Feijóo loa a González y satiriza de forma implícita la estatura política de Sánchez

Santiago acogió este martes a auténticos pesos pesados, intelectualmente armados, de la política y la economía española y latinoamericana en la reunión plenaria de la Fundación Círculo de Montevideo destinada a abordar en esta edición el mundo en la pandemia del coronavirus.

El titular de la Xunta, el popular Alberto Núñez Feijóo, cuya simpatía por el expresidente socialista Felipe González es pública, reivindicó una vez más su figura al tiempo que criticó de forma velada el papel del actual inquilino de la Moncloa, Pedro Sánchez.

“Hay presidentes en ejercicio que conocen con dificultad lo que ocurrió antes, que no se enteran mucho de su presidencia y que no saben nada, lógicamente, de lo que puede ocurrir después de su presidencia”, dijo durante su intervención en la inauguración del plenario.

Al evento acudieron los expresidentes Felipe González (España), Julio María Sanguinetti (Uruguay) y Ricardo Lagos (Chile), una circunstancia que Feijóo aprovechó para poner en valor sus experiencias. “Los expresidentes son personas que deberían ser activos de su país. ¿Por qué? Porque conocen lo que ocurrió antes de su presidencia, porque conocen muy bien lo que ocurrió durante su presidencia y porque son los únicos que conocen lo que ha ocurrido después de su presidencia”.

Feijóo no sólo hizo hincapié en el papel “clave” de González en la transición en España, sino también en la apertura española de cara a Iberoamérica, después de cuarenta años del país cerrado internacionalmente.

En la misma línea, erigió a Galicia como “ejemplo del reformismo tranquilo” y “motor de cambio imparable” durante los 40 años que van de vigencia del estatuto de autonomía.

“La Galicia constitucional desatendió las tentaciones populistas y divisorias de otros territorios para centrar sus esfuerzos en un desarrollo económico, social e institucional”, añadió.

El mandatario gallego también puso el foco en los cambios derivados de la pandemia con el acento en la “transformación de los modelos productivos” hacia sistemas “más verdes, más digitales y sostenibles”. Y apostó por una transición justa sin precipitarse en los tiempos de las reformas y sin dejar puestos de trabajo por el camino.

“La transición sólo será justa si es respetuosa con las economías tradicionales y llega acompasada a los tiempos en los que se produce”, zanjó.

De otro lado, Felipe González advirtió de los “autoristarismos rampantes” de cualquier color político, que “rompen las reglas del juego” de la democracia y las normas de convivencia “si se encuentran con instituciones no suficientemente poderosas”.

El exmandatario incidió en la necesidad de actuar en los límites de la ley para garantizar “la libertad” durante una mesa redonda en la que también participaron el propio Feijóo, Sanguinetti, Lagos y el empresario mexicano Carlos Slim.

González alertó contra los ciudadanos que creen que “su libertad consiste en traspasar los límites o en vulnerar la ley”, lo que provoca que la convivencia se “deshaga”. “Parecería un diagnóstico de hoy”, ha reflexionado.

En este contexto, criticó a aquellos que culpan a la democracia los “fallos del ejercicio del poder”. “Si la culpa la tiene la democracia, busquemos un salvador en forma de caudillo que acumule todos los poderes y que rompa esta ineficiencia”, explicó, poniéndolo en boca de estas personas. Así, censuró que surjan “pulsiones autoritarias” y “tantos salvadores de la patria”, al tiempo que ha pedido que todos los cambios en los fundamentos del marco del Estado de derecho se “adapten a los nuevos tiempos” pero “respetando las reglas que uno establece”.