Feijóo se compromete a no prometer milagros y Rajoy reclama un cambio

Jornada electoral de Mariano Rajoy y Alberto Núñez por la comarca del Barbanza, desafiando el temporal y con registros reiterados: lo mal que lo hizo el bipartito, las últimas denuncias de despilfarro de Touriño, Magdalena Álvarez y el Plan Galicia y el debate de la lengua. "El cambio es una necesidad", aseguró Mariano Rajoy durante un mitin en Ribeira, al que asistieron alrededor de medio millar de personas, ya que es "metafísicamente imposible hacerlo peor" que el bipartito, al que se refirió como un "paréntesis" en la comunidad porque, a su entender, no tienen nada que avale su legislatura, salvo comprar "sillas, mesas y coches" en lo que son "auténticos maestros", en palabras de Rajoy. Como ejemplo, puso la gestión tanto del Gobierno central como del autonómico en materia económica convencido de que tanto Zapatero como Touriño dejarán "la peor herencia que un gobierno haya dejado nunca" después de haber recibido "la mejor herencia económica que un gobierno haya recibido nunca".

Para lograr la victoria electoral, llamó a los militantes y simpatizantes del PP a movilizarse porque ningún candidato "puede solo" y todo lo que puedan hacer es "decisivo". "Si lo hacéis, ganamos seguro", proclamó, aunque recordó que "no llega con ganar" y que los populares necesitan la mayoría absoluta para recuperar la Xunta, por lo que pidió "el mayor esfuerzo posible" a las bases del partido. Alberto Núñez Feijóo, por su parte, se negó a prometer "milagros" hasta las elecciones del 1 de marzo, pero garantizó que si gana los comicios "pedirá menos y dará más" a la sociedad. También reivindicó la necesidad de un gobierno que saque a Galicia del "marasmo" en que se encuentra la comunidad y que la lleve "a la superficie para ver la luz del día". Después de lamentar que "por primera vez" se hable de recesión en el país, lo atribuyó al "desgobierno actual" tanto de la Xunta como del Gobierno central en Madrid.

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