InSight Crime revela la pérdida de poder de los narcos gallegos

“Las rutas que recorren estos traficantes ya no se concentran en Galicia, sino que la mayoría de las incautaciones se realizan en buques o en puertos como los de Algeciras, Barcelona y Valencia, donde se estima que llega entre el 40 y el 50% de toda la cocaína que ingresa a España. Y los cargamentos son cada vez mayores, como lo demuestra la incautación de casi nueve toneladas en Algeciras, récord de las incautaciones”.

El entrecomillado forma parte de un extenso informe elaborado por un equipo de investigadores de InSight Crime, una organización dedicada al análisis del crimen organizado en los países americanos y que estudia ahora su implantación en el resto del mundo. El colectivo está patrocinado por la American University y la Open Society Foundations (una organización fundada por George Soros) y presentará mañana, vía online y desde la ciudad de Ginebra, su trabajo titulado El itinerario de la cocaína hacia Europa, elaborado a lo largo de los dos últimos años en distintos países.

En ese informe se constata que el papel de los grupos de narcotraficantes gallegos se volvió prácticamente marginal dedicado única y exclusivamente a prestar servicios como transportistas, alijando la coca de los mercantes cuando se acercan a las costas de la península ibérica, almacenando y trasladándola a puntos fijados por los auténticos señores de la droga.

Por su trabajo perciben una comisión de hasta un 30 % como máximo ya sea en metálico, en cocaína o una fórmula mixta, que es la más empleada. En estos momentos, de acuerdo con esta investigación, no hay clanes de nuestra comunidad con capacidad para negociar y financiar los envíos desde Sudamérica. Ahora el negocio está en manos de otros.

En la dirección que marca este informe se mueven los expertos antidroga españoles que coinciden en que “los narcotraficantes gallegos han perdido peso” pero al mismo tiempo alertan de que nuestra comunidad sigue muy activo y a los clanes asentados en Galicia no les falta trabajo, ya que “son los mejores transportistas que hay”, según varias fuentes consultadas por EL CORREO.

BANDAS CRIMINALES DISTINTAS. Los grandes capos como Sito Miñanco, el último con capacidad económica, fueron sustituidos por bandas europeas de países de los Balcanes, Holanda y británicos. Buena parte de ellos se asientan en España ya que es en nuestro país donde se realizan los grandes negocios, como revela InSight Crime, en cuya investigación relatan que “los principales narcotraficantes colombianos que trabajan en Europa utilizan a España. Muchos han establecido células en el país, aunque los rangos más altos de las organizaciones solo van a supervisar las etapas finales de los acuerdos de tráfico”.

Parte de los cargamentos les pertenece, y la venden en el mercado mayorista. El resto son de otros traficantes tanto de Europa como de América Latina que les pagan a los colombianos para que consigan y transporten su cocaína. Las oficinas de cobro colombianas continúan operando, vigilando y protegiendo los intereses de los traficantes. Si bien algunas están aliadas con grupos específicos, suelen trabajar como sicarios para los mejores postores”, se puede leer en las conclusiones de esta investigación.

Y es en este punto donde se le pone nombre al cártel que controla el mercado de la coca desde España para Europa: “Tenemos todo tipo de grupos colombianos [en Madrid], pero últimamente vemos muchos miembros de Los Urabeños”, afirma a ISC Emilio Rodríguez, comisario jefe del GRECO. Los Urabeños (paramilitares reconvertidos en la fuerza criminal dominante en Colombia) venden cocaína al por mayor, ofrecen servicios logísticos a traficantes independientes y utilizan a España para operaciones de lavado.

Este cártel contrata a los transportistas gallegos para que les busque infraestructura (lanchas, naves industriales, camiones...) y realicen los desembarcos de alijos que entregan a “redes de crimen organizado de los Balcanes, las islas británicas, los Países Bajos y otros lugares, que también manejan ahora sus propias redes en España”.

“Y aunque pueden seguir trabajando con los colombianos y los gallegos en aguas españolas, cada vez hay más de estos grupos que también operan desde América Latina, siguiendo el rastro de otro de los principales socios de los colombianos desde la era de los carteles: la mafia italiana”, añadan los investigadores del ISC.