La más rocambolesca descarga de cocaína en las rías gallegas
Leonardo C.C. es un vecino de Vaga de 57 años que llevaba desde la última década del siglo pasado coquetenado con el mundo del narcotráfico aunque siempre salió airoso en las operaciones con las que se les relacionó, de hecho, no le constan antecedentes penales. Según los agentes antidroga, Leonardo, al que todo el mundo conoce como Nardo, había ideado un sistema que consistía en viajar a Colombia, hasta en seis ocasiones lo hizo en diferentes etapas en los últimos años. Y no de vacaciones precisamente.
Leonardo, una especie de ingenioso Pepe Gotera (aquel entrañable personaje que salió de los lápices del humorista Francisco Ibáñez), había ideado un sistema que consistía en adquirir en el país sudamericano una importante cantidad de droga, contactar con algún ciudadano colombiano relacionado con el mundo del narcotráfico, y con la habilidad suficiente para colarse como polizón en uno de los muchos mercantes que cruzan el Océano Atlántico con dirección a los puertos gallegos, sobre todo aquellos que iban a atracar en la dársena de Marín, lo que les obligaba a meterse por la ría.
Una vez que el polizonte y la droga emprendían la travesía, Nardo volaba hacia España para contactar con su ayudante Otilio. en esta ocasión el vecino de Sanxenxo Rubén P.R., de 35 años de edad, quién en una pequeña lancha pesquera se acercaría al mercante en un punto determinado para recoger la droga y al polizón que se lanzarían por la borda en las inmediaciones de la illa de Ons, un lugar tranquilo.
Hasta en cinco ocasiones el plan ideado por este Pepe Gotera de Valga, según los agentes antidroga, funcionó a la perfección y nunca se le pudo vincular con ninguna de estas descargas en las que se introdujeron miles de kilos de coca por las costas gallegas, siempre con Leonardo encargándose de montar este rocambolesco sistema para recoger la droga, guardarla y después entregársela a los distribuidores.
LA OPERACIÓN POLIC IAL. Todo se rompió en la sexta entrega que tuvo lugar en el segundo trimestre de 2017. Fue a mediados de abril cuando Nardo contactó en Medellín con el colombiano Harvey C.P. quien se embarcó como polizón en el Cap Beatrice con casi sesenta kilos de cocaína como equipaje. Cuando el mercante inició su travesía hacia Marín, Nardo volvió a Galicia para preparar la segunda parte del operativo contando con la complecidad de su colega Rubén quien disponía de una pequeña embarcación de pesca y conoce la zona.
Harvey llevaba también las coordenadas donde tenía que soltar la droga y saltar al mar y portaba una terminal de telefonía móvil con la que contactaba con Rubén.
Marchaba todo a la perfección hasta que la tripulación del mercante con bandera de Liberia localizaron al polizón escondido en la cabina de una de las grúas de carga y descarga del barco. el capitán al ver los fardos de droga comunicó con el puerto de Marín para dar cuenta de la situación. Los agentes antidroga se pusieron manos a la obra y, con autoridad judicial, tomaron la decisión de sustituir a Harvey por un agente encubierto que completara el plan para poder detener al resto de miembros de la bando, de los que, por cierto, desconocían sus identidades. Decidieron realizar una entrega vigilada de la droga,
Fue el 4 de mayo de 2017 cuando los agentes accedieron al Cap Beatrice, a veinte millas de las costas gallegas, para detener a Harvey y suplantarlo. Rubén acudió puntual a su cita a bordo de una lancha llamada Teresa. Desde el barco arrojaron unos fardos con una sustancia que simulaba ser coca. En ese momento el Otilio de esta historia llamó a Harbey diciéndole “negro lánzate tú también, que te recojo”. Las coordenadas localizados a uno y otro coincidían. Ni hubo respuesta ni nadie se tiró al mar pero a Rubén no le dio tiempo para moverse. Su lancha fue abordada por los agentes antidroga y él fue apresado.
Meses después, y tras la correspondiente investigación, se dio con el Pepe Gotera que había ideado el plan. Leonardo fue detenido y los tres comparecerán este martes, a partir de las 10 horas, se sentarán en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Pontevedra para enfrentarse a unas peticiones de pena de trece años de cárcel para leonardo y Rubén y otros diez al colombiano Harbey, por delitos contra la salud pública.