Greenpeace denuncia a la ganadería gallega por su impacto ambiental
‘Macrogranjas, veneno para la España rural’ es el informe que censura emisiones y vertidos
Santiago. Greenpeace España acaba de lanzar su nuevo informe Macrogranjas, veneno para la España rural. Efectos ambientales de la ganadería industrial”, en el que ataca la expansión descontrolada de la ganadería industrial en España y su enorme impacto ambiental, especialmente grave, a su entender, en la comunidad gallega.
Entre las principales conclusiones destacan los más de 910 millones de animales sacrificados el año pasado en España o que desde 2016 la producción de carne aumentó un 16,2 %, alcanzando 7,5 millones de toneladas en 2020. La producción de alimentos de origen animal derivada de esta inmensa cabaña ganadera “está teniendo efectos nefastos para el medio ambiente”, dice Greenpeace.
Sitúan a Galicia como la comunidad con mayor producción de alimentos de origen animal, con un total de 3.486.210 toneladas en 2019, en particular por su producción láctea, la mayor del Estado (3.039.270 toneladas). También es la autonomía con el mayor censo de aves, con 107.836.969, un 22 % del total de España, y la segunda en ganado vacuno, con 939.125 cabezas, el 14,2 %. “Esta inmensa producción ganadera tiene consecuencias ambientales y quedan claras al ser Galicia la segunda comunidad con mayor generación de gases de efecto invernadero provocadas por la ganadería”, denuncian, con un 12 % del total.
Otro grave problema, dicen, es la contaminación del agua por nitratos, pues Galicia lidera el aumento de esta contaminación en los últimos años, un 201 %, “es decir, se ha multiplicado por cuatro”. Pese a esto, y a las llamadas de atención de la Comisión Europea, que se hace visible con el caso paradigmático del embalse de As Conchas, sigue siendo de las pocas comunidades autónomas que no ha declarado ni una sola hectárea como Zona Vulnerable a los Nitratos. Bruselas, argumentan, instan a hacer más contra este tipo de contaminación en la ganadería. J.C.
La organización ecologista Greenpeace ha incluído en su informe demandas para poner fin a la ganadería industrial y sus consecuencias ambientales. La primera es poner en marcha una moratoria estatal o en todas las autonomías a las macrogranjas de al menos cinco años: ni explotaciones nuevas ni ampliaciones de las existentes. También reclaman reducir gradualmente la cabaña ganadera en intensivo hasta alcanzar un 50 % menos en 2030. Quizá toque volver a sacrificios masivos, como en la época de las vacas locas, las pestes porcinas o la gripe aviar.
También exige Greenpeace la adopción de una nueva regulación de nitratos que permita reducir al menos un 50 % las emisiones de nitrógeno para 2027, teniendo como referencia el año 1996, junto con establecer una carga ganadera máxima de 1,5 UGM (unidades de ganado mayor) por hectárea a nivel provincial. Recetan el establecimiento de un impuesto en origen a las emisiones contaminantes de la ganadería industrial (gases de efecto invernadero, nitrógeno, amoniaco...), así como prohibir la publicidad de productos alimentarios insostenibles, tal como los provenientes de la ganadería industrial, e insanos como las carnes procesadas y rojas.
“El avance demencial de las macrogranjas en España está provocando consecuencias que se tardará décadas en revertir. El informe que ha presentado Greenpeace muestra que actuar ya y poner en marcha medidas urgentes, como la anunciada moratoria en Galicia, que frenen en seco la ganadería industrial y reduzcan el número de animales en intensivo no es una opción, es una necesidad de vital importancia que tendría efectos muy beneficiosos para el clima, la biodiversidad, el agua, el bienestar animal y la vida en los pueblos”, señaló Manoel Santos, su portavoz en la comunidad.
Éste viernes día 15 tendrán lugar movilizaciones contra la ganadería industrial en al menos 50 localidades de España. En Galicia las movilizaciones serán en A Coruña y Ourense y llamarán la atención sobre la gravísima situación que la ganadería industrial está provocando en muchas comarcas gallegas.