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Farmacia: un freno a su decadencia

En relación con el artículo publicado en EL CORREO GALLEGO del pasado 9 de octubre, Farmacia, remando xuntos, firmado por el Decano de la facultad de Farmacia y en el que entiendo que se me alude, aunque sin citarme, procedo a manifestar lo que sigue.

Ante todo, expresar mi respeto a la Autoridad Académica, con mayúsculas, sea este el Decano, elegido por la Junta de facultad, o el Rector, elegido por la Comunidad Universitaria. Las críticas a ambos son puramente constructivas encaminadas a paliar, sino a resolver, el gravísimo problema crónico que viene afectando a la facultad de Farmacia, uno de los pilares fundacionales (junto con Ciencias, Derecho, Filosofía y Letras y Medicina) del actual edificio de la USC.

El artículo mencionado, Farmacia, remando xuntos, se concentra en la expresión de lamentaciones y disculpas. No observo una firme decisión de romper, de aceptar e impulsar con decisión y firmeza las soluciones que allí le formulo. Y es que no tiene otras...salvo dejar que la degradación y decadencia de la facultad de Farmacia persista ad infinitum... Es verdad que recibió una facultad con un gravísimo problema, si bien era consciente a lo que se enfrentaba.

El problema de los alumnos de Farmacia en su itinerancia crónica por aulas prestadas del Campus Vida, y ya es el sexto curso, se ha enquistado y/o encapsulado y no se va a resolver si no es con soluciones como las que formulaba en mi artículo anterior. La itinerancia persistente vulnera los principios elementales, básicos, en los que se sustenta cualquier tipo de enseñanza, ya sea esta universitaria o primaria: tener un edificio propio. Una escuela.

De nada sirven los rankings y clasificaciones tops (sic) si la USC persiste en no proporcionar solución inmediata a la itinerancia crónica de nuestros alumnos. La USC debe dejar de autocomplacerse en los supuestos rankings y examinar y atender su flanco docente. Y el caso al que me estoy refiriendo es un caso flagrante de abandono y dejadez de una emblemática, centenaria, facultad que le ha proporcionado un alto nivel de prestigio a la USC.

La solución, en el Pabellón A. Desde 2016, la situación ha venido degenerando en un estado de degradación y decadencia tal que no tiene Vd., Sr Decano, otra solución cual agarrarse como sea a los espacios vacíos que le proporciona el Pabellón A, situado frente a la facultad de Derecho. Es una cuestión de vida o muerte de la facultad de Farmacia compostelana. Tiene Vd. mucho espacio vacío en el Pabellón A. ¡Aprovéchelo!

También, con el debido respeto, le pediría al Sr. Rector de la USC que deje de usar lenguajes equívocos en promesas grandilocuentes tales como el Proxecto de Cidade da Saúde, nova facultade de Farmacia, cuando ese Proxecto es un futurible, por no decir una entelequia. Está en fase de concurso de ideas. No tiene Vd. ni siquiera financiación y nuestros alumnos llevan seis años de itinerancia. ¿Qué otra cosa tiene que ocurrir...? Y aun con financiación, el proceso sería largo, laborioso y muy costoso; la facultad de Farmacia es un centro experimental con laboratorios que han de ser construidos de acuerdo con la rígidas normas UE...Yo le pediría, Sr. Rector, que se concentrase en el grave problema de una de sus Facultades centenarias, emblemática, y diese las órdenes oportunas a sus colaboradores encaminadas a desarrollar las soluciones, siquiera provisionales, que le reitero de nuevo. Sin más dilación, sin más pasividad.

Por enésima vez insisto en que la solución está en el Pabellón A, frente a la facultad de Derecho, prácticamente vacío. Tiene 600 m2 por planta. Es necesario adecuar, acondicionar y adaptar el espacio de las plantas para hacer aulas y en la 4ª y 5ª se pueden iniciar las obras desde ya. Algunos de los despachos existentes pueden ser reubicados o, alternativamente, puede disponer de los numerosos despachos vacíos de las plantas del pabellón B (central), correspondientes a Profesores que se han jubilado o prejubilado. Estas obras se hacen en casa.

Por mi experiencia y mi conocimiento, son los constructores que siempre han trabajado en la Facultad, excelentes maestros de obras, los que pueden acometer estas reformas. Conozco la profesionalidad de Construcciones Vilela, Construcciones Lugilde... que conocen la facultad al milímetro, acometidas, conducciones, desagües, han transformado despachos en laboratorios y laboratorios en despachos. Conocen muy bien la Facultad. Trabaje con ellos. Pueden hacer aulas en los espacios vacíos (sin uso) de las plantas, con un bajo costo. Proceda Vd. a adecuar, habilitar los 600 m2 de cada una de las cinco plantas del Pabellón A en aulas más pequeñas.

Si fuere necesario, fragmente Vd. los grupos e imparta docencia de 9 de la mañana a 9 de la noche, pero traiga los alumnos a casa cuanto antes. No puede resignarse... mantendose o resto, de momento (segundo, terceiro e cuarto curso) nas outras facultades. ¡¡¡Tiene que traerlos ya, ahora!!! . Inicie las obras por su cuenta (desde el Decanato, se entiende), con valentía y sin miedo. Yo, en su lugar, no lo dudaría ni un momento. Defiende y reivindica una causa justa. Tiene Vd. 1.200 alumnos. Sin vacilaciones, ejerza Vd. su plena autoridad de Decano con decisión, firmeza y energía.

Biblioteca, Recuperación de los fondos bibliográficos. Lamento decirle que es improcedente su afirmación de que la Biblioteca de la facultad, los fondos bibliográficos, están guardados en condiciones óptimas de temperatura y humedad. Por supuesto. Tengo en alta estima a los profesionales de la Biblioteca de la USC, conozco a muchos de ellos desde hace tiempo y puedo decirle que ni siquiera había imaginado que pudiesen cometer semejante negligencia. Yo he escrito que los fondos de Farmacia están abandonados (no deteriorados) en un galpón... y lo mantengo en la medida que yo no puedo acceder a esos fondos como es el caso de la colección, entre otras, de Drugs of the Future, única en las Universidades españolas cuyos volúmenes (12 por año) contienen anotaciones, notas marginales que me serían de gran utilidad en la preparación de mi cuarto libro en el que trabajo actualmente (Traditional Chinese Medicine as a source of modern drugs).Desde 2016...¿No cree que ya va siendo hora de traer los fon

dos bibliográficos a su facultad?

Recuperación de la sala de lectura. También le propuse traer los fondos bibliográficos a la planta cuarta del Pabellón deteriorado que hoy carece de uso pero que se puede reutilizar. Debajo de esa planta no hay nada. Solo vacío. Con el adecuado refuerzo de la placa de la citada cuarta planta con columnas ad hoc, (no son necesarios los compactos, es suficiente con las estanterías metálicas, hay mucho espacio, aprox. 1.500 m2) se pueden alojar no solo los fondos bibliográficos, sino incluso recuperar los puestos de lectura perdidos por nuestros alumnos; la pérdida ha sido del 90%: de 269 a 26 puestos de lectura. Es necesario romper la itinerancia de los alumnos en las salas de lectura de otros centros teniendo posibilidad de que estudien en casa, como ha ocurrido siempre...y tengan en casa su máquina de café. Indirectamente, de este modo también la USC se ahorraría los estimables gastos del alquiler del galpón-almacén en donde se encuentran los citados fondos.

Manifestación y concentración. El pasado 28 de setiembre he asistido, con uniforme, a una manifestación y concentración de alumnos y Profesores ante el Rectorado en reivindicación de una solución de aulas para Farmacia. Lamentablemente Vd., Sr. Decano, no estaba allí si bien justificó su ausencia. Pero la facultad corre un grave peligro y es por ello que está Vd. a tiempo de organizar una gran manifestación y concentración de alumnos y profesores con bata blanca y gafas de laboratorio en el Obradoiro. Una plaza emblemática, universal, llena de batas blancas. Yo estaré con Vd. Siempre tendrá mi ayuda.

Nota. El 29 de diciembre de 1968, en la facultad de Farmacia ubicada en el Palacio de Fonseca se declaró un conato de incendio en el laboratorio de Microbiología. Por circunstancias que desconozco prendió fuego en un caldero, un cubo lleno de cera con la que se impregnaba el suelo de madera del laboratorio. Eran vacaciones de Navidad. La facultad estaba vacía y un espeso y asfixiante humo negro salía del claustro superior del Palacio de Fonseca. El catedrático de Bioquímica, Prof. J.A. Cabezas Fdez. del Campo y yo mismo (que realizaba mi Tesis Doctoral en una dependencia próxima) nos introdujimos en el laboratorio a través de la densa y tóxica humareda y con un extintor conseguimos, en etapas sucesivas y sin protección ninguna, extinguir las llamas.

Ni la pedimos, ni nadie nos puso una medalla. En el pasado setiembre de 2019, con ocasión del VIII aniversario de la Universidad de Salamanca, el Prof. J.A. Cabezas, asistió, en el Paraninfo de la casi milenaria Universidad, a la presentación de mi tercer libro [Las Medicinas de la Historia Española en América/Medicines of Spanish History from America, Fundación Lilly/USC, 2017] y, al finalizar el acto, nos fundimos en un abrazo y recordamos aquel hecho. Lo traigo ahora a colación para incidir en que yo, personalmente, mientras me quede un gramo de vida, defenderé la facultad de Farmacia de la USC allí donde sea necesario, siempre en primera línea. Estaré permanentemente en su defensa.

08 nov 2021 / 01:00
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