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Feminismo. Un estudio de la Universidad Pablo Olavide analiza el sesgo de género en los nombres del callejero español, que muestra gran desigualdad TEXTO E. Nieto

Galicia, entre las comunidades con más igualdad en sus calles

¿Es posible hacer una radiografía cultural de un país a partir de los nombres de sus calles? Bajo esta premisa empezó un estudio, elaborado en la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla), que viene a constatar una realidad que ya todos sabíamos, y es que hay un gran sesgo de género en el callejero español. De hecho, el estudio revela que sólo un 12,7 % de las calles referidas a personas tienen nombre de mujer, una cifra que si bien en Galicia es ligeramente superior, hasta el 14,71 %, dista mucho de la paridad, que se alcanzaría con un 50% aún muy lejos de la realidad.

En una conversación con Daniel Oto Peralías, autor del estudio junto con Dolores Guitiérrez Mora, ambos de la Universidad Pablo Olavide de Sevilla, explica a EL CORREO GALLEGO que este estudio nace de un proyecto de investigación concreto, en el que estaba buscando una forma de poder observar “los factores determinantes de la identidad regional andaluza”.

De aquí surge la idea, tal y como explica Daniel, de que usando el nombre de las calles “se podría obtener algún indicador de sentimiento identitario en las comunidades locales”. “Curiosamente” nos indica que dejaron de la lado la idea inicial, y acabaron demostrando el gran sesgo que hay en la nomenclatura de las calles españolas.

Un claro ejemplo de esto se puede visualizar fácilmente haciendo una comparativa entre los dos nombres más conmemorados en el callejero español en cada género. Y es que en España hay ni más ni menos que 1940 calles dedicadas a Miguel de Cervantes, el hombre más conmemorado del callejero de nuestro país. En contraposición, la mujer que más veces aparece en nuestras avenidas, calles y callejones es Clara Campoamor, pero aparece en 478, un 76 % menos. Esto refleja una desproporción de 4 a 1, “generalizable al resto de calles masculinas y femeninas españolas”, según se plantea en el propio estudio.

Galicia, en buen camino. De las 50 que conforman el Estado español , A Coruña es la segunda provincia con una mayor presencia de nombres de mujeres en sus calles, un 17,07 %, frente al 17,9 % de Granada. De hecho, Galicia es la única comunidad en la que la totalidad de sus provincias tiene una tasa superior al 13 %, a excepción de Madrid (16,87 %), que es una sola.

Por provincias, después de la coruñesa, Pontevedra es la que tiene mayor presencia de nombres de mujeres en sus calles con un 14,17 %, seguida de Lugo y de Ourense en donde, respectivamente, suponen un 13,83 % y un 13,78 % del total.

Atendiendo al ránking por ciudades, también Galicia tiene buenos resultado, aunque no suficientes, en la comparación global del estado. De hecho, entre las 20 ciudades más grandes de España con mayor presencia de nombres de mujeres en sus calles se encuentran Vigo, en el sexto puesto con un 16,9 % de nombres femeninos, y A Coruña, la número 14 con un 12,1 %. La ciudad del país con el callejero más igualitario es Fuenlabrada, en Madrid, y se queda bastante lejos de la equidad (que se alcanzaría en el entorno del 50 %), con un 34,4 %.

Entre los concellos gallegos en los que hay más presencia de nombres de mujeres en sus calles se encuentra A Pobra do Brollón, en Ourense, con un 80 %; Pol, en Lugo, con un 66,67 %; y Teo, en A Coruña, con un 62,5 %.

Más presencia en calles nuevas o renombradas. Los resultados parecen francamente desalentadores, siendo solo un 12,7 % de las calles de las ciudades españolas con nombres de persona las que honran a esas mujeres a lo largo de la historia. Pero tal y como indica el estudio, es muy importante remitirse a la evolución que viene viviendo nuestro callejero desde hace ya varias décadas. Sin ir más lejos, en 2001 solo el 9,8 % de las calles hacían referencia a nombres femeninos.

Una evolución que es aún más pronunciada en las calles de nueva construcción y renombradas, que en el 2015 tenían una tasa del 14,3 % y este año ya han alcanzado el 35,1 %, una cifra mucho mayor que la media del estado. “Si uno se fija en el total del callejero”, explica el investigador, “al ser las calles nuevas un pequeño porcentaje del total, el índice global de la proporción de mujeres aumenta poco a poco”, motivo por el cual es importante prestar atención a este aspecto de nuestro callejero. “Se observa que en las calles nuevas y que se renombran los nombres de mujeres tienen más importancia”, asegura, “y si seguimos puede que se llegue a un 50 %”.

Factor religioso. Entre los otros nombres de mujeres que más aparecen en el callejero español, nos encontramos en segundo puesto con ‘Rosalía de Castro’, seguida de otras como ‘Isabel Católica’, ‘Reina Sofía’ o ‘Gloria Fuertes’. Por supuesto, esto es teniendo en cuenta solo mujeres reales y no imágenes de culto, como son las vírgenes o las santas.

Y es que en términos de religiosidad el estudio también constata un gran sesgo de género. Según los datos analizados, en la ciudad de Sevilla una de cada dos calles de mujeres se refiere a una virgen o santa, mientras que solo una de cada diez calles con nombres de hombres se refiere a una figura religiosa. Un patrón que “si bien menos acusado, es extrapolable al resto de España”, explican, siendo este el motivo de que no se tengan en cuenta en las reflexiones finales, “para que los resultados no se vean distorsionados con figuras que no reflejan los roles modernos de la mujer en la sociedad”.

Pasos lentos pero firmes. Una gran herramienta que permite analizar un aspecto tan importante como la tendencia a la igualdad y la justicia histórica, gracias a la que muchas mujeres puede que lleguen a recibir el reconocimiento que se merecen. Y es que, como explica la catedrática en Sociología Rita Radl Phillip, que fue directora del Centro Interdisciplinario de Investigaciones Feministas (CIFEX) de la USC durante 16 años, hasta el pasado mes de agosto, aunque “los datos no sorprenden para nada” y “no han variado tanto a lo largo de los últimos decenios”, cada pequeño cambio hacia la paridad es una gran conquista.

“Después de muchísimos esfuerzos hemos logrado aquí en Santiago, por ejemplo, que en ciertas calles se incluyesen los nombres de algunas mujeres, pero son absolutamente minoritarias” explica, algo muy “fácilmente comprobable” con las estadísticas.

Sobre la relevancia que tiene el imaginario común que se den cambios culturales de esta índole, esta catedrática en sociología explica que “desde el punto de vista de la visibilidad de las mujeres sería absolutamente importante que esta situación se cambiase”, aunque, puntualiza, “tampoco es una cuestión específicamente vinculada a España o al franquismo”. “Es algo que se observa en todos los demás países”, si bien “hay algunos más avanzados que otros, como Suecia o Noruega, y en Centroeuropa también van más rápido que nosotros en este sentido”.

Algo importante, porque, según explica, “socializa a las niñas y a los niños”, que ven “ese protagonismo, que no está presente” en muchos de los aspectos culturales y sociales de nuestro día a día.

03 oct 2022 / 01:00
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