Insisten los docentes en negociar cómo va a comenzar el curso

Los jardines de San Caetano, delante de la fachada principal de la Xunta, fueron ayer el escenario en el que la Confederación Intersindical Galega (CIG-Ensino) simuló un aula con 20 personas separadas entre ellas por 1,5 metros para indicar “el trabajo que tiene por hacer la Administración educativa”, según las recomendaciones hechas por el Ministerio de Celaá.

La protesta sirvió para reclamar la convocatoria de una negociación “de forma inmediata” para abordar la planificación de las medidas preventivas sanitarias y educativas en las que se va a desarrollar el próximo curso. El secretario nacional del sindicato, Suso Bermello, aseguró que “en otras comunidades, de todos los colores políticos, ya están avanzadas estas negociaciones y aquí lo único que sabemos es que la Xunta mantiene su dinámica de cerrar unidades educativas como todos los veranos”. Y añadió con rotundidad: “Los centros, el profesorado y las familias no merecen tanto desprecio y desatención”. Exigen más profesorado y menos ratio de alumnos.

Bermello no descarta, si no hay noticias pronto, “llevar a cabo movilizaciones e incluso comenzar el curso con acciones más contundentes”.

También ayer, ANPE denunció “la total falta de previsión educativa para el curso 2020-2021” y aseguró que el “retraso en la toma de decisiones empieza a ser insostenible: equipos directivos, familias y profesores desconocen cómo va a ser la vuelta en septiembre”. Su presidente, Julio Díaz, ya había solicitado hace un mes la creación de un grupo de trabajo para afrontar el regreso a las aulas.

EN ELABORACIÓN Fuentes de la Consellería de Educación, Universidade y Formación Profesional aseguraron que su departamento trabaja conjuntamente con el de Sanidade para la elaboración de un documento “para la organización del curso escolar que responda a la realidad del sistema educativo gallego” y manifestaron que “una vez que esté finalizado, daremos cuenta del mismo”.