La abogada del ‘clan Santórum’ defiende al aduanero detenido
Carmen Ventoso, que fue letrada del ladrón del Códice, logró hace unos días la puesta en libertad del hermano del líder de la banda, que sigue huido
La máxima de que en el mundo del narcotráfico todos se conocen vuelve a cumplirse a rajatabla al conocerse que la abogada Carmen Ventoso Blanco se hizo cargo de la defensa de Pablo S., el aduanero detenido el pasado miércoles en Madrid, cuando acababa de recibir un sobre con 370.000 euros que le entregaba un presunto narcotraficante colombiano.
El agente del SVA está siendo investigado por su relación con la banda que lidera Juan Carlos Santórum Navazas al que, según la Policía Nacional y desde su propio cuerpo, le estaría pasando información relativa a investigaciones en marcha.
Y es la relación del funcionario, presuntamente corrupto, con el clan de los Santórum donde salta la sorpresa: la letrada vilagarciana es también defensora de siete de los supuestos miembros de ese grupo detenidos en el transcurso de la operación Donkey que permitió localizar 4.500 kilos de cocaína a bordo del Karar.
Uno de sus clientes es el propio hermano de Juan Carlos, Ricardo Santórum, que a finales del pasado mes salía en libertad por decisión de la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Vigo (que también instruye la causa del aduanero). Los seis restantes son también personas de confianza del líder.
Pero se da la circunstancia que Carmen Ventoso acompañó al propio Juan Carlos y a Braulio Vázquez, otro de los apresados en esta operación, cuando comparecieron en ese mismo juzgado al saber que estaban siendo buscados en relación con otro alijo de tres toneladas de cocaína incautado en Madeira.
Es decir, y resumiendo, la abogada que defenderá al aduanero al que acusan de filtrar información al clan Santórum es la misma que habitualmente representa a los miembros de este clan. Algo que es perfectamente legal pero que, cuanto menos, resulta curioso.
Carmen Ventoso es una reconocida penalista con despacho en la capital de Arousa que tiene entre sus clientes a numerosos narcos. Fue también la abogada de Manuel Fernández Castiñeiras y su familia en el juicio por el robo del Códice