará paso al sol a principios de la semana que viene.
Hoy la comunidad seguirá afectada por un nuevo frente que llegará en la segunda mitad del día, pero la cota de nieve pasará a estar concentrada en zonas de montaña, entre 800 y los 1.000 metros. Además, la costa dejará de estar en alerta roja por oleaje, que pasará a ser naranja y amarilla en las horas centrales del día. Lugo, con todo, sigue bajo alerta amarilla de nieve por acumulaciones superiores a los 5cm.
Mañana, por su parte, Galicia quedará en una situación intermedia de altas y bajas presiones y sufrirá las consecuencias de un fuerte frente, que se quedará rozando la comunidad, tal y como informan desde Meteogalicia.
De este modo, el cielo estará parcialmente nublado con chubascos más frecuentes en el tercio norte. Las temperaturas experimentarán un ligero ascenso, más acusado en las mínimas, y el viento soplará del noroeste, flojo en interior y más intenso en la costa. Ya el sábado, la comunidad quedará bajo influencia anticiclónica, por lo que el temporal dejará paso al buen tiempo a medida que avancen los días. El día 21, así, se esperan cielos con chubasco nublados y algún chuvasco aislado y ocasional por la mañana.
También el sábado, tal y como indican desde la Agencia Estatal de Meteorología, la cota de nieve en la comunidad gallega pasará a estar entre los 1.600 y los 1.800 metros. El domingo, por su parte, se esperan cielos con intervalos nubosos tendiendo a claros y un leve descenso en las temperaturas mínimas, acompañado de viento del norte.
Por su parte, a principios de la próxima semana se espera que continúe la situación anticiclónica generalizada en todo el país, con predominio de cielos poco nubosos, aunque no se descarta que la comunidad gallega quede afectada por lluvias a lo largo de la segunda mitad del día.
También mejora el tiempo en el resto del país. Durante los próximos días, el resto de España seguirá la misma tendencia, dejando la nieve paso a las abundantes lluvias en el Cantábrico y débiles en otras regiones del norte. Mañana, la cota de nieve pasará a ser de 600 metros en los Pirineos y de 1.400 en el resto de la península, por lo que se espera que se produzcan abundantes deshielos.
El sábado, una ver termine el temporal, llegará a todo el país el tiempo anticiclónico, aunque el sol no evitará las bajas temperaturas, sobre todo a primeras hora de la mañana y por la noche, por lo que las heladas serán generalizadas.
EP
Santiago
Debido al fuerte temporal y las abundantes lluvias, la Dirección Xeral de Emerxencias e Interior mantiene activo el plan especial ante el riesgo de inundación en Galicia (Inungal), en situación de alerta, ante el posible desbordamiento de un total de 18 ríos gallegos.
Concretamente se trata de los ríos Ladra, en Insua; del Neira, en O Páramo; del Sil, en O Barco de Valdeorras; del Avia, en Ribadavia, Miño; del Tea, en Ponteareas; del Louro, en Tui; del Ladra, en Begonte; del Ouro, en Foz; del Cobo, en Cervo; del Mera, en Ortigueira; del Eume-Ribeira, en As Pontes; del Mandeo, en Aranga y Betanzos; del Mendo, en Betanzos; del Tambre, en Oroso; del Furelos, en Santiso; del Lerez, en Pontevedra; del Oitaven, en Soutomaior; y del Miño en Lugo, A Peroxa, Ourense y Salvaterra.
Según la información recibida mediante los sistemas de control y seguimiento, al superar los umbrales establecidos, estos cursos están presentando un crecimiento significativo de sus caudales, por lo que pueden llegar a darse desbordamientos puntuales.
Por su parte, el Ayuntamiento de Lugo informó en un comunicado que la situación del río Miño “empezó a mejorar en la ciudad”. Así, explicó que en la zona de la N-6 el nivel del río ha bajado en torno a 30 centímetros, mientras que en Ombreiro el agua ya baja con fluidez por el puente.
El servicio de Protección Civil mantendrá todas las precauciones y la vigilancia del cauce durante todo su recorrido por la ciudad y prestando especial atención en los puntos más conflictivos, que se sitúan en San Lázaro, A Ponte y Ombreiro.
Con todo, en la ciudad lucense continúa cerrado el acceso a varias de las zonas cercanas al río, como el paseo Álvaro Cunqueiro, del Rato y del Río Miño, así como la Calzada da POnte en las inmediaciones del puente Romano, donde una casa tuvo que ser desalojada.
