Greenpeace aplaude la moratoria al eucalipto dictada por la Xunta
Solicita que la decisión sea imitada por el resto de las autonomías del norte peninsular
A Coruña. Greenpeace aplaude la decisión de la Xunta de prohibir temporalmente las nuevas plantaciones de eucalipto. Por ello ve con esperanza ese nuevo escenario para alcanzar un mayor consenso y diversidad de enfoques en la planificación forestal, no solo de Galicia, sino del resto de autonomías afectadas por la expansión del cultivo de este árbol de origen australiano.
“La aceptación de una moratoria es un paso importante en la buena dirección. El resto de regiones del norte de España deberían adoptar la misma medida”, declaró Miguel Ángel Soto Caba, portavoz de Greenpeace, en un comunicado, quien añadió: “Esta no es una victoria del movimiento ecologista, sino de todo el sector forestal, incluida la industria, que ha entendido la situación y ha apoyado esta demanda”.
La decisión anunciada por el presidente de la Xunta sigue los pasos de la vecina Portugal, cuyo Gobierno decretó una moratoria al eucalipto en 2017 en aras de una planificación forestal más racional. Y recoge la demanda del movimiento ecologista ibérico durante muchas décadas.
Comentó además que la moratoria es el reconocimiento implícito de que había un “problema” y de que solo se pueden superar “décadas de conflictividad con un conocimiento preciso sobre el estado de los recursos forestales”, y teniendo en cuenta “el impacto del eucalipto sobre la biodiversidad, dentro y fuera de las plantaciones”, agregó.
La medida tomada, para Greenpeace es coherente con la posición de 20 organizaciones ecologistas y de conservación de todo el Estado español, que en 2011 lanzaron su manifiesto “Una visión común sobre el problema de las plantaciones de eucalipto”.
Considera que la moratoria era una demanda de la sociedad civil gallega, que promovió en 2018 una iniciativa legislativa popular en apoyo de un nuevo modelo forestal donde las plantaciones de eucalipto no siguieran ampliándose en el territorio, solicitud a la que se sumó Greenpeace.
Y recuerda que el resultado de décadas sin planificación forestal (o el incumplimiento del Plan Forestal de Galicia de 1992) provocó el crecimiento desordenado de las plantaciones de eucalipto y su “naturalización involuntaria” en muchos ecosistemas. A.M.
El movimiento ecologista desde 2011, reconoce el papel de la cadena de valor del eucalipto, pero opina que la Administración, el sector papelero y las asociaciones de propietarios han de aceptar que por la crisis de la biodiversidad se debe mejorar la gestión forestal.