“La gente no sabe lo que hacemos en Cruz Roja”

Erundina Méndez López (71 años, Santiago de Compostela) lleva unos quince años de voluntaria en Cruz Roja y además forma parte del Comité Autonómico de Cruz Roja en Galicia. “Un día de verano que estaba paseando por la Avenida de lugo, pasé por delante de la entidad y decidí entrar para preguntar que se hacía allí y me comentaron que se llevaban a cabo muchas actividades en varias áreas como la de Empleo, Formación Infancia, Mujer, Personas Mayores ou Inclusión Social. Pedí a un responsable que me incorporara en cualquier área excepto en la de niños Era verano y pidió que se incorporara en cualquier área excepto en la de niños”, cuenta Erundina a EL CORREO. Así fue como comenzó como voluntaria en la entidad.

Desde entonces realizó diversas actividades como ayudar en gimnasia o llamadas a empresas, hasta que un día le propusieron incorporarse a manualidades con mayores, donde está en la actualidad. Uno de los objetivos principales es actuar ante la soledad no deseada del colectivo.

“Los mayores se apuntan a todo, son muy participativos”, destaca. Para este colectivo Cruz Roja ofrece talleres de memoria, de teatro, gimnasia activa o salud constante. Además, incluso “conocen la historia de monumentos de Santiago”.

Erundina espera seguir más años como voluntaria. “Estoy encantada, el grupo es maravilloso y estamos muy compenetrados. A mi me viene bien y a ellos también, por lo que ayudaré siempre que pueda”, asegura.

Ya cuando comenzó como voluntaria era ama de casa. En la actualidad la actividad de manualidades se realiza los jueves por la mañana. “Cuando nos damos cuenta ya hemos terminado”, dice. Asegura que en el caso de no poder ir hay otras compañeras que la pueden sustituir.

La compostelana piensa que la sociedad no es consciente de la labor de los voluntarios de Cruz Roja, básicamente porque “hay muchas personas que me preguntan lo que hago”, lo que se traduce en que “desconocen que hay detrás de todo esto”.

Sin embargo, asegura que en Cruz Roja les dicen constantemente el agradecimiento que tienen hacia nosotros. “No te puedes ni imaginar lo agradecidos que son los mayores a tu labor por muy sencilla que sea. Te lo transmiten con su cariño y su actitud de afecto”, sostiene.

“El voluntariado mayor somos constantes porque prácticamente no tenemos otras cosas que hacer, los jóvenes tiene más problemas al estar estudiando o si encuentran trabajo”, aprecia a nivel general.

Ante esta situación, Erundina comenta que siempre dice a los jóvenes que participen sea el tiempo que sea. En su opinión, el acompañamiento a mayores quizás sea lo que más falta haga y “ellos pueden hacerlo de forma desinteresada”.

Añade que en la entidad hay cada año un mayor número de voluntarios apuntados de todas las edades, “pero realmente estamos participando muy pocos”